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Crónica de un testigo directo desde Nepal

Hoy, con toque de queda, se desarrolló la manifestación más numerosa de la historia del país

Fuentes: Rebelión

 The Kathmandu Post, uno de los periódicos más leídos en inglés, ha podido hacer la tirada del día 21 con sólo cuatro páginas, por el toque de queda de 25 horas impuesto por el gobierno el día anterior. En él, en el apartado de Editorial y Opinión, se lee: «En Custodia del Pueblo» (refiriéndose al […]

 The Kathmandu Post, uno de los periódicos más leídos en inglés, ha podido hacer la tirada del día 21 con sólo cuatro páginas, por el toque de queda de 25 horas impuesto por el gobierno el día anterior. En él, en el apartado de Editorial y Opinión, se lee: «En Custodia del Pueblo» (refiriéndose al Rey), artículo escrito por Ameet Dhakal. Ameet escribe:

«En el Año Nuevo Nepalí, 14 de Abril, el Rey Gyanendra ha perdido la última posibilidad en la historia para salvar su dinastía.»

Esa misma tarde, del 21 de Abril, el rey hizo su esperada aparición en el canal de TV del gobierno. En poco menos de cinco minutos explicó (lo ya más que escuchado) que tuvo que tomar el poder el 1 de Febrero de 2005. Después pasó a decir que devuelve el poder al Pueblo para que sea ejercido bajo el Artículo 35 de la Constitución de 1990 y ha pedido a la Alianza de los Siete Partidos que recomienden un nombre para que ejerza de Primer Ministro.

El Artículo 35 de la Constitución de 1990 del Reino de Nepal dice:

«El poder ejecutivo debe, siguiendo esta Constitución y otras leyes, ser concedido por Su Majestad y el Consejo de Ministros. (La subcláusula 2 del mismo dice) El poder de Su Majestad bajo esta constitución debe ser ejercida bajo la recomendación y el consejo, y con el consentimiento del Consejo de Ministros, excepto por otra parte expresamente declarado que puede ser ejercido expresamente por Su Majestad o con la recomendación de cualquier institución u oficial. Tal recomendación, consejo, y consentimiento serán presentados por el Primer Ministro.»

Para mucha gente el Rey no había dicho mucho. La invitación a los Siete Partidos es muy débil y poco clara (por ejemplo, no habla del movimiento Maoísta). Habría que esperar la respuesta de la Alianza de los Siete Partidos.

En estos últimos meses y bajo repentinas lluvias de protestas, el gobierno del Rey ha dado mano dura contra políticos (que muchos están bajo arresto domiciliario desde hace meses), radios y televisiones privadas (confiscando tecnología y quitando el derecho a transmitir informativos), periódicos y periodistas (amenazando con prohibir las tiradas a los primeros y arrestando a los segundos), y por último a su propio pueblo, que además de los gases lacrimógenos, los porrazos, y los disparos de pelotas de goma, han utilizado balas reales para disuadir las manifestaciones (aparte de los 15 muertos dejados por las fuerzas de seguridad, hay cientos de heridos de bala). Una de las imágenes más tristes ha sido cómo las fuerzas de seguridad daban palos y arrestaban a los manifestantes ciegos que pedían más oportunidades. Los toques de queda con la justificación de «proteger al pueblo de las incursiones de terroristas (maoistas) en las manifestaciones» están al orden del día, así como el corte de telefonía móvil. En los últimos tres días hemos tenido 44 horas de toque de queda. Lo que al principio iba a ser una huelga general de 4 días, a pasado a ser una huelga indefinida. Los precios de las verduras, frutas y la poca carne que consumen, se han disparado y empiezan a escasear, así como el queroseno (muy utilizado para cocinar) y la gasolina.

La manifestación de ayer, saltándose el toque de queda, juntó a más de 500.000 personas en la capital. El Invencible Poder del Pueblo da título a la portada del The Kathmandu Post del día de hoy (22 de abril). Ha sido la manifestación más concurrida en la historia del país.

Hace poco la Alianza de los Sietes Partidos ha dado su negativa a la oferta del Rey y le ha dado, además, un ultimátum de 24 horas para que abra las puertas a nuevas elecciones para la asamblea constituyente, la formación de un gobierno de todos los partidos y diálogo con los Maoístas. Si este ultimátum no se cumple harán un gobierno paralelo (esto último no esta del todo claro si lo han dicho los partidos o es un rumor del pueblo).

Las opciones del Rey son cada vez más escasas: dar el poder total al pueblo, imponer el estado de emergencia o hacer las maletas.

Hablando con amigos que tienen informaciones más confidenciales, miembros de la ONU, de la UE, y de embajadas, rechazan que el Rey ponga el estado de emergencia ya que muchos miembros de las misiones de paz de la ONU son nepaleses y porque sería una masacre total. La oportunidad de pasar el poder al pueblo es cada minuto que pasa más escasa. Al parecer el pueblo ha ido más allá de lo que el gobierno esperaba y al Rey le queda, si siguen las cosas así, una única salida, y está en el aeropuerto.

Las nuevas noticias del día de hoy, 23 de abril, son que las masas no pudieron llegar al palacio real en la manifestación de ayer. Cerca de 200 personas han resultado heridas y una vez más las fuerzas de seguridad han prohibido el paso al personal de primeros auxilios. Ni médicos, ni ambulancias tienen permitida la entrada para ayudar.

Los tres muertos del jueves, en Kalanki, fallecieron por no tener ayuda médica. Uno de ellos era un chico de unos 14 años que golpeado por entre 12 ó 15 policías. Cuando estos pararon de golpearle, el chico intentó huir arrastrándose, pero otros tantos policías le volvieron a golpear indiscriminadamente; el chaval murió poco después. Más tarde, miembros de la policía, entraron en el Model Hospital de Katmandú y sacaron los tres cuerpos a la fuerza, sin dar ninguna razón. Uno de los muertos fue identificado como Basu Ghimire, trabajador de Kalanki. Al día siguiente, la policía apareció cuatro veces en la casa del fallecido e intentaron obligar a la viuda a que firmase un documento diciendo que Basu Ghimire era un terrorista.

Muchos de los pueblos del mundo deberían tomar nota del humilde y pobre pueblo nepalí, que costándole mucho, se han unido a una huelga general que lleva ya 16 días. 15 muertos, insurrección al gobierno (dejándole de pagar los impuestos), escasez de víveres, y falta del poco dinero que reciben al final de mes (una media de unos 40 euros al mes o quizás mucho menos), en protesta por un derecho imprescindible, el derecho al voto, y por no dejarse humillar ante la fuerza que imponen las armas del gobierno.