El 2007, Prof. Jules Dufour explicaba su preocupación acerca del despliegue militar y de la red global de bases militares de EEUU. Para Dufour EEUU ve al mundo «como un vasto territorio a conquistar, ocupar y explotar» y, agregó, «la humanidad está siendo controlada y esclavizada» por su red de bases. EEUU divide al mundo […]
El 2007, Prof. Jules Dufour explicaba su preocupación acerca del despliegue militar y de la red global de bases militares de EEUU. Para Dufour EEUU ve al mundo «como un vasto territorio a conquistar, ocupar y explotar» y, agregó, «la humanidad está siendo controlada y esclavizada» por su red de bases. EEUU divide al mundo en unidades de comando geográficas; la existencia misma del Comando Sur y del Comando Norte (USNorthcom, USSouthcom) prueba ese foco de control global de EEUU. Dufour menciona además a la Red Internacional para la Abolición de las bases militares extranjeras (la Red No Bases) como fundamental en lograr un frente unido y coordinado contra ese control global de EEUU. La Red No Bases, nace en la conferencia de Ecuador de marzo 2007 frente a la preocupación que crea la expansión de bases estadounidense, específicamente el plan de renovar el permiso para la base militar de Manta. El entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, expresó en la conferencia su decisión de no renovar ese permiso, posición que sería luego incluida en la nueva constitución de Ecuador que fue aprobada por referendo el 2008 y que prohíbe el establecimiento de bases militares extranjeras en suelo ecuatoriano. La base de Manta fue cerrada en septiembre 2009. (1, 2)
Este año entre enero 12 y 14 del 2018 tuvo lugar una nueva conferencia en Baltimore (EEUU) sobre la necesidad de abolir las bases militares extranjeras en el mundo (Conference of the International Network for the Abolition of Foreign Military Bases). En ella presentaron Mr. Ajamu Baraka, candidato a vice presidente por el Partido Verde en las elecciones del 2016 de EEUU y actual presidente de la Alianza Negra para la Paz; Ann Wright, Coronel retirada del ejército de EEUU y miembro líder de Veteranos por la Paz y de CODEPINK (Código Rosado); y David Vine, Profesor Asociado de Antropología de la Universidad Americana en Washington, DC y autor del libro «Base Nation» publicado el 2015. (3)
Desde septiembre 11 (2001) vivimos en conflictos con amenazas de guerra que escale en una locura nuclear; EEUU al mismo tiempo se niega a ser racional y provoca a otros países con capacidad nuclear como Corea del Norte -con quien en 1953 se acordó una tregua pues nunca se ha firmado un tratado de paz. La propaganda, el pensamiento irracional y la guerra permanente se presentan como aceptables. La red de bases de ultramar de EEUU tiene vida propia y favorece la guerra sobre la diplomacia. Los políticos han demostrado falta de madurez, y de sentido común, mientras la prensa favorece una creciente obsesión con Corea del Norte y Rusia. Una guerra nuclear significa la aniquilación de la vida en el planeta pero el Comando Estratégico (STRATCOM) recomienda desde 1995 la irracionalidad y la venganza como estrategia adecuada.
