La historia no la escribe ningún caudillo carismático, sino las capas populares cuando movilizadas por sus intereses de clase saltan a la arena pública y se ponen en movimiento.
El Gobierno de coalición progresista y el bloque histórico
El electorado tiende a una polarización en dos sectores claramente diferenciados: por un lado, las fuerzas progresistas constituidas por una constelación de partidos y de fuerzas sociales cuyas bases son mayoritariamente republicanas; por el otro, las fuerzas reaccionarias, fragmentadas en dos partidos, uno de ellos de ultraderecha, furibundamente franquista.
La mayor parte de las fuerzas de izquierda sostienen condicionalmente al actual Gobierno de coalición, pues no se vislumbra alternativa alguna de progreso al llamado bloque de investidura, en una próxima confrontación electoral, frente a la rancia derecha española.
Por el contrario, de movilizarse las bases de izquierda que sostienen al Gobierno de coalición progresista, se produciría un avance sustancial del movimiento republicano, contrario al régimen de la Monarquía, con el correspondiente fortalecimiento de un bloque histórico capaz de afianzar y profundizar las conquistas democráticas arrancadas a la oligarquía, en beneficio de las clases populares.
Sin embargo, nunca habrá capacidad de cambio social allá donde la mayoría esté condicionada emocionalmente por una minoría dominante. Algo que los medios, transformados en poderosos resortes de alienación de masas, consiguen de forma implacable en sociedades sometidas a la influencia invasiva de las cadenas de televisión. La mayoría, si no todas, controladas por la oligarquía financiera nacional e internacional.
No pocos profesionales de la información, cuando no son descaradamente fascistas, están sometidos a la irresistible presión jerárquica, instrumento opresor de los que realmente mandan en los medios. Lo que conduce a un estancamiento del activismo, creando un caldo de cultivo para la emergencia de toda clase de gurús que acaban asfixiando el impulso democrático popular, conduciéndolo de nuevo al redil o, simplemente, a la pasividad y la abstención en los procesos electorales, cuando no a engrosar las filas de la ultraderecha.
La historia no la escribe ningún caudillo carismático, sino las capas populares cuando movilizadas por sus intereses de clase saltan a la arena pública y se ponen en movimiento.
Epílogo
La principal consecuencia de la caída de la Monarquía será un cambio en la correlación de fuerzas entre trabajo y capital. Así fue en la historia reciente de nuestro país. La monarquía fue sustituida en dos ocasiones por una República, sin que ninguna de ellas supusiese una amenaza real para un cambio en el modo de producción capitalista; sí, por el contrario, el inicio de una etapa en la que hubiese sido posible construir una sociedad más democrática, justa y solidaria.
Ambas Repúblicas fueron derribadas por un acto de fuerza militar al servicio de la reacción.
El asesinato sistemático de militares leales a la República, durante la Guerra de España, que se prolongó tras la feroz represión que siguió al final de la contienda, transformó al Ejército español en el ejército de Franco, cuya ideología pervive en la actualidad bajo el mando supremo del Rey, jefe de la dinastía impuesta por el Dictador mediante sus Leyes de Sucesión.
Un estudio sociológico de la actitud que pueda adoptar el Ejército ante un cambio de régimen, requiere tomar como punto de referencia el origen de las actuales Fuerzas Armadas, partiendo de su “instante fundacional”; es decir, el golpe militar de 1936 transformado en guerra de exterminio (1936-1939), con el apoyo militar inmediato de las potencias nazi fascistas.
El estudio de la evolución ideológica de las Fuerzas Armadas, posterior al golpe militar y la guerra civil -primero durante las cuatro ominosas décadas que duró la dictadura franquista, después durante las otras cuatro décadas que las trajo hasta nuestros días- requerirá el esfuerzo de investigación de un colectivo interdisciplinar independiente, constituido por especialistas en el campo de la sociología militar.
Del resultado de dicho esfuerzo podrá inferirse cuál pueda ser la actitud mayoritaria de las Fuerzas Armadas españolas ante el necesario cambio de régimen.
Bibliografía:
El gran error de la República. Editorial Crítica, 2021, de Ángel Viñas.
Casos verídicos del capitán Domínguez. Europa Ediciones, 2020, de Fidel Gómez Rosa
El Ejército de Vox. Ediciones Akal, 2020, de Luis Gonzalo Segura.
El libro negro del Ejército español. Ediciones Akal, 2017, de Luis Gonzalo Segura.
Los militares olvidados por la democracia. Vive Libro, 2013, de Fidel Gómez Rosa.
Cuando las derrotas otorgan la victoria. Destino, 2011, de Xosé Fortes.
Capitanes rebeldes. La Esfera de los Libros, 2002, de Fernando Reinlein.
Militares contra Franco. Mira Editores, 2002, de Javier Fernández López.
Las Fuerzas Armadas y la UMD. Argos Vergara, 1983, de José Fortes y Luis Otero.
El militar de carrera en España. Ediciones Ariel, 1970, de Julio Busquets.
Manuel Ruiz Robles es antiguo miembro de la Unión Militar Democrática
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