EEUU ha afirmado que el escrutinio celebrado el pasado viernes en Marruecos para elegir la nueva Cámara de Representantes «es conforme a los estándares internacionales», como lo corroboran los diferentes informes de los observadores marroquíes y extranjeros. Según informaciones del gobierno marroquí, Washington felicita al gobierno y al pueblo marroquíes por «el buen desarrollo» de […]
EEUU ha afirmado que el escrutinio celebrado el pasado viernes en Marruecos para elegir la nueva Cámara de Representantes «es conforme a los estándares internacionales», como lo corroboran los diferentes informes de los observadores marroquíes y extranjeros.
Según informaciones del gobierno marroquí, Washington felicita al gobierno y al pueblo marroquíes por «el buen desarrollo» de estos comicios por boca del Portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, en una declaración hecha pública hoy en Washington.
«Estimamos que estas elecciones constituyen un nuevo paso hacia adelante», precisó el responsable americano, antes de expresar el «apoyo» de su país al proceso democrático de Marruecos. Istiqlal es considerado como un partido de tendencia derechista y ha gobernado en la última legislatura en coalición con los socialistas del USPF, el Movimiento Popular (MP, de centro-derecha y con gran apoyo entre los bereberes del país), la Asamblea Nacional de Independientes (RNI) y el Partido Popular Socialista (PPS).
33 partidos políticos y 15 listas de candidatos sin afiliación política se han presentado a estas elecciones, las segundas desde la llegada al trono de Mohammed VI en julio de 1999.
La tasa de participación ha alcanzado el 37% con la votación de 5,7 millones de electores de los 15,5 millones inscritos en las listas electorales.
El partido nacionalista del Istiqlal (PI), miembro de la coalición gubernamental saliente, salió ganador con 52 escaños seguido por el Partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD, oposición) con 46 escaños, según los resultados definitivos comunicados ayer por el Ministerio del Interior.
El gran perdedor de estos comicios es la Unión Socialista de las Fuerzas Populares (USFP) que se clasificó en la quinta posición con 38 escaños.
Este partido, que forma parte del Gobierno saliente del tecnócrata Dris Yetu, fue la primera fuerza política del país al conseguir 50 escaños en los comicios de 2002.
Formación de gobierno
El Istiqlal ha conseguido 52 escaños en la Cámara de Representantes, cinco más que en la pasada legislatura. Su número uno, Abbas el Fassi, yerno del histórico líder de la independencia y fundador del partido Allal El Fassi, se comprometió ayer a seguir gobernando en coalición con estos cuatro partidos, que, con 186 diputados, tienen mayoría absoluta.
Para la formación del ejecutivo, sin embargo, quien tiene la última palabra es el Rey, que nombrará al primer ministro y a los titulares de las carteras más importantes. El primer ministro será el encargado de hacer negociaciones entre los partidos para formar gobierno.
Aunque el ministro del Interior Chakib Benmoussa se felicitó por el buen funcionamiento de los comicios, en que sólo se registraron incidentes aislados, y elogió la labor de los observadores internacionales y las fuerzas de orden público, los islamistas achacaron su derrota a que los partidos tradicionales (en clara alusión al Istiqlal) siguen comprando votos. Según los islamistas, en estas como en anteriores elecciones, «el dinero ha circulado a espuertas para comprar voluntades».
Los grandes perdedores de estas elecciones son los socialistas del USFP, que ha pasado de ser primera fuerza política a ocupar la quinta posición, con 36 escaños. La mayoría de los considerados grandes del partido se han quedado fuera del Parlamento.
Un dato interesante es el éxito arrollador de uno de los candidatos sorpresa en esta legislatura, Fouad Ali El Himma, amigo y compañero de estudios de Mohammed VI, a quienes algunos analistas políticos sitúan entre los candidatos a ser elegido como nuevo primer ministro.