De «fuertes» a «bases de ultramar»
«Desde el fin de la Segunda Guerra, la idea de que nuestro país debía contar con una gran colección de bases y cientos y cientos de miles de tropas permanentemente estacionadas ultramar ha sido casi un mandato religioso de la política extranjera y de la seguridad nacional de EEUU.» La política a favor de esta idea se llama «estrategia hacia adelante.» El profesor Vine argumenta que en las mentes de quienes diseñan estas políticas las bases de ultramar con tropas son una necesidad aunque son caras, hasta U$S 120 mil millones (Afganistán e Irak el 2012 levantaron el costo a U$S 170 mil millones), y los ciudadanos que contribuyen impuestos pagan entre U$S 10 000 y 40 000 más por año estacionando un militar en el extranjero que en EEUU. (4)
Hay costos más allá del dinero: las familias del personal militar sufren separación y frecuentes movimientos; una de cada tres mujeres en el servicio es actualmente atacada (sexualmente) y un alto número de estos asaltos ocurren ultramar. En el exterior de los portones de la base hay prostitución conectada a tráfico humano, por ejemplo en Corea del Sur, y violaciones contra la población local, en Okinawa (Japón). Hay además daño generalizado al medio ambiente. Las bases son construidas desplazando la población local, por ejemplo en Groenlandia y Diego García; y representan el colonialismo del siglo 21, en Guam y Puerto Rico. Las bases de EEUU están frecuentemente localizadas en países no democráticos, como Qatar y Baréin; algunas están conectadas a organizaciones de la mafia, como en Italia; y otras a la tortura y la prisión, como en Guantánamo y Abu Ghraib. (4)
La red de bases de EEUU facilita guerras que cuestan millones de vidas, contribuye a incrementar las tensiones en vez de a estabilizar regiones peligrosas, y desalientan soluciones diplomáticas a conflictos. La red de bases facilita que EEUU viva en estado de guerra permanente, con una economía y un gobierno constantemente preparándose para la batalla. Tener bases y tropas de ultramar tiene raíces en la historia de EEUU de fuertes fronterizos, que fueron cruciales para su expansión al oeste y la toma de tierras aborígenes americanos. Fort Harmar fue el primer fuerte (1785) pero pronto otros fueron fundados en lo que hoy es Ohio y en Indiana. Cada fuerte colaboró con el establecimiento de colonos que colonizaban el oeste apropiándose de tierras que eran en esencia aborígenes. Ya en 1830 Andrew Jackson creó la política de «Retirar Indios» forzando a los aborígenes a abandonar sus tierras al este del Rio Mississippi; esta sería la «orilla oeste de la civilización» y la «frontera india permanente.» Pero pronto posterior a 1832-34 comenzó la brecha de Santa Fé y Oregón y la conquista continuó. La expansión se extendió más allá de EEUU y se tomaron tierras mexicanas (California, Utah, Nevada, Arizona y la República de Texas) y se tomó Oregón que pertenecía formalmente a Gran Bretaña. Para 1878 se había formado una red de fuertes que contaba con 90 localizados a través de EEUU. (4)
Fuera de EEUU, emergen bases en Guantánamo (Cuba) y Panamá. Franklin D. Roosevelt expresó en 1939 interés en obtener bases en las islas del Caribe y para la entrada de EEUU en la Segunda Guerra existían ya bases en 20 países. Planes comerciales y militares se desarrollaron juntos, por ejemplo «Pan Am Airways secretamente adquirió derechos a bases para los militares a través de Latinoamérica.» Nuevas bases florecen durante la guerra mientras Pan Am se asegura para sí, y para otras líneas aéreas de EEUU, una gran ventaja que se nota al finalizar la guerra. Como el fin de la Segunda Guerra favorece los derechos de la gente, EEUU requiere una estrategia cuidadosa en cuanto a no demostrar poder. Instalaciones y muestras periódicas de poder militar eran más que suficiente para asegurarse ventajas económicas y políticas; se trataba de tener «acceso económico global sin tener colonias.» (4)
En los 1980s bajo Carter hay acumulación en el Oriente Medio. Más tarde, la caída de la Unión Soviética presiona a EEUU a cerrar cerca del 60 % de sus bases y a repatriar 300 000 tropas. Pero para 1991 la guerra del Golfo en Irak, y para el 2001 al 2003 las invasiones de Afganistán y de Irak, son excusa para que EEUU renueve sus bases de ultramar. El formato cambia, se favorecen bases más pequeñas, estratégicas y hasta secretas, llamadas «Lily pads» (nenúfar). Como los fuertes facilitaban en el pasado la apropiación de tierras indígenas, las bases facilitan hoy conservar el poder de EEUU en el mundo. Vine las llama la «caballería global del siglo 21.» A medida que el número de bases gigantescas de tiempos de la guerra fría decrece, las pequeñas bases proliferan asegurándole a EEUU alcance global. (4)
Estrategia costosa: desplazamiento, entorno tóxico, democracia, gente y dinero
Un buen argumento en contra de las bases de ultramar de EEUU es su costo, que incluye más que dinero: no favorecen la estabilidad ni la seguridad pues socavan ambas, desplazan poblaciones locales a muy alto costo para ellas, causan daños al medio ambiente, favorecen alianzas con dictadores y con la mafia por lo que contribuyen a difundir regímenes opresivos y represivos en vez de democracia. Favorecen además la prostitución, violaciones, abuso sexual, y una perspectiva de la masculinidad deformada, dañan la imagen de EEUU en el extranjero y a mucha gente en el extranjero y en EEUU.
