Ayer, mientras la policía disparaba sobre los manifestantes en el centro de Túnez, circulaba en internet esta carta, presuntamente redactada por Kamel Morjane, ministro de Asuntos Exteriores del criminal gobierno tunecino. Pocas veces una manipulación habrá encerrado tantas lecciones. Traducido por Ciro Gonasti.
Ciudadanos, ciudadanas
Habiendo sido testigo de los acontecimientos que han tenido lugar en Túnez desde el 17 de diciembre del 2010, no me siento ya capaz de asumir mis funciones con la serenidad y objetividad exigibles, por lo que os informo de mi dimisión como ministro de Asuntos Exteriores del gobierno tunecino.
Pido a las familias de los mártires que acepten mis sinceras condolencias y mi más profundo pesar por esta tragedia.
Como marido de la hija de uno de los primos de Ben Ali, yo también formo parte de lo que se ha llamado justamente El Clan de la familia Ben Ali. No me siento orgulloso de mi propia familia y me declaro dispuesto a ser juzgado por un tribunal liberado del yugo de la dictadura, confiando que el pueblo tunecino, a través de mi dimisión de hoy, se sienta inclinado a ser compasivo conmigo y con mi familia más próxima.
Tomo esta decisión esperando que se instaure el retorno a la calma. Dejo el gobierno tunecino para expresar mi profunda tristeza y mi indignación frente a la mala gestión de esta crisis, la cual ha causado la muerte de decenas de jóvenes tunecinos. Estoy profundamente convencido de que no se trata de terroristas sino de ciudadanos que ejercían su derecho de manifestación contra un régimen que les ha abandonado durante décadas y es precisamente por esta razón por la que ya no me considero miembro de este gobierno déspota y manipulador.
En un último impulso, el gobierno trata mal que bien de deslegitimar a los manifestantes pagando saqueadores que siembran la duda en relación con los comportamientos inhumanos de los policías. Una vez más expreso mis sinceras condolencias a las familias de las víctimas. No solamente a las que han muerto como mártires estas últimas cuatro semanas, sino también a las familias despedazadas por las injusticias de este Clan.
Desde este momento yo no estoy ya implicado en la represión ciega que se ha impuesto al pueblo tunecino.
Por un Túnez libre.
Kamel Morjane