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Grecia, hoy de rodillas, debe ser el contra-modelo absoluto para Túnez, país en algunos aspectos comparable y que parece que siga la misma vía sin salida de Grecia

Grecia-Túnez, dos pequeños países en revolución permanente

Fuentes: Kapitalis

Traducido del frances para Rebelión por Carmen García Flores


«Hay un cierto olor particular en Atenas desde el comienzo del segundo invierno de la era de los Memorandos: el olor de la madera que arde en las chimeneas y el de las sartenes que han reemplazado por todas partes la calefacción de fuel, desde ese momento prohibitivas. El resultado: por la tarde la ciudad está envuelta en una especie de capa de niebla a la que acompaña el olor acre de la combustión».

Tal es la imagen con la que Stathis Kouvélakis, universitario y miembro de Syriza, una formación de la izquierda radical griega, comienza una pequeña nota que circula por la red.

¿Y qué son los Memorandos ? Nada menos que los dictados que impone la » Troika» ( Comisión europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) para que Grecia pague sus deudas contratadas durante los años de fastos, en la época de la especulación de la vivienda y todo un abanico de » montajes» bancarios que disparó al país a una tasa de crecimiento superior a la media europea.

Los encargados de la maniobra, en esa época, fueron los bancos alemanes y franceses que se lucraron a costa de los griegos, pero también a costa de los españoles (y sus ciudades balnearios «fantasmas» reservadas a los ricos inversores occidentales), y de los portugueses que bebieron el mismo cáliz.

Los » negocios » dieron alas a los griegos, quienes organizaron los Juegos Olímpicos, y permitieron a Atenas ponerse al nivel de una verdadera metrópolis europea. Esto sucedía en el siglo pasado…

Años de fastos y de especulaciones

Eran los años de fastos antes de la crisis del año 2008, provocada por otra especulación que se parece a un serial-killer :   la   de las subprimes americanas. Pero volvamos a Grecia.

«A este ritmo, se podría, sin embargo, suponer que los muros se cubrirían rápidamente de hollín, y que Atenas se parecería al París o al Londres de los años treinta, en este aspecto solamente. Otro resultado (igual de desastroso para el medio ambiente): los bosques (o lo que queda de ellos) han sido devastados de manera salvaje, como durante la Ocupación; incluso los olivares, lo que no se había producido nunca, incluso durante la Ocupación. Efecto raro de este «nuevo» modo de calefacción en el paisaje urbano: por todas partes, en los bordillos de las aceras o en los solares desocupados, se encuentran puestos o tenderetes donde venden madera para la calefacción por todas partes, y que en otro tiempo fueron puntos de venta de plantas de interior. Las calles, la mayor parte del tiempo vacías y mal iluminadas, toman una vago aspecto casi rural. »

Y mientras tanto el país ha conocido una recesión que ha alcanzado la impresionante cifra del 25%, un paro del 33%, para una población equivalente a nuestro Túnez, y, agárrense fuerte: un 60% de la juventud está sin empleo.

Atenas adquiere el aspecto de una ciudad fantasma, con cerca de la mitad de sus pequeños comercios que han tenido que echar el cierre definitivamente al producirse una serie de quiebras en cascada.

Los hospitales y los colegios están en un estado de deterioro avanzado y sus alumnos se desploman en plena clase porque no tienen nada para desayunar.

El comercio del oro

« El único comercio que parece prosperar en Atenas, aparte del de la madera para la calefacción, es el del oro. Son los únicos letreros nuevos, peripuestos y agresivos, en unas calles en las que cerca de la mitad de sus comercios han tenido que cerrar. A los pobres, más exactamente, a los paupérrimos, se les invita a deshacerse de las alhajas de familia y otros enseres con una facilidad pasmosa. Pero este comercio está también al acecho de otros emplazamientos: Así, la cadena Carrefour lo ha instalado en algunos supermercados, justo al lado de los cajeros, restableciendo así en parte la función del oro como medio de pago. Jacques Sapir calcula que al menos un tercio de la economía griega está fuera del cambio monetario (trueque, economía de subsistencia, etc.) »