Desplazamiento
El concepto de «isla estratégica» fue base del crecimiento y requirió islas pequeñas pero con buen fondeadero (para pistas de aterrizaje) y aisladas de la población local. Las islas seleccionadas estaban bajo soberanía Británica y sus habitantes fueron considerados «insignificantes.» Las islas del Archipiélago de Chagos cumplen ambos criterios, Diego García fue aprobada como sitio. La población local fue deportada en etapas en 1973 usando barcos de carga, la mayoría dormía sobre guano y fueron abandonados en los muelles de Islas Mauricio y de Seychelles. Algunos comparan las condiciones de su transporte con las de las naves esclavistas. Los habitantes de Chagos eran gente de color y dos años después de haber sido removidos vivían en pobreza lamentable. Tanto que Washington Post los nombró víctimas de un acto de «secuestro masivo.» Cosas similares le sucedieron a las poblaciones indígenas de las Islas Bikini, de la isla Culebra de Puerto Rico y de Vieques, estos últimos desplazados al centro de su isla. El ejército de EEUU tiene experiencia en desplazar pueblos indígenas pues lo ha hecho por más de 100 años; y también los pueblos indígenas de EEUU terminaron traumatizados y empobrecidos. (4)
Contextos tóxicos
Los militares de EEUU se han preocupado de su huella ecológica, pero la mayor parte de sus bases han causado daño ecológico profundo y riesgo significante para humanos y medios-ambientes naturales debido a sus actividades. Las bases guardan armas y explosivos que contienen químicos tóxicos. Se genera polución en forma de pérdidas tóxicas, hay además detonaciones accidentales y otros accidentes. La huella de carbono es grande por el número de personas que viven y trabajan en las bases, que usan cantidades masivas de combustible, aceites, lubricantes y otros productos del petróleo para entrenamiento, ejercicios y actividades, y es peor aún en tiempos de guerra. Las bases militares son grandes consumidoras de calor, aire acondicionado y energía. Por ejemplo, las fuerzas armadas de EEUU consumen más petróleo cada día que Suecia entero. (4)
Hay contaminación en Corea del Sur debido a desechos químicos, combustibles y otros tóxicos y a derramamientos, y en algunos casos, a que fueron enterrados deliberadamente materiales y elementos tóxicos usados en las bases. En Diego García el arrecife fue destruido con explosivos, luego los militares removieron toneladas de coral y construyeron la pista, se cortaron además miles de árboles y se usó «agente naranja,» que crea malformaciones en los fetos, para eliminar la jungla. Naves de la armada de EEUU tiraron por más de 30 años desechos y aguas servidas en la «laguna coralina protegida» que existe al centro de la isla. En Okinawa se descubrieron 80 barriles con dioxina y otros contaminantes sepultados en un campo de fútbol cercano a dos escuelas, de nuevo «agente naranja» se guardaba y sepultaba en esta base durante la guerra de Vietnam. En Filipinas, cuando en 1992 los militares de EEUU se van, dejan artillería sin explotar, asbestos, metales pesados, tanques de combustibles con pérdidas además de peligrosos pesticidas. En Panamá quedaron 100 000 piezas de artillería sin explotar y se encontraron bombas de gas mostaza en San José. Los lugares bajo mandato colonial o precolonial enfrentaron los peores daños ecológicos a causa de bases de EEUU. (4)
Democracia: amigos de dictadores, en cama con la mafia
Un estudio de envergadura sobre las bases militares de EEUU desde 1898 confirma que los estados autocráticos han sido consistentemente anfitriones atractivos pero los democráticos no. Han ocurrido intervenciones militares de EEUU, para defender intereses económicos de EEUU, en Honduras, República Dominicana, Cuba, Haití, México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá. El término «república banana,» acuñado por el escritor O. Henry, describe países débiles, marginalmente independiente que sufren dominación económica y política, una colonia excepto en nombre. En 1954 la CIA usó una plantación bananera en Honduras para entrenar un ejército mercenario apoyado por EEUU, ejercito que derrocaría al gobierno electo de Guatemala por amenazar el monopolio bananero de United Fruit Co, «Chiquita.» En los 1980s la Tripartita, una alianza infame, fue creada para apoyar a los Contras (contra los Sandinistas), Honduras fue obligada a brindarles santuario, Argentina les sirvió de fachada para esconder la intervención de EEUU que eran quienes financiaban a los Contras (con ventas secretas de armas a Irán), a los Contras los entrenaban Israelitas y Chilenos. Los costos humanos fueron un genocidio: más de 270 desaparecidos en Honduras, 50 000 muertos en Nicaragua, 75 000 muertos en El Salvador y 240 000 muertos o desaparecidos en Guatemala. (4)
