En la noche del lunes 18 al martes 19 de julio de 2011, hombres fuertemente armados atacaron durante tres horas la residencia privada del presidente guineano, Alpha Condé, en Conakry. El Presidente resultó ileso y ha pronunciado un discurso invitando a la población guineana a la calma y dejando la cuestión en manos de la […]
En la noche del lunes 18 al martes 19 de julio de 2011, hombres fuertemente armados atacaron durante tres horas la residencia privada del presidente guineano, Alpha Condé, en Conakry. El Presidente resultó ileso y ha pronunciado un discurso invitando a la población guineana a la calma y dejando la cuestión en manos de la justicia y de las fuerzas del orden. Los diversos enfrentamientos dejaron dos muertos, tres heridos y más de treinta militares detenidos. Los 13 civiles supuestamente implicados no están todavía arrestados. Esta situación tiene lugar ocho meses después de las presidenciales de noviembre de 2010 que convirtieron a Alpha Condé en el primer presidente democráticamente elegido de Guinea. En el momento en que el gobierno y las instituciones republicanas estaban estudiando las fórmulas para la organización de las legislativas, en la noche del lunes 18 al martes 19 de julio de 2011, de las 2 a las 5 horas de la madrugada, individuos con armas pesadas atacaron la residencia privada del Presidente elegido democráticamente, Alpha Condé, causando un muerto y tres heridos en la guardia presidencial. El segundo ataque tuvo lugar el mediodía del martes 19, cuando el presidente de la República en compañía del embajador de Francia y de autoridades civiles y militares, había vuelto al lugar para ver el estado del edificio. Un agente de seguridad murió durante este último ataque.
Inmediatamente después de este doble intento de asesinato de Alpha Condé, las fuerzas de defensa y de seguridad procedieron a los arrestos de más de treinta oficiales y suboficiales. Entre los detenidos, los nombres más conocidos son: el general Nouhou Thiam, ex jefe de Estado mayor de las fuerzas armadas guineanas durante la transición, el coronel Sidiki Camara, alias De Gaulle, ex guardaespaldas del presidente de la transición, el general Bachir Diallo, ex director de gabinete del presidente de la transición. Estos hombres han sido colaboradores del general Sékouba Konaté, que continuó la transición desde enero de 2010 a diciembre de 2010. El general Sékouba Konaté está actualmente al mando de las fuerzas armadas de la Unión Africana. Se habla también de otros oficiales cercanos al capitán Moussa Dadis Camara, jefe de la junta militar que dirigió el país del 23 de diciembre de 2008 al 3 de diciembre de 2009. Entre éstos se encuentran el coronel Abdoulaye Chérif Diaby, ex ministro de Sanidad, y el coronel Mamadouba Bondabon Camara, ex prefecto de Dubréka, en las cercanías de Conakry.
A éstos se añaden nombres pocos conocidos del público guineano, pero todos militares. Se trata de Ousmane Keita, Morlaye Soumah, Saa Alphonse Touré (en busca), Kémo Conde, Moussa Traoré, el coronel Cheick Ahmed Tidiane Camara (ex responsable del servicio de inteligencia del difunto presidente Lansana Conté).
Igualmente se habla de 13 civiles entre los supuestos autores del atentado. Sin embargo, según el ministro de la Comunicación, Dirus Dialé Doré, todavía no han detenido a ninguno de ellos. A pesar de ello, algunos personajes, con cargo en determinados partidos políticos, han desaparecido de Guinea desde que se conoció el resultado de los atentados contra el presidente de la República.
¿El hecho de que gran número de los militares detenidos sean antiguos colaboradores del general Sékouba Konaté y el capitán Moussa Dadis Camara, significa que estas dos grandes figuras de la transición guineana estaban informadas de los preparativos del atentado? De momento es difícil responder a esta pregunta, pero lo cierto es que tanto uno como otro han condenado el acto. Por su parte, en una entrevista a Radio Francia Internacional, el capitán Moussa Dadis Camara ha dejado claro que estos oficiales citados no son sus amigos aunque reconoce haber trabajo junto a ellos. Además, afirma haber conversado con el presidente Alpha Condé por vía telefónica, después de los ataques, para expresarle sus sentimientos de simpatía y de solidaridad.
Acabar con las dictaduras, vivir en una sociedad democrática, ha sido uno de los sueños más importantes de los guineanos, en su medio siglo de independencia. Por lo que las primeras elecciones libres y democráticas, en las que fue elegido presidente Alpha Condé, fueron una gran ilusión para el pueblo de Guinea.
En estas condiciones, no podemos dejar de preguntarnos el porqué de estos ataques cuya finalidad era acabar con la vida del jefe de Estado guineano. ¿Cuál puede ser el motivo de este atentado? A este respecto, no hay todavía declaraciones de parte de los supuestos acusados. Pero se puede pensar, conociendo la situación socio-política de Guinea en las últimas décadas, que las eventuales motivaciones del atentado fracasado podrían explicarse por las distintas reformas que Alpha Condé está llevando a cabo, después de su elección, en la administración tanto militar como civil.
Al nivel de las Fuerzas armadas, el presidente Alpha Condé ha constituido un nuevo Estado mayor y se ha atribuido la cartera de defensa, para así poder realizar las reformas requeridas. Otro cambio importante introducido por el nuevo régimen es la desmilitarización de la capital, Conakry, que exige el traslado de oficiales y de armamento pesado al interior del país. Muchos de los supuestos culpables del atentado estaban destinados al interior pero ninguno de ellos se había presentado en su nuevo lugar de trabajo. Además de esto, como el mismo jefe de Estado ha sostenido en una entrevista a Radio Francia Internacional, en el ejército guineano había oficiales que cobraban cerca de 30.000 euros mensuales; así como existía un fondo de 10.000 millones que nadie sabe a qué destino servía. Todas estas prebendas irregulares se han suprimido. A nivel de la administración civil, el gobierno ha descubierto a numerosos funcionarios con falsos títulos. La eliminación de estos títulos ilegales ha creado frustración en sus propietarios. Otro acto del presidente que ha podido motivar la organización de este doble atentado pudo ser la supresión de las múltiples cuentas públicas que estaban en los bancos, centralizando todas ellas en la tesorería.
