Este año se registró un número récord de acciones sindicales en Estados Unidos dado que el número de trabajadores implicados en huelgas alcanzó al menos los 411.000, la cifra más alta desde 2019, según los últimos datos.
Los trabajadores de diversos sectores se han declarado en huelga, como la industria automotriz, sanitaria, del entretenimiento, hotelera y las aerolíneas. Las huelgas de este año también duraron más que en tiempos recientes, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales y del Registro de Acción Sindical de la Universidad de Cornell.
El viernes 6 de octubre, más de 75.000 trabajadores de la salud seguían haciendo piquetes por todo Estados Unidos, siendo la mayor huelga en la historia del país norteamericano. La huelga, que comenzó el miércoles 4, había entrado en su último día. Pero los líderes sindicales y su empleador, la organización de atención médica sin ánimo de lucro Kaiser Permanente, con sede en California, no habían alcanzado un acuerdo sobre salarios y soluciones a la escasez de personal. Después de que las negociaciones fracasaran el miércoles, ambas partes programaron sesiones adicionales para el 12 y 13 de octubre, informaron los sindicatos.
Los empleados en huelga -que trabajan en California, Colorado, Washington, Virginia y Oregón y en la capital- están representados por una coalición de ocho sindicatos que comprende 40% de la plantilla total de Kaiser Permanente. La huelga se prolongó hasta el sábado 7», destacó CNN.
Otro importante proveedor de atención sanitaria, Tenet Healthcare Corp., podría ser el próximo en enfrentar un paro laboral masivo dado que sus trabajadores en las 11 instalaciones de la compañía planean parar, a partir del 23 de octubre, si no se llega a un acuerdo antes del 19 de octubre, según su sindicato. Los trabajadores de Tenet también pidieron aumentos salariales y soluciones a la escasez de personal.
Los profesionales sanitarios de Kaiser y Tenet están siguiendo los pasos de 7.000 enfermeros, en dos importantes hospitales de la ciudad de Nueva York, que formaron piquetes a principios de año por demandas similares.
También están en huelga más de 25.000 trabajadores de los «tres grandes» fabricantes del sector automovilístico: Ford, General Motors y Stellantis. Los trabajadores permanecen en huelga desde mediados de septiembre.
El sindicato United Auto Workers (UAW), que representa a los trabajadores en huelga, ha ampliado los paros dos veces, citando la falta de «progresos significativos». El sindicato ha estado sumando trabajadores en huelga durante las últimas semanas e indicó que el número podría aumentar si fuera necesario.
La huelga de este año en Hollywood fue el segundo mayor paro laboral de los últimos 30 años, al combinar las huelgas duales de escritores y actores.
En términos de trabajadores en huelga, solo la siguen los paros de United Parcel Service (UPS) en 1997, con una movilización de 180.000 repartidores que dejaron de trabajar durante dos semanas. Pero la huelga de Hollywood duró mucho más. Desde el 2 de mayo, unos 11.500 escritores de Hollywood se declararon en huelga durante casi cinco meses antes de que el Writers Guild of America (WGA) llegara a un acuerdo con los principales estudios a finales del mes pasado. Los actores se unieron a la huelga en julio y su sindicato, que representa a unos 160.000 artistas, todavía está en negociaciones con estudios y empresas de streaming.
Desde julio, unos 20.000 trabajadores hoteleros del sur de California también han abandonado sus trabajos. Los líderes sindicales exigen mejores salarios, mejor atención médica, mayores contribuciones a las pensiones, más protección en materia de seguridad y cargas de trabajo menos extenuantes, entre otros beneficios.
A finales de septiembre, aproximadamente 53.000 trabajadores hoteleros de Las Vegas votaron a favor de autorizar una huelga mientras iniciaban negociaciones con hoteles y casinos sobre nuevos contratos.
A finales de agosto, 26.000 asistentes de vuelo de American Airlines votaron a favor de autorizar una huelga si la compañía se niega a aceptar condiciones contractuales «razonables».
Analistas observaron que el aumento de los movimientos laborales organizados se debe, en parte, a la escasez del mercado laboral y la inflación.
Las recientes bajas tasas de desempleo han incrementado la influencia de los trabajadores dado que muchos empleadores se apresuraron a competir por trabajadores en medio de crecientes renuncias y jubilaciones anticipadas.
La elevada inflación también ha erosionado significativamente el poder adquisitivo de los salarios. Aunque los salarios de los trabajadores han aumentado, los ingresos de la mayoría de los estadounidenses no han crecido tanto como el alquiler y los alimentos.
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