El actual ministro tunecino del Interior, Alí Larayedh, fue designado primer ministro por el partido mayoritario en el Parlamento, el islamita Ennahda, con lo que este país del norte de África cerró un nuevo capítulo en las reformas políticas emprendidas hace dos años, dando paso a lo que se conoce como primavera árabe. El jefe […]
El actual ministro tunecino del Interior, Alí Larayedh, fue designado primer ministro por el partido mayoritario en el Parlamento, el islamita Ennahda, con lo que este país del norte de África cerró un nuevo capítulo en las reformas políticas emprendidas hace dos años, dando paso a lo que se conoce como primavera árabe.
El jefe del partido islamita, Rached Ghannouchi, presentó este viernes por la mañana la candidatura de Larayedh al presidente Moncef Marzouki, quien deseó éxito a Larayedh y le entregó la carta de designación oficial
como primer ministro.
A partir del nombramiento oficial Larayedh tendrá 15 días para integrar su gabinete, el cual deberá obtener la confianza de la Asamblea Nacional Constituyente, producto de la movilización social y política de 2011, que propició la caída del ex gobernante Zine Abidine Ben Alí, actualmente exiliado en Arabia Saudita.
El jefe del Estado pidió al ministro del Interior saliente que se ponga a trabajar lo más rápidamente posible
en la formación del gabinete, ya que el país no soporta esperar más
.
Ennahda, primera fuerza política del país con 89 diputados, puede alcanzar con facilidad los 109 votos necesarios de un total de 217 diputados para la aprobación del gobierno.
El partido prometió formar un gabinete que mezcle personalidades políticas y tecnócratas para ampliar su base y salir de la crisis política en la que el país se encuentra desde el asesinato del opositor antislamista Chokri Belaid, el pasado 6 de febrero.
Alí Larayedh, torturado durante el gobierno de Ben Alí, tiene 57 años y es considerado un partidario del diálogo dentro de la corriente moderada de Ennahda.
Sucede en el cargo a Hamadi Jebali, otro islamista moderado, quien dimitió a principios de semana después de haber fracasado en el intento por convencer a su partido de la formación de un gobierno de tecnócratas. Ennahda se opone a esta iniciativa esgrimiendo que las elecciones de octubre de 2011 le dieron legitimidad para gobernar.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2013/02/23/mundo/023n3mun