Los regantes exigen garantías de suministro e inversiones previas al trasvase a Alicante Los regantes del Júcar advierten de que mientras no se modernicen los regadíos tradicionales en Valencia no existirán caudales excedentarios para trasvasar al Vinalopó, la Marina Baixa y l’Alacantí, aunque el canal esté construido, en cumplimiento de las directrices del Plan Hidrológico […]
Los regantes exigen garantías de suministro e inversiones previas al trasvase a Alicante
Los regantes del Júcar advierten de que mientras no se modernicen los regadíos tradicionales en Valencia no existirán caudales excedentarios para trasvasar al Vinalopó, la Marina Baixa y l’Alacantí, aunque el canal esté construido, en cumplimiento de las directrices del Plan Hidrológico de la cuenca de 1998. , Valencia
La disponibilidad de recursos hídricos para transferir a Alicante también depende de que se ordene la explotación del acuífero de la Mancha Oriental. El Ministerio de Medio Ambiente ha creado esta semana una comisión técnica para estudiar viabilidad técnica e hidrológica del Júcar-Vinalopó, pendiente de cumplir unas exigencias ambientales impuestas por la Comisión Europea para subvencionar el proyecto.
Una de las exigencias de este colectivo es que cuando no se atiendan los 725 hectómetros cúbicos anuales para los aprovechamientos preexistentes, inscritos y preferentes, los receptores del trasvase deberán pagar indemnizaciones a los afectados.
La Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ) argumenta que en muchos años, como 1983-1984 o 1994-1995 se produjo «una situación deficitaria» y, en consecuencia, «se construyeron pozos de sequía, unos por la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Conselleria de Agricultura y otros por las comunidades de regantes de la zona». Un informe interno de la organización, al que ha tenido acceso Levante-EMV, destaca que, en la actualidad, «no se cumplen las garantías previstas en el Plan Hidrológico del Júcar para los regadíos tradicionales, que establecían que el déficit no sería superior al 25% de la demanda en un año, al 40% en dos y al 80% en 10 años».
«En ninguno de los modelos de simulación desarrollados donde se han utilizado los datos de los últimos 58 años, se cumple la garantía de los regadíos fijada por el Plan Hidrológico del Júcar, ni siquiera la establecida en el Libro Blanco del Agua, mucho menor que la del Plan del Júcar», explica el documento de la entidad en la que se integra la Acequia Real del Júcar e Iberdrola. De todas las demandas previstas, únicamente se cumplen las garantías para la refrigeración de la central nuclear de Cofrentes y para el abastecimiento de Valencia, indican. «A pesar de dejar sin garantías a casi todos los usuarios del río Júcar no llegan a trasvasarse ni siquiera 60 hectómetros cúbicos anuales», añaden, cuando el máximo es de 80, según el plan de cuenca. Este volumen se aproxima a los datos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), cuyo informe sobre el Júcar-Vinalopó alertaba que el canal transportaría una media de 50 hectómetros cúbicos al año.
A partir de 1983, «en un total de 13 años no se podría haber trasvasado ni una sola gota de agua», según el anejo 4 del propio proyecto de Aguas del Júcar y «en los otros tres años las cantidades serían insignificantes», subraya USUJ, que coincide, en este caso, con los cálculos de la Fundación por una Nueva Cultura del Agua. Por tanto, «se está proyectando una obra sólo útil con los datos hidrológicos del pasado, inútil con los recursos del presente por no haber sobrantes», lamentan los usuarios que insisten en que «no se oponen ni se opondrán nunca a ninguna actuación que redunde en beneficio de la Comunidad Valenciana».
Los usuarios recuerdan que los regadíos tradicionales del Júcar tienen «mayor prioridad y urgencia» que el trasvase al Vinalopó, un hecho que «debe tener el consiguiente respaldo en los presupuestos del Ministerio de Medio Ambiente y en los de todas las administraciones con competencias en el tema», exponen.
La CHJ abrió 157 expedientes contra pozos ilegales
Maria Josep Picó, Valencia
La modernización de regadíos y la regulación de los acuíferos son actuaciones prioritarias para ahorrar y utilizar de un modo eficiente los recursos hídricos limitados en la cuenca del Júcar. La Confederación Hidrográfica inició 157 expedientes sancionadores por la apertura de pozos o aprovechamiento de aguas subterráneas sin autorización o concesión a lo largo de 2003.
La cuenca del Júcar se considera excedentaria de agua en el plan de 1998, sin embargo, la ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN) estima que es deficitaria, por lo que la norma aprobada por el Gobierno central en 2001 incluyó el trasvase del Ebro (derogado por el Ejecutivo socialista el pasado junio). A pesar de las deficiencias de caudales, la demanda de apertura de nuevos pozos para riego agrícola es elevada. Este requerimiento de agua puede relacionarse con la modificación de la ley forestal valenciana: el Partido Popular incluyó en la ley de acompañamiento de los presupuestos de 1998 para la Generalitat Valenciana que los territorios de secano que habían estado abandonados más de diez años se podrían volver a cultivar, incluso convertirse en regadíos, cuando la normativa de 1993 consideraba este territorio masa boscosa.
Más de 10.000 solicitudes sin resolver
La CHJ, con posterioridad a 1998, ha recibido 11.704 solicitudes para la apertura de pozos en acuíferos de la cuenca con destino a regadíos. El organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente desconoce si estas demandas están vinculadas a cultivos irrigados roturados en antiguas tierras de secano.
Únicamente 154 aprovechamientos de aguas subterráneas han sido autorizados, según la confederación, y se encuentran inscritos en el Registro de Aguas. Otros 1.406 se han denegado, mientras que el resto (10.144) siguen sin ser resueltas.
La sobreexplotación de los acuíferos en la cuenca del Júcar favorece la intrusión marina y la salinización de las aguas subterráneas. Además, este problema ambiental se agrava debido a la contaminación por nitratos que padecen, originada por el uso excesivo de fertilizantes agrícolas.