Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
«La prisa de los medios por glorificar a Obama como «el presidente guerrero» es sintomática de una sociedad occidental que ha llegado a ver la guerra como enteramente normal… Por el momento es casi imposible imaginar que Occidente no esté siempre atacando, o planificando un ataque, contra una u otra nación indefensa.»
You Cannot Kill An Ideology With A Gun de Media Lens
En condiciones normales -e indudablemente no lo son y seguramente de eso se trata-, la tan necesaria llegada de un planeta verdaderamente socializado y globalizado hubiera podido encarar el lío en el que el capitalismo ha convertido las cosas. Después de todo, nuestros desastres son ahora de escala planetaria y, por lo tanto, ahora solo pueden ser encarados por el planeta en su conjunto. Eso significa todos nosotros, no sólo unos pocos privilegiados.
Es bastante irónico que los Piratas hayan anunciado, no, pregonado, la ‘globalización’ como la solución para todos nuestros problemas, cuando en realidad la naturaleza misma de la ‘globalización’ capitalista es la fuente principal no sólo de nuestras crisis locales, sino de las globales, que se multiplican a diario mientras el Imperio trata desesperadamente de aferrarse a su dinero mal habido. Son problemas que ahora amenazan nuestro futuro como especie, por no hablar de un futuro mejor para todos.
Sin duda, cuando el camarada Marx puso por primera vez el sello a nuestra visión socialista con su ‘Trabajadores del Mundo, Uníos’, no tenía la menor idea de hasta qué punto el mundo lo embrollaría todo. Porque, aunque fue el primer auténtico globalista y vivió de primera mano el pavoroso poder del capitalismo industrial para ‘domar la naturaleza’, estoy seguro de que en vista de la falta de conocimiento sobre la verdadera naturaleza de la biosfera, así como de la sorprendente capacidad del capitalismo de consumirlo todo a su paso, nada podría haberlo preparado para Fukushima o Chernóbil.
La Operación Amanecer de la Odisea, sin embargo, hubiera sido un territorio familiar para él. Semejantes ‘escapadas’, conocidas antiguamente como «Diplomacia de la Cañonera», habían ayudado a construir el mundo habitado por Marx. La única diferencia era que en aquel entonces no necesitaban un pretexto; el poder lo era todo, y se acabó. Actualmente, con el discuros de los ‘derechos humanos’ y los crímenes de guerra, la diplomacia de la cañonera está un poco desfasada por toda las insensateces divulgadas por los piratas.
La escandalosa llamada del general Sir Richard Davis del otro día a bombardearlo todo en Libia ilustra lo que se oculta tras el barniz de civilización. Y créanmelo, el general Sir Davis proviene de una larga línea de piratas que llega hasta el Siglo XVI y el reino de Isabel I, cuando los piratas eran descritos como ‘corsarios’ o, para llamarlos por su nombre contemporáneo, contratistas militares privados.
Al buscar en Google al sujeto, encontré numerosas reiteraciones de su arrebato pero ni una sola crítica o cuestionamiento de nuestros amos políticos o de los medios dominantes sobre la interferencia militar directa en el proceso político. No es un accidente que los militares hayan entrado a la escena política, después de que el Imperio no tuviera otra alternativa que recurrir a la fuerza militar como su ‘solución’ a los problemas políticos/económicos (¡causados, para comenzar, por sus propias políticas!).
De modo que, una vez más, se trata de un doble golpe, un atracón de guerras imperialistas en el extranjero y de crisis económicas/sociales en el interior, una reedición de los años treinta (y todo, en general, por los mismos motivos), total, con supuestos socialistas elegidos que se transforman en fascistas mediante un sofisticado ‘cambio de nombre’ de lo que es ser fascista. Ahora somos fascistas en el extranjero y humanitarios en casa; bueno así nos ve la mayor parte del mundo, y tiene razón al hacerlo. Por desgracia, no vemos ese punto de vista representado en nuestro monstruo mediático y de entretenimiento. Lo que nos brindan es la Gran Mentira, repetida una y otra vez.
Por ejemplo, la cobertura de la BBC de la invasión de Libia consiste de despliegues patrioteros sobre ‘nuestros muchachos y muchachas’ que hacen lo que se debe con sus cosas, por ejemplo:
VÍDEO: Secuencia de ataques aéreos contra barcos de guerra libios
BBC News 20 de mayo de 2011 a las 7:49
Ataques aéreos de la OTAN han alcanzado a ocho barcos de guerra pertenecientes a las fuerzas del coronel Muamar Gadafi en un ataque coordinado contra Trípoli, Al Khums y Sirte.
VÍDEO: Vídeo desde la cabina del piloto de ataques contra Trípoli
BBC News, 17 de mayo de 2011 a las 16:32
La OTAN dice que ataques aéreos durante la noche contra Trípoli alcanzaron importantes edificios del gobierno libio
VÍDEO: ‘Escaneando miles de millas en minutos’
BBC News, 11 de mayo de 2011 a las 19:05
Caroline Wyatt de la BBC es la primera periodista de la televisión a la que se permite que filme a bordo de un avión espía Sentinel de la Real Fuerza Aérea en un vuelo sobre Libia
Y, claro está, el llamado del ‘pirata’:
‘VÍDEO: Libia: Llamados a que la OTAN ‘aumente las apuestas’
BBC News, 15 de mayo de 2011 a las 7:38
El jefe de las fuerzas armadas del Reino Unido ha llamado a que la OTAN intensifique la campaña en Libia.
El resto de la cobertura de la BBC refleja sin excepción la visión de los eventos del Imperio; no hay un solo artículo en la web de la BBC que cuestione la Operación Amanecer de la Odisea y los motivos de la invasión. Como en el caso de la OTAN y sus gobiernos, es una suposición a priori hecha por la BBC que todo acto del Imperio es realizado por razones humanitarias o, por lo menos, por los motivos correctos. Simplemente, no hay ningún motivo para considerar alguna alternativa a la realidad de la BBC, y el cuestionarla invita al desdén y al rechazo con una saludable porción de condescendencia sarcástica, en sí una señal de debilidad:
Andrew Marr, entonces editor político de la BBC, a Media Lens:
«Me temo que pienso que es simplemente pernicioso y anti-periodístico. Noto que usted hace publicidad a una organización llamada Ecuanimidad y Exactitud en la Información, de modo que supongo que por lo menos tiene sentido del humor. Pienso que la próxima vez no me preocuparé de ‘medialens’, si no le importa.»
(Correo con fecha 7 de octubre de 2001, después de ser cuestionado por su análisis del bombardeo por la OTAN de la antigua Yugoslavia. Para más sobre esto, vea nuestra Media Alert, ‘The BBC’s Political Editor Responds’, 13 de octubre de 2001)
En un sentido muy real (y arriesgo una suposición legal), la BBC es cómplice (como el resto de los medios dominantes) de la perpetración de crímenes de guerra, no solo al aceptar la idea de que la fuerza es el único medio para resolver un conflicto, sino también al promover activamente este punto de vista en su cobertura ‘noticiosa’.
Fuente: http://www.
rEV