El representante del Frente Polisario ante la ONU y coordinador con la MINURSO, Dr. Sidi Mohamed Omar, ha salido al paso de las recientes declaraciones del ministro marroquí de Exteriores, quien volvió a manipular —una vez más— el contenido de la última resolución del Consejo de Seguridad. En una declaración firme y detallada, el diplomático saharaui desmonta una a una las falsedades difundidas por Rabat e insiste en lo esencial: el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui es una norma imperativa del derecho internacional, no una ocurrencia que Marruecos pueda reinterpretar a su conveniencia.
Según explica Sidi Mohamed Omar, el ministro marroquí ha afirmado que la autodeterminación sería poco más que “la expresión de la voluntad de las partes”. Una versión que, además de falsa, resulta incompatible con toda la documentación de la ONU desde 1945. El derecho a la autodeterminación es un derecho colectivo de los pueblos, consagrado en la Carta de Naciones Unidas y reafirmado por resoluciones fundamentales como la 1514 y la 1541. Es un principio que no depende del capricho de ningún Estado: es inalienable y no puede ser alterado, cedido o negociado por terceros.
El comunicado recuerda que la propia Corte Internacional de Justicia, en su opinión consultiva de julio de 2024, elevó la autodeterminación al rango de norma imperativa del derecho internacional. Esto significa que ningún Estado —ni siquiera una potencia ocupante— puede reinterpretarla, vaciarla de contenido o sustituirla por acuerdos bilaterales. Y ahí radica el núcleo del problema: Marruecos pretende confundir deliberadamente el derecho con los mecanismos posibles para ejercerlo, mezclando autodeterminación con “voluntad de las partes” para diluir la existencia del pueblo saharaui.
En este punto, el Frente Polisario aclara algo esencial que la diplomacia marroquí intenta ocultar: el referéndum no es una “opción del Polisario”, ni una ocurrencia de los años noventa. Fue la propia ONU, junto con la Organización de la Unidad Africana, quien presentó el plan de arreglo que incluía un referéndum acordado y aceptado tanto por el Frente Polisario como por Marruecos. El Consejo de Seguridad aprobó ese mecanismo, y la Asamblea General lo respaldó por unanimidad. La MINURSO existe precisamente por eso: para organizar el referéndum, no para sostener indefinidamente una ocupación militar.
El comunicado saharaui recuerda también la declaración histórica del rey Hassan II ante la Asamblea General en 1983, cuando afirmó que Marruecos estaba “dispuesto a celebrar el referéndum mañana mismo” y que aceptaría los resultados. Es una cita incómoda para Rabat, que hoy niega todo lo que en su día prometió.
La manipulación marroquí llega al extremo cuando el ministro asegura que el derecho a la autodeterminación no implica necesariamente un referéndum. Sidi Mohamed Omar responde con claridad: el referéndum es un medio, no un fin, pero sigue siendo el mecanismo acordado, aprobado y reconocido internacionalmente. Que Marruecos lo rechace ahora no cambia ese hecho.
Otro punto clave del desmentido se refiere a la existencia del “pueblo del Sáhara Occidental”. El ministro marroquí ha llegado a sostener que la resolución 2797 habla de “población” y no de “pueblo”, como si pudiera borrar con un juego semántico a un sujeto histórico reconocido por todas las resoluciones de la ONU desde 1975. Para desmontar esta tergiversación, Sidi Mohamed Omar cita literalmente la resolución 2797, que menciona al “pueblo del Sáhara Occidental” en todos sus idiomas oficiales, y recuerda que la Cuarta Comisión de la Asamblea General reafirmó en octubre de 2025 que el pueblo saharaui es el único titular del derecho a decidir el futuro del territorio.
La declaración incorpora además un elemento de enorme importancia jurídica: la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de octubre de 2024. El TJUE establece claramente que la mayoría de los habitantes actuales del territorio no pertenecen al pueblo saharaui, debido a la política de colonización marroquí, y que solo ese pueblo —en gran parte desplazado— es el titular legítimo del derecho a la autodeterminación. Para el Tribunal, la “población presente” no puede sustituir al “pueblo originario”, desmontando de raíz el argumento marroquí que pretende diluir la identidad saharaui entre colonos recién llegados.
El comunicado concluye con dureza: las declaraciones marroquíes pertenecen a un “diccionario colonial” que intenta negar la existencia de los pueblos sometidos. Un régimen que convierte a sus propios ciudadanos en “súbditos” no puede, dice Sidi Mohamed Omar, dar lecciones sobre voluntad popular o derechos colectivos. Marruecos, potencia ocupante, carece de legitimidad para redefinir conceptos que la comunidad internacional ya ha establecido de forma clara.
En un momento en que algunos actores intentan reinterpretar la resolución 2797 a favor de la tesis marroquí, el Frente Polisario recuerda lo esencial: la cuestión del Sáhara Occidental sigue siendo un proceso de descolonización pendiente, el pueblo saharaui existe, su derecho a decidir sigue intacto y ninguna manipulación diplomática podrá alterar ese marco legal. Mientras Marruecos insiste en borrar al pueblo, la ONU, la Unión Europea y la propia historia lo restituyen una y otra vez en el centro del conflicto.
Esta declaración no solo desmonta la propaganda marroquí: reafirma que la legalidad internacional es la única base posible para una solución justa y duradera. Y, frente a los intentos de confusión, el mensaje es claro: la autodeterminación no se negocia, se garantiza.
Carlos C. García – PLATAFORMA «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»


