La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó el jueves a todos los países, sobre todo a aquellos en vías de desarrollo, a que continúen sus esfuerzos en lograr una cobertura sanitaria universal y pública durante la presentación en Pekín de su informe anual. Presentado por la directora general de la OMS, Margaret Chan, el […]
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó el jueves a todos los países, sobre todo a aquellos en vías de desarrollo, a que continúen sus esfuerzos en lograr una cobertura sanitaria universal y pública durante la presentación en Pekín de su informe anual.
Presentado por la directora general de la OMS, Margaret Chan, el Informe de la Salud Mundial de 2013 destaca una subida media del 5 % de la inversión de los países de renta media y baja en los últimos años, con cifras más altas en naciones como Brasil, China o India.
«La salud no debería depender del bolsillo de cada uno», dijo Chan, quien presentó el informe esta vez en Pekín y no en Ginebra, sede del organismo y donde se realiza habitualmente.
China fue, precisamente, uno de los referentes que la directora general de la OMS empleó para instar a otros países a ampliar su sistema público sanitario.
Según datos del organismo citados por Chan, el país asiático ha ampliado su cobertura de la salud pública del 15 % de la población en 2008 al 95 % actual, un crecimiento «meteórico» -dijo- teniendo en cuenta la población de más de 1.300 millones del gigante.
No obstante, todavía surgen muchas críticas al respecto desde distintos organismos, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sobre todo acerca de las diferencias de la atención sanitaria en China -que pretende alcanzar la cobertura total en 2020- entre el campo y la ciudad, y el difícil acceso a la misma de las clases más desfavorecidas.
Junto a China, Brasil o India, Chan destacó el progreso de algunos países africanos en esta materia.
«Me enorgullece afirmar que los países africanos han aumentado en una media del 26 % su investigación en el campo de la salud en los últimos años», enfatizó la directora de la OMS, acompañada de los ministros de Salud de Zambia, Joseph Kasone; Ghana, Hanny-Sherry Ayittey, y Tanzania, Hussein Ali Mwinyi, así como del vicepresidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP) china, Chen Zhu.
Chan remarcó que la cobertura sanitaria universal es «el mayor poder igualador social y la última expresión de justicia».
«No digo que sea fácil ni barato, hay muchos baches y retos, pero con el compromiso de los líderes políticos y una gestión adecuada es factible».
La directora general de la OMS también apeló a la investigación como un factor clave para determinar las prioridades sanitarias de cada país y saber cómo estructurar el sistema, y apuntó que cada vez hay mayor cooperación internacional en este área.
Recalcó que la organización tiene la obligación de compartir con sus países miembros referentes de casos de éxito con contextos similares para que se puedan imitar modelos, pero que la parte principal, en cuanto a financiación y compromiso, depende de los gobiernos locales.
«Su perseverancia en alcanzar la cobertura de la salud mundial es fundamental», dijo.
Chan, que fue responsable de la gestión del SARS (síndrome respiratorio agudo severo) cuando estaba al cargo de Salud en su Hong Kong natal hace una década, consideró «valientes» las medidas tomadas por Pekín al respecto y el trabajo que ha hecho para controlar el nuevo virus H7N9.
Destacó que la nueva cepa de gripe aviar, que según ha publicado hoy la agencia oficial Xinhua se ha cobrado 45 vidas en la China continental desde el pasado marzo, no se ha expandido fuera del país asiático y que los controles de detección y prevención son «mucho más efectivos» ahora que hace diez años.
Así, si bien aseguró que la OMS seguirá de cerca su desarrollo, ya que por experiencias previas podría cobrarse nuevas vidas en el curso del invierno, no quiso provocar alerta e instó a la calma.
La directora general de la organización recordó que, del mismo modo que el aumento de la inversión en investigación médica ha contribuido a mejorar la cobertura sanitaria a la hora de, entre otros aspectos, fijar prioridades, ha «jugado un papel clave» en que mejoren las perspectivas ante emergencias como el SARS en la última década.