
Las especulaciones en algunos medios internacionales en torno a la pérdida de poder de Xi Jinping podrían no pasar de una efímera nube de verano, quizá más relacionada con la necesidad de visibilizar que en todas partes cuecen habas a la vista de la profundización de las crisis políticas en Occidente que con una dinámica real que sugiera cambios significativos en el liderazgo chino.