Hay que recordar que este resultado se ha obtenido por la conminación de los acreedores por ver sus deudas liquidadas ante cualquier otro gasto útil para el país. Y he aquí a Grecia obligada a pedir préstamos a los bancos franco-alemanes, entre otros, con unos intereses de usura debido a la degradación de su calificación soberana llevada a cabo por las famosas agencias internacionales de calificación, para pagar a los mismos bancos. A pesar de que los bancos alemanes pueden pedir prestado, a su vez, a un interés reducido ante el mercado financiero por el simple hecho de la buena sostenibilidad de la economía alemana obtenida por una gigantesca estafa demostrada de manera minuciosa por un informe redactado por las asociaciones Attac y la Fondation Copernic (» En finir avec la compétitivité » ) que se puede consultar en sus respectivos portales de internet.

¿A quién aprovecha el crimen?

La ratio de la deuda griega ha escalado del 120% del PIB en 2010 al 180% en 2012. ¿A quién aprovecha el crimen?

Se asiste de pronto a un verdadero éxodo de una parte de la élite griega.

La población ha tenido que reinventarse el sistema de cómo apañárselas.

Statis Kouvélakis nos cuenta la historia de una amiga que «trabaja en un gabinete de notaría desde hace mucho tiempo y vive sola con su hijo de 19 años. Su jefe ha visto disminuir el número de sus casos a las tres cuartas partes. Él se ha negado a disminuirle el salario, pero le redujo la jornada a tiempo parcial. Ella intenta sobrevivir con 500 euros al mes.» [Me cuenta] «cómo lleva adelante su casa con la ayuda de los militantes de DEI de su barrio. Se las agencia para poder ir en metro sin tique, recuperando los tiques válidos de los viajeros que salen de la estación (todos los tiques son válidos durante 90 minutos por un trayecto en la misma dirección). Como su hijo, que ha intentado pasar en junio las pruebas de acceso a Bellas Artes (sin clases de preparación, prohibitivas).»

La situación griega esboza lo que está sucediendo en España, en Portugal y más al norte, en Irlanda.

Grecia también puede mostrar cuál será nuestro futuro próximo en Túnez si seguimos con esas mezquinas querellas alrededor de «continentes» constitucionales, olvidando el «contenido» social de las urgencias por satisfacer en materia del reparto de la riqueza.

Una lógica en suma nula

El gobierno socialista francés ha anunciado el 6 de noviembre, una rebaja veinte mil millones en impuestos a las empresas, al servicio de un «rebrote de la competitividad«.

Para compensar en parte esta medida, el IVA será aumentado globalmente para generar siete mil millones de euros de nuevos ingresos (las tasas del 19%, 7% y 5% pasarán al ¡20% 10% y 5%!). El resto de las medidas deberá ser financiado por los recortes en el gasto público.

Michel Husson, economista, miembro de la fundación Copernic y del consejo científico de Attac, anticipa la ineficacia de esta política de «reactivación por la oferta«, en un contexto de recesión económica que reduce la demanda. Para él, los numerosos informes que recomiendan el famoso «choque de competitividad» ponen por delante elementos de competitividad «cualitativa» en términos de investigación, innovación, especialización, etc.

Noche a 12 euros

Escuchamos la misma música entre nuestros responsables tunecinos, quienes tararean lo que les soplan al oído, olvidando el contexto de recesión que golpea de frente a Europa. Nos hablan de exportaciones incluso hacia la misma Europa y de campañas de sensibilización turística junto a estos mismos europeos sin dinero; y así encontramos noches a 12 euros en temporada baja (el precio de una entrada de cine en París o de un simple plato fuerte en un bistrot elegante en la misma capital). Este precio incluye el transporte terrestre, un desayuno pantagruélico, una cena rabelaisiana, una habitación de hotel climatizada según la estación, duchas mañana y noche, y un personal que sufre a pies juntillas las burlas de los «turistas» que exigen limpieza, un buen servicio o se quejan por la falta de verduras y frutas que no son de temporada; los franceses se han ganado a lo largo del tiempo la pompa del prototipo del turista «gruñón» (sé bien de qué hablo porque durante mi juventud ejercí el oficio durante un año).