EEUU ha sido sistemáticamente atraído por dictadores explica el Profesor Vine porque le dan acceso y apoyo a sus bases. Pero los dictadores hacen más que esto y son puestos en el poder generalmente por EEUU cuando sirven sus intereses. Antes de la Segunda Guerra el imperio británico se construía muy abiertamente y sin ofrecer disculpas. El discurso del presidente Taft muestra que EEUU era también abierto al respecto: «No está muy lejano el día en que….el hemisferio entero será nuestro de hecho debido a nuestra superioridad como raza, ya es nuestro moralmente.» Pero luego de la Segunda Guerra el poder favorecía un discurso menos abierto con respecto a la construcción imperial. Setenta y tres millones de personas habían muerto por causa del fascismo, incluyendo militares y civiles de los Aliados y del Eje. Construir imperio abiertamente era insostenible. La construcción imperial era cuidadosa, aunque las metas eran las mismas por lo que alguien tenía que hacer el trabajo sucio cuando era necesario. Dictadores y mafiosos sabían cómo hacerlo y preguntaban poco y eliminarlos cuando llegaba su fecha de vencimiento era fácil porque trabajan contra la Ley y pocos los quieren. (4, 5, 6)
En Italia «proliferan las bases de EEUU y OTAN que ayudan a fortalecer el poder político y económico de las organizaciones criminales.» Una relación entre militares de EEUU y la Camorra (la mafia de Napoles) no es una aberración, dice Vine, sino una estrategia militar usada para cortar costos, los contratos militares favorecen contratistas que cortan costos. La base de EEUU en Sicilia está muy vinculada a la mafia desde la Segunda Guerra Mundial cuando el siciliano Lucky Luciano la transformó en una organización criminal poderosa y rica del crimen en EEUU (comandando sobre drogas, prostitución y otras actividades criminales). Luciano fue tomado preso pero lo soltaron para que «ayudara» a oficiales de la Marina a «proteger» Nueva York de espías y saboteadores del Eje durante la Segunda Guerra. Luego de la Segunda Guerra Luciano recibió clemencia del gobernador de NY y volvió a Italia. Sus negocios en EEUU pasaron a manos de Vito Genovese, quien vino de Nápoles donde había estado trabajando con el ejército de EEUU. El «intercambio» trabajó muy bien para ambos. (4)
En Nápoles la mafia recibe contratos militares en la construcción. En Sicilia firmas controladas por la Cosa Nostra obtienen similares contratos en la base de Comiso, ahora cerrada. En los 1990s tres contratistas grandes de limpieza, mantenimiento de jardines y de la base naval Sigonella en Sicilia se probó tenían lazos con la mafia. «Lazos entre militares y Mafia pueden no sean simplemente resultado de un descuido cuestionable, sino de una decisión deliberada,» argumenta Vine. Gricignano y sus alrededores, es donde el personal de la armada vive, al centro del lugar donde la Camorra vierte basura y tóxicos desde 1980 – un negocio ilícito por valor de U$S 20 000 millones. La Camorra resuelve el problema de desechos de los negocios del norte de Italia disponiendo a precios bajos de la basura peligrosa -enterrándola en basureros ilegales, escondiendo químicos en pozos bajo la tierra y quemando la basura en áreas escondidas. El área se llama «el triángulo de la muerte» por los elevados niveles de radiación, nitratos, bacterias, arsénico. Los químicos usados para limpiar solventes han sido encontrados en el agua, el aire y el suelo. La armada está preocupada; la base de Gricignano prohíbe a sus marinos usar agua de la llave y los alimentos italianos son etiquetados por su origen para evitar contaminantes. (4)
Gente: prostitución, violaciones, masculinidad militarizada y beneficios
