Cornel West, uno de los activistas afroamericanos más prominentes, se ha enfrentado a otra destacada figura, Ta-Nehisi Coates, por la reciente publicación de un libro sobre la presidencia de Obama. «Coates es el favorito del establishment neoliberal blanco y negro», afirma West.
Cornel West, profesor de Filosofía en Harvard y una de las figuras más destacadas en la lucha por los derechos de los afroamericanos. EFE.
El 26 de marzo de 1964, Malcolm X y Martin Luther King se encontraron en los pasillos del Capitolio de Estados Unidos. Ambos habían acudido al debate de los congresistas sobre la Ley de los Derechos Civiles, que se aprobaría definitivamente ese mismo año.
Ambos estaban enfrentados por los medios a escoger para alcanzar sus objetivos y por eso todo el mundo estuvo pendiente de aquel apretón de manos de apenas unos segundos entre los dos máximos representantes de la lucha por los derechos de los negros. El mismo debate que les separó ha resucitado recientemente entre dos de las figuras actuales mas importantes en la lucha por los derechos civiles.
Cornel West, profesor de Filosofía en la Universidad de Harvard, ha declarado la guerra -intelectual- al ensayista Ta-Nehisi Coates, otra de las figuras más importantes en el ámbito de los derechos civiles. La chispa ha estallado por la reciente publicación de We Were Eight Years in Power (Estuvimos ocho años en el poder), donde Coates hace un balance de la presidencia de Obama.
«¿Quiénes somos nosotros? ¿Cuándo fue la última vez que [Coates] pasó por los guetos, los barrios y viviendas indignas? Dios mío, quizá él y alguno de sus amigos estuvieron en el poder, pero no la gente pobre de clase trabajadora», denunció Cornel West en una entrevista con the New York Times el 29 de noviembre. «Coates es el favorito del establishment neoliberal blanco y negro», añadió. Por último, West confiesa que el establishment también le quiso convertir, sin éxito, en su niño mimado.
Del mismo modo, Malcolm X acusaba a King de no ir lo suficientemente lejos en su lucha, de someterse a los blancos y de subyugar a los negros ante la misma cultura que los había denigrado. En definitiva: no luchar contra el sistema en su conjunto.
Tras varios enfrentamientos, ambos acabaron acercando posturas. King criticó la Guerra de Vietnam, la desigualdad y abogó por reestructurar la sociedad estadounidense y Malcolm X se presentó en Selma, Alabama, para mostrar su apoyo al reverendo.
En su libro, Coates escribe también sobre las razones de la llegada al poder de Donald Trump: «El poder simbólico de la presidencia de Barack Obama -que la supremacía blanca ya no es lo suficientemente fuerte para impedir a los don nadie residir en el castillo- supuso un ataque a las ideas más arraigadas de esta supremacía e infundió miedo a su simpatizantes y a los que se benefician de ella».
We were eight years in power es un compendio de artículos de Coates publicados en the Atlantic . En uno de ellos, Coates reflexiona sobre la elección de Barack Obama: «Esto no volvería a pasar nunca más y todo el mundo lo sabía. No es solo que puede que no vuelva a haber un presidente de Estados Unidos afroamericano, sino la sensación de que esta familia negra especial, los Obama, representaban lo mejor de los negros, incomparables en elegancia y modales».
El debate reabierto por West no ha quedado ahí y ha alcanzado tal magnitud en las redes sociales que Coates decidió este martes cerrar su cuenta de Twitter, que tenía más de un millón de seguidores. «Paz, me voy. No me metí aquí para esto».
Dos días antes, el domingo, West publicó un artículo de opinión en the Guardiantitulado: «Ta-Nehsi Coates es la cara neoliberal de la lucha por la libertad negra». «[Coates] representa el ala neoliberal que suena radical contra la supremacía blanca, pero que hace invisible la lucha negra», afirma West en su columna. El lunes, West afirmó haber hablado por teléfono con el «hermano Coates». «Me encanta hablar con él, pero le dije que yo no veo un gobierno negro bueno [en referencia a la Administración de Obama] si no hay políticas centradas en los pobres, si hay ataques con drones y vínculos con Wall Street«.
West critica también que Coates compare a Barack Obama con Malcolm X. La visión de West es clara: «No me gusta hablar de la supremacía blanca como algo independiente del imperio, el patriarcado y especialmente la lucha de clases».
Pero la respuesta más sorprendente al artículo de West, en el que también acusa a Coates de convertir la supremacía blanca en un fetiche, vino del líder de la extrema derecha Richard Spencer, que escribió: «No le falta razón».
No es la primera vez que Cornel West se enfrenta a Coates. En 2015 Coates publicó el libro Between the world and me [Entre el mundo y yo] y West, muy crítico con Obama, describió a Coates como «un buen escritor con talento periodístico que evita cualquier crítica al presidente negro en el poder».
Más de medio siglo después de aquel apretón de manos en los pasillos del Capitolio, el debate sobre el alcance de la lucha sigue abierto. Y parece que haber tenido a un presidente afroamericano no ha hecho más que calentarlo.