
En un contexto de incremento de la competencia estratégica y de las tensiones globales como máximos exponentes de las consecuencias de la alteración de los equilibrios tradicionales y de la ansiedad hegemónica, China, a su gestación de nuevos acrónimos (OCS, BRICS, etc) ha sumado, poco a poco, un catálogo de propuestas para responder al momento de cambio que vive el orden global. Y suma adeptos y críticas por igual.