Se desarrollan zonas comerciales de sexo alrededor de las bases de EEUU, y similares como expendios de licores, de comida chatarra, lugares de tatuajes, bares, clubes y prostitución. Baumholder y Kaiserlautern (Alemania), Kadena and Kin Town (Okinawa), incluso domésticos como Fort Bragg (Carolina del Norte) cuentan con distritos rojos. En Corea del Sur «los campamentos» son una parte crítica de la economía, los oficiales hacen estrategias para que los soldados gasten su dinero alli, afectando la política y la cultura. «Nuestro gobierno es un gran proxeneta para los militares de EEUU,» asegura una ex trabajadora sexual. Las mujeres filipinas trabajan en los bares y clubes de Corea del Sur hoy; vienen de países más pobres y necesitan enviar dinero a casa. Contratistas militares están involucrados como en Bosnia (1998) donde los empleados de DynCorp hablan abiertamente de comprar mujeres y los líderes de la compañía tienen conexiones con la mafia -llevaban sus empleados a prostíbulos. Una violación que fue grabada en cinta no fue nunca investigada; Kathryn Bolkovac, empleada de DynCorp y parte de una fuerza policial de la ONU testimonió sobre historias de mujeres traficadas desde el Este, forzadas a la prostitución para pagar deudas, algunas aterrorizadas; ella sospecha que son golpeadas y torturadas. (4)
Además de prostitución en «los campamentos» hay continua deshumanización de las mujeres en el ejército, esto juega un papel en la victimización de mujeres locales, mujeres militares y de las parejas de militares en casa y otras. La experta en salud medioambiental, H. Patricia Hynes, nota que la objetificación sexual se ha transformado en epidemia de abusos sexuales y acoso, comunes hoy en los militares. La pornografía contribuye y es generalizada. Cerca de dos tercios de los incidentes de contacto sexual no deseado ocurre en instalaciones militares, en las bases de ultramar son particularmente peligrosas. Gran parte del liderazgo no entiende la naturaleza del problema, ni toma medidas para proteger sus propias tropas o implementar sus propias leyes. En el ejército la violación es epidemia, las mujeres son consideradas inferiores, reducidas a objetos sexuales, y los hombres son entrenados para implementar una masculinidad basada en dominancia sobre otros considerados «inferiores, más débiles y merecedores de ser dominados y abusados». Los hombres que están en el ejército de EEUU están sobre representados entre los presos por ofensas sexuales. Un número desproporcionado de hombres en el ejército han sido además víctimas de la violencia y por esto son más vulnerables de transformarse en abusadores ellos mismos. Más allá del abuso sexual los índices de violencia doméstica en el ejército puede ser hasta 5 veces el de los civiles. (4)
«Las bases agregan facilidades, comida sofisticada y recreaciones: bistec y langosta, pantallas de televisión planas, conexión Internet…los militares se refieren a estas comodidades colectivamente como «helado.» Ahora…no hay helado en las bases chicas…pero eventualmente…es un proceso de construcción en bloques.» Los beneficios del personal militar son tentadores aunque básicos; pero, los beneficios de las bases de ultramar son mayores especialmente para generales y almirantes, que frecuentemente tienen asistentes personales, cocineros, vehículos con chofer y aviones privados. Hay casos, como el del comandante del Comando Africano, el general William Ward, en el que se probaron formas múltiples de mala conducta, acceso a comidas y entradas a entretenimientos caros gratis, incluso de cobrarle al gobierno cientos de miles de dólares por viajes personales y mucho más. (4)
Asuntos de dinero
Los costos de las bases de ultramar son altos; incluyen desde pasajes de avión a familiares y envío de pertenencias, hasta pagos de vivienda, costo de vida, acomodaciones temporales, comidas, gastos por día, construcción de escuelas, clínicas, Iglesias y más. El costo medio de hacer funcionar una base de ultramar en la fuerza aérea, sin incluir personal, es de U$S 200 millones, el doble de lo que cuesta la misma base en EEUU. El personal de la fuerza aérea cuesta U$S 40 000 más por persona en las bases de ultramar que en las de EEUU. Los militares envían decenas de miles de vehículos hacia y desde las bases de ultramar, lo que cuesta cerca de U$S 200 millones al año. El Sumario del Costo de Ultramar del Pentágono para el 2012 fue U$S 22 700 millones. Anita Dancs, economista, estimó el costo mucho más alto el 2009, US$ 250 000 millones. Vine decide trabajar con un estimado conservador que incluye los costos del Pentágono además de costos que el Pentágono no incluye, su estimado es de U$S 71 700 millones por año. Cuando agrega los costos del Presupuesto de Guerra (U$S 96 900 millones) el estimado total es de US$ 170 000 millones, más cercano al de Anita Dancs y mucho más alto que el del Pentágono. (4)
