El monarca marroquí Mohamed VI ha destituido a cinco ministros, entre ellos los de Justicia e Interior. El Catedrático de Derecho Constitucional Carlos Ruiz Miguel, atribuye este movimiento a la crisis que esta sufriendo Marruecos tras el caso de la activista saharaui Aminetu Haidar. El ministro del Interior, responsable de lo que ocurre en el […]
El monarca marroquí Mohamed VI ha destituido a cinco ministros, entre ellos los de Justicia e Interior. El Catedrático de Derecho Constitucional Carlos Ruiz Miguel, atribuye este movimiento a la crisis que esta sufriendo Marruecos tras el caso de la activista saharaui Aminetu Haidar.
El ministro del Interior, responsable de lo que ocurre en el Sahara ocupado, ha sido sustituido junto con el de Justicia que durante la crisis Haidar ha estado en España tratando de persuadir al gobierno y partidos españoles.
La crisis del caso Aminetu Haidar se ha saldado con las primeras víctimas. El rey M VI, ha cesado a los ministros de Interior y Justicia. Según Ruiz Miguel, la destitución de estas carteras responde a «la mala gestión» del caso de la activista saharaui Aminatu Haidar que fue expulsada de El Aaiun el pasado 14 de noviembre a Lanzarote donde llevo una huelga de hambre que duró 32 dias.
Para el analista del Magreb como suele ocurrir en los sistemas de poder absoluto, «el tirano» no quiere asumir responsabilidades y ha buscado una «cabeza de turco» (de «moro» cabría decir aquí). Y esas cabezas son dos: la de Chakib Benmusa, el hasta ahora ministro del Interior que acaba de ser destituido; y la del ministro de Justicia, Abdeluahid Radi. Ambos están entre los cinco ministros marroquíes destituidos.
Marruecos con estas bajas está reconociendo el fracaso tras el caso Haidar, aseguró el Catedrático en Derecho Constitucional. Si tenemos en cuenta que Chakib Benmusa es el responsable de la policía marroquí y que quien provocó la deportación de Aminetu Haidar fue la policía marroquí, agregó.
Igualmente, indicó que Abdelwahid Radi vino a España para intentar «persuadir» al gobierno y partidos españoles de las «buenas razones» de Marruecos para deportar a la defensora de los Derechos Humanos Aminetu Haidar. Rabat pretende salvar su imagen deteriorada por las violaciones de derechos humanos que se cometen en el Sahara Occidental teniendo en cuenta sus pretensiones de convertirse en socio de la Unión Europea, concluyó.