Yoweri Museveni fue proclamado presidente electo de Uganda al ser declarado vencedor en las elecciones del pasado jueves, unos comicios en los que dejó poco espacio para la oposición y jugó con ventaja. Museveni llegó al poder en 1986, pero sólo hasta el pasado jueves permitió la participación de partidos políticos en unas elecciones, ya […]
Yoweri Museveni fue proclamado presidente electo de Uganda al ser declarado vencedor en las elecciones del pasado jueves, unos comicios en los que dejó poco espacio para la oposición y jugó con ventaja.
Museveni llegó al poder en 1986, pero sólo hasta el pasado jueves permitió la participación de partidos políticos en unas elecciones, ya que regía un sistema de partido único que, a la larga, le ha representado beneficios cuando ha tenido que competir con los demás.
El jefe de Estado consiguió el 59,28 por ciento de los votos, seguido de lejos por el líder de la oposición y antiguo compañero de lucha, Kizza Besigye, que obtuvo el 37,36 por ciento. El 3 por ciento restante se lo han repartido otros tres aspirantes presidenciales.
A pesar de que 10,4 millones de ugandeses se habían registrado previamente para votar, al final sólo lo hizo el 68,6 por ciento, según este mismo cómputo. El resto fue gente que se abstuvo o que por algún problema en el padrón electoral no pudo votar.
La oposición anunció que, una vez analice a fondo los resultados finales, presentarán los recursos correspondientes que fija la ley.
‘Dependiendo de la respuesta que recibamos decidiremos los pasos a seguir’, afirmó Rubaramira Ruranga, encargado electoral del Frente para el Cambio Democrático (FDC), la coalición de oposición en la que muchos ugandeses habían depositado sus esperanzas de cambio.
El FDC, que fue creado hace un año aprovechando el poco espacio político que dejaba Museveni, llegó a los comicios obsesionado con las acciones judiciales montadas contra Besigye nada más regresar al país después de cuatro años de exilio, el 26 de octubre pasado.
Nueva, con su líder encarcelado y con pocos recursos, la FDC se enfrentó a la maquinaria política que heredó Museveni después de veinte años de inexistencia de partidos o de un sistema de partido único, a lo que se unió el favor de la prensa oficialista.
‘No hubo un escenario nivelado en estos comicios’, declaró el jefe de la misión de observadores de la Unión Europea, Max Van den Berg, cuando anunció el viernes la primera evaluación de la votación y de la etapa previa.