Cada base construida en el extranjero es un robo a la sociedad de los EEUU, argumenta Vine. El costo para los países que las aceptan es también alto. Hay gastos financieros en dinero como pagos necesarios para limpiar daños al medio ambiente que las bases causan y otros gastos requeridos por ejemplo para transformar las viviendas en a prueba de ruidos (de aviones, etc) o para pagar los daños por crímenes cometidos por las tropas de EEUU. Están además los costos de la creciente hostilidad de la población, el daño causado por las bases a la reputación internacional de EEUU en el mundo. Los beneficiados son pocos: los contratistas militares. Por ejemplo, KBR (la ultima encarnación de Brown and Roots) recibió contratos por más de U$S 44 000 millones; el Grupo Supreme (transporte/servicio de comidas) recibió contratos por U$S 9 000 millones -el Pentágono ahora dice que Supreme le ha cobrado de más. Agility Logistics recibió contratos por U$S 9 000 millones, y fue acusada con cargos criminales por U$S 6 000 millones en cobros falsos y manipulación de precios. Peor, aunque estos contratistas se benefician en miles de millones de dólares en contratos pagados con impuestos de ciudadanos de EEUU, ellos tratan de evadir pagos de impuestos usando todos los recursos legales e ilegales a su alcance y usando subsidiarias extraterritoriales para evadir impuestos sobre sus ganancias en EEUU. (4)
Amenaza de guerra nuclear
El riesgo de usar armas nucleares aumenta con la creciente agresividad y la guerra. John LaForge nota que los titulares de los periódicos de EEUU dan la impresión de que usar armas nucleares puede ser legal. Pero no es así explica: el uso de cualquier arma nuclear es indiscriminado e ilegal por definición. Los acuerdos internacionales, tratados y protocolos prohíben el uso de destrucción indiscriminada, ataques desproporcionados al objetivo militar, y armas con capacidad de herir o dañar estados neutrales o de causar efectos de largo plazo al medio ambiente. Hay una gran diferencia entre las armas convencionales y las nucleares. Estas últimas no pueden ser usadas sin cometer crímenes de guerra: «Cualquier gobierno que adopta una política de defensa que implica este tipo de ataque está incitando a sus propias fuerzas a cometer crímenes de guerra en una escala gigantesca y suicida.» John E Hyten, el Jefe General del Comando Estratégico de EEUU (US STRATCOM) fue entrevistado al respecto de este punto porque él estaría a cargo de las fuerzas nucleares en una guerra. (7)
Un reporte del año 1995 del Comando Estratégico de EEUU (US STRATCOM) menciona como prejudicial para los EEUU mostrarse como «muy racional,» recomienda en cambio proyectar una persona nacional «irracional y vengativa» incluso con elementos «potencialmente ‘fuera de control.'» Parece que estamos en ese momento. Además el principio hegemónico significa que EEUU, y sus aliados, «deberían poseer capacidad ofensiva nuclear para destruir sus enemigos (pero similar capacidad les es negada a otras naciones) y puede desobedecer la ley internacional y sus obligaciones extranjeras cuando le parece.» Como Joshua Cho argumenta, EEUU ha desencadenado más violencia y agresividad en el extranjero que ningún otro. La última encuesta internacional encontró que «los EEUU es considerado la mayor amenaza a la paz del mundo, ganándole a todos sus otros competidores -incluyendo Corea del Norte- por márgenes decisivos.» Cho agrega, «Un examen casual de la historia en el extranjero de los EEUU puede mostrar conclusiones similares: Los EEUU son la amenaza nuclear del mundo, no Corea del Norte.» (8) Estamos mirando al monstruo en el espejo: ¡es Nosotros! Vale decir, los EEUU y sus aliados occidentales, incluido Canadá.
Notas:
The Worldwide Network of US Military Bases, Prof. Jules Dufour, Global Research, http://www.globalresearch.ca/the-worldwide-network-of-us-military-bases/5564
US Closes Military Post in Ecuador, Gonzalo Solano, AP (September 19, 2009).
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/09/18/AR2009091803407.html
Conference on US Military Bases, Baltimore, Maryland. www.noforeignbases.org
Vine, David (2015) «Base Nation How U.S. Military Bases Abroad Harm America and The world,» Metropolitan Books, New York.
Morris, James (1979) «Farewell The Trumpets, An Imperial Retreat,» Penguin Books, London.
WWII, http://en.wikipedia.org/wiki/World_War_II
What Kind of Nuclear Attack Would be Legal? John LaForge, Counterpunch, http://www.counterpunch.org/2017/12/07/what-kind-of-nuclear-attack-would-be-legal-2/
The World’s Real Nuclear Menace Isn’t North Korea, Joshua Cho, Counterpunch, Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.