Todo esto nos lleva a descartar las razones étnicas. En la lista de los detenidos no sólo hay peul (fulani), susu, diallonké, kissi, sino que además hay implicados de la etnia del mismo presidente, malinké. Así, tanto el atentado como las detenciones no deberían tener un carácter étnico. La pérdida de los privilegios y el cierre de las vías de corrupción son las principales razones de este atentado. Todos los que estaban implicados en el tráfico de drogas y los que roban los recursos del país están hoy frustrados por el nuevo sistema.
Una aproximación histórica
La República de Guinea, o Guinea Conakry, tiene una superficie de 244.857 Km2. Este país del África Occidental de más o menos 11 millones de habitantes, está rodeado por el Océano Atlántico al sureste, Guinea Bissau, Senegal y Mali al norte, Costa de Marfil al este, Liberia y Sierra Leona al sur. Guinea Conakry, cuya actuación por la independencia sirvió de modelo en el proceso de descolonización para muchos Estados africanos, en más de medio siglo de independencia sólo ha conocido sufrimiento. «Escándalo geológico», a causa de sus enormes posibilidades mineras, Guinea Conakry se cuenta sin embargo entre los países más pobres del mundo. Las políticas que la han gobernado son las principales causas de su retraso socioeconómico actual.
Sékou Touré, el hombre que condujo al país a la independencia en 28 de septiembre de 1958 y que se convertiría después en su primer presidente, elaboró un régimen extremadamente duro, que sembró el terror en Guinea y confiscó las libertades tanto individuales como públicas. Tras 26 años de un poder sin reparto Sékou Touré murió a finales de marzo de 1984 en los Estados Unidos, donde era asistido por una antigua dolencia.
Una semana más tarde, el general Lansana Conté, entonces coronel, se convirtió en el nuevo presidente al frente de un Comité Militar de Restablecimiento Nacional (CMRN). Éste dirigió el país con mano dura en 24 años, reprimiendo a sangre toda forma de contestación tanto en el ejército como en la calle. Con él desaparecieron el Estado y las instituciones, se hundió la economía, se generó una cultura de impunidad y de corrupción en Guinea y el país se convirtió en un narco-Estado.
A ambos personajes (Sékou Touré y Lansana Conté), se enfrentó el Profesor Alpha Condé (actual presidente de Guinea Conakry) y el precio de ello fue muy caro para él. Con el primero tuvo que pasar muchos años de su vida en el exilio. Mientras que con el segundo fue detenido y encarcelado durante dos años, acusado de encabezar una rebelión para desestabilizar el régimen (de Conté), después de las malogradas elecciones presidenciales pluralistas de 1998.
A la muerte de Lansana Conté, en diciembre de 2008, el capitán Moussa Dadis Camara, al frente del Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo (CNDD), dirige un golpe de Estado y se hace con el poder. Exactamente un año después, el 23 de diciembre de 2009, Moussa Dadis Camara recibe los disparos de su jefe de guardia, el teniente Toumba, en paradero desconocido desde la fecha. El capitán Moussa Dadis Camara está actualmente en Burkina Faso convaleciente de las secuelas del atentado. En enero de 2010, el general Sékouba Konaté asume la presidencia interina hasta las elecciones presidenciales del mismo año.
Las primeras elecciones democráticas
La primera y la segunda ronda de estas elecciones, las primeras libres y democráticas en la historia de Guinea Conakry, tuvieron lugar respectivamente el 27 de junio y el 7 de noviembre de 2010. De estas elecciones a las que se presentaron 24 candidatos, salió el ganador Alpha Condé y juró el cargo, un mes después, el 21 de diciembre.
Estas elecciones se caracterizaron por grandes irregularidades. Entre éstas se puede citar el caso del censo de los electores. La Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), al estar formada mayoritariamente por militantes y simpatizantes de uno de los partidos candidatos (UFDG), censó a muchos no guineanos, de la misma etnia peul del candidato Cellou Dalein Diallo, en detrimento de ciudadanos de otras regiones del país. Esto explica los 43,69% y 47,4% de los votos conseguidos respectivamente durante la primera y la segunda ronda de votaciones de estas elecciones. En España, por ejemplo, durante la segunda vuelta de las elecciones, se incautaron tarjetas electorales falsas a muchos senegaleses, gambianos, mauritanos y nigerianos en el colegio electoral (ubicado en el Colegio público República del Uruguay, en el 120 de la calle de Nuestra Señora de Valvanera), debido a esta irregularidad, y a los violentos altercados que se produjeron, hubo que anular estas elecciones en Madrid. En la actualidad, muchos no guineanos y guineanos que no tienen la edad de votar están en posesión de tarjetas electorales. Por eso, para las legislativas, es necesaria la realización de un nuevo censo. Para concluir nuestra reflexión, conviene dejar claro que lo ocurrido no afecta en nada la calma del país, pues el pueblo de Guinea y el ejército en su gran mayoría están a favor de la democracia y apoyan las reformas que ha proyectado su presidente. La paz reina en las calles del país y los extranjeros continúan su vida normal. La situación está bajo control.
Mathieu Nyankoe Loua es analista político y representante del RPG en España
Fuente: http://www.africafundacion.org/spip.php?article9453
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