«Privatizar la Acropolis»

«Ya solo queda un café en Omonoia. El café Néon, inmortalizado por un célebre díptico de Yannis Tsarouhis, oculta bajo cajas sucias su interior decrépito, y no obstante de categoría. La antigua pastelería-lechería Alexandros (…) transformada después en una panadería que formaba parte de una cadena, alberga hoy al Monte de Piedad. Diariamente los periódicos publican nuevas listas de bienes públicos propuestos para la privatización. Se ha hablado de evacuar las islas de menos de 150 habitantes, una docena, y trasladar su población, oficialmente para poder economizar. En realidad, el Memorandum prevé la venta de todas las islas deshabitadas. Prevé igualmente el embargo de la totalidad de los bienes públicos, sin ninguna restricción, en caso de no hacer frente a la deuda. El lema del Bild Zeitung de privatizar la Acrópolis va a suceder.«

La competitividad: un callejón sin salida

¿No es este el resultado que nos diseña Ennahda y su programa contenido en cada letra en la reforma del código de inversiones desarrollado por Riadh Bettaïb, ministro de Industria, cuyo contenido hemos desmenuzado aquí mismo (ver, en el Kapitalis del 17 de diciembre de 2012, nuestra tribuna «Riadh Bettaïeb y la capitulación del «Estado borrichttp://www.kapitalis.com/tribune/13420-tunisie-riadh-bettaieb-et-la-capitulation-de-l-etat-bourricot.html).

Más que focalizarse en el «coste del trabajo» mejor sería interesarse en el del capital. «En el espacio de doce años la parte de los ingresos distribuidos por las sociedades no financieras duplicó prácticamente su excedente bruto de explotación (EBE), y casi ha doblado su valor añadido bruto (VAB), desbaratando pues el recorte antes/después de la crisis, al punto de absorber más de 4/5 de su EBE», escriben los autores del informe Attac/Copernic. «Crisis o no crisis, la parte cada vez de más peso que las empresas eligen para distribuir a los propietarios del capital, debilita su capacidad para hacer frente a todos los aspectos de la competitividad.«

No caerá de sorpresa que Attac y la Fundación Copernic preconicen abandonar la lógica misma de la competitividad, esta «vía sin salida«, económicamente absurda y socialmente destructiva, y proponen otro modelo de desarrollo que rompe con la defensa del consumidor.

La imaginación al poder

La imaginación hoy en día consiste en removilizar a los y a las que hicieron caer a Ben Alí y su banda en torno a la «socialización» del sector financiero, que amenaza con hundirse, en un solo sector bancario nacional volcado hacia la realización de objetivos de la revolución en el campo de la educación y de la enseñanza para terminar con el modelo anglo-americano de la hiperespecialización.

Esta educación abolirá los trámites encaminados a la formación de «pillos» de las finanzas, el comercio y los espejismos de la publicidad. Privilegiará las «humanidades» para todos y también dará prioridad a las formaciones polivalentes encaminadas a la autosuficiencia alimentaria (ecología agraria), el control de la energía y las energías renovables, el control de nuestra riqueza hídrica para salvaguardarla como a la niña de nuestros ojos, las tecnologías de saneamiento de las aguas residuales y su reutilización, las tecnologías del reciclaje de deshechos, las tecnologías punta de la construcción colectiva (opuesta a la anarquía urbana actual) basada en los materiales que están a nuestro alcance, acumulando las ventajas de la ecoarquitectura (nuestro saber tradicional de construcción con arcilla unido a la aplicación de las técnicas más avanzadas, como en Australia y California), la puesta a punto del transporte colectivo (opuesto al sempiterno coche individual) con una red completa de vías férreas, dando salida a las antiguas líneas abandonadas por los sucesivos poderes.

Esta educación revolucionaria dará de nuevo toda licencia a la enseñanza de las artes (hoy en día aletargada). Hace falta que «los de abajo» tomen de nuevo la palabra y se movilicen para que estas grandes líneas se transformen en un programa social de transformación real.

Esta es la imaginación en respuesta a los que de antemano nos harán malos sortilegios… al diablo no le quedará más que reposar.

Hamadi Aouina es miembro del Frente Popular, fundador del Comité de solidaridad con Sidi Bouzid (19 deciembre 2010).

Fuente: http://www.kapitalis.com/index.php?option=com_content&view=article&id=14017%3Agrece-tunisie-deux-petits-pays-en-revolution-permanente&catid=68%3Atribune&Itemid=729