Como lo que los seres humanos necesitamos son respuestas, lo que más corre por aquí son rumores. El ultimátum al Rey ha pasado y nadie ha hecho nada. Se está hablando de que las embajadas (en especial la estadounidense) y las ONG están evacuando al personal y al mismo tiempo se escucha […]
Como lo que los seres humanos necesitamos son respuestas, lo que más corre por aquí son rumores.
El ultimátum al Rey ha pasado y nadie ha hecho nada. Se está hablando de que las embajadas (en especial la estadounidense) y las ONG están evacuando al personal y al mismo tiempo se escucha que no es necesaria ninguna evacuación porque el conflicto terminará en un par de días. Se dice que esta semana va a ser muy tranquila y lo contrario, que va a ser la más sangrienta. Lo que está claro es que nadie está seguro de nada hasta que pasa. Nos enteramos de los toques de queda la misma mañana que los ponen. El periódico de hoy menciona que la noticia que está corriendo por los medios de información de la vecina India es que el Rey va a imponer, en un último intento por contener las manifestaciones pacíficas, el estado de emergencia.
El ser blanco y extranjero es de por sí un pasaporte. Utilizando el mismo, ayer me atreví a salir a la calle con la cámara al hombro en busca de alguna buena imagen. Lo que encontré fue una ciudad desierta ocupada por tanques, tanquetas, camiones y jeeps.
Ejercito, policía y policía armada parados en puntos estratégicos, cortando el paso al palacio y al Ratna Park (parque céntrico muy cercano al palacio real) con lo que podían: camiones, alambres de espino, tubos de cemento de alguna obra y cualquier otra cosa que sirviera para el mismo propósito.
Fui parado un par de veces por la policía, pero aquí funciona salirse por la tangente y hablar del fútbol español (que les encanta). Lo único que me dijeron es que tuviese cuidado.
Lo que observé fue que la ciudad estaba llena de basura (mucho más que de costumbre). Aquí se ponen las bolsas de basura fuera de casa o directamente se tira a la calle para que perros y vacas se coman los restos, lo demás es recogido por los basureros y basureras que lo cargan en unas carretillas con grandes canastos de bambú y lo llevan a un punto donde están los separadores de basura (normalmente es una plaza del barrio). Estos abren las bolsas y van separando todo lo que se puede reciclar y, lo que no, lo queman allí mismo. Como todos están en huelga, la basura se recoge con mucha menos frecuencia y el olor se va apoderando de la ciudad. Muchos han optado por quemar la basura en casa.
También fui testigo de algo que ya había oído; los militares y policías están utilizando coches y camiones privados como medio de transporte. Los conductores son, normalmente, los civiles dueños de los vehículos. Algunos quitan las matrículas para no ser identificados.
Otro problema que se avecina, según el mismo periódico nepalí, es la falta de combustible. Según las previsiones de la NOC (Nepali Oil Corporation), tienen para cubrir cuatro días como los que hemos estado viviendo, o sea, sin coches en la calle. Si la vida normal vuelve, no tendrían reservas ni para un día. La IOC (Indian Oil Corporation), que es la que provee petróleo a Nepal, quiere cobrar la deuda que Nepal tiene con ellos, que es de unos 56 millones de dólares. Los bancos parece que no pueden seguir dando más préstamos.
A medida que pasan los días, las exigencias de los ciudadanos son mayores (mucho más que las de los políticos). Muy pocos están ya de acuerdo con una monarquía ceremonial, lo que ahora demandan principalmente es:
– Que el Rey Gynendra abandone el poder y se vaya, e instalar una república.
– Una nueva constitución. La mayoría de los partidos, los maoístas y los manifestantes están demandando la formación de una asamblea especial para configurar un borrador de la nueva constitución. La decisión clave sería decidir cómo cambiaria el papel del monarca.
– Un gobierno interino que prepare elecciones a la asamblea constituyente.
(The Himalayan Times, 24 de Abril).
Como ayer fue un día «tranquilo», el toque de queda de hoy ha sonado un poco más tarde. Hoy será de siete horas nada más.
La alianza de los siete partidos se está preparando para una masiva manifestación que tendrá lugar mañana 25 de abril. Calculan que unos dos millones de personas saldrán a la calle con un propósito: llegar al Palacio Real, el cual está más que protegido (según he escuchado por la calle, mañana se manifestarán por la Ring Road (avenida de circunvalación de la capital) y pasado mañana intentarán llegar al palacio).
También ha habido noticias en los periódicos de que muchas de las operaciones del ejército y policía están dirigidas desde helicópteros militares. Muchos testigos han confirmado que una vez que los helicópteros se van del área de protestas, los militares comienzan a abrir fuego sin una provocación de las masas. No es de extrañar que las últimas cifras mencionen 14 muertos, 4 desaparecidos, 8 han quedado ciegos o tuertos, 24 mutilados y 5.000 heridos de diferente gravedad.
He vivido varios años en zona de huracanes y sé que lo peor de un huracán comienza una vez que ha pasado: gente sin casas que ha perdido todo, sin víveres, sin agua, etc. Aquí me estoy temiendo que va a pasar algo por el estilo. ¿Qué harán los partidos si el Rey se va? ¿Podrán llegar a un acuerdo para redactar una nueva constitución?
No está muy claro que los partidos tengan un plan para sacar al país de esta crisis.
La sociedad nepalesa, por todo lo que lleva luchado, se merece un gobierno que la escuche y la saque del agujero en el que está metida.