Recomiendo:
0

La solución política: reconocimiento del derecho de autodeterminación

¿A qué espera el gobierno para comenzar a negociar con ETA?

Fuentes: A Luchar por el Socialismo

El 25 de febrero, con la bendición episcopal, se dio cita en Madrid la caverna española. Salió a gritar contra la negociación con ETA: ¿Qué es eso de paz por presos? ¡Que se pudran en la cárcel! ¿Qué es eso de ni vencedores ni vencidos? ¡Al independentismo vasco sólo cabe machacarlo! También se despacharon a […]

El 25 de febrero, con la bendición episcopal, se dio cita en Madrid la caverna española. Salió a gritar contra la negociación con ETA: ¿Qué es eso de paz por presos? ¡Que se pudran en la cárcel! ¿Qué es eso de ni vencedores ni vencidos? ¡Al independentismo vasco sólo cabe machacarlo! También se despacharon a gusto con Zapatero, insultándolo, llamándolo traidor y exigiendo su dimisión… ¡todo por decir lo mismo que en su día defendió Aznar!

Los herederos de Franco se crecen

Esta España negra es la heredera del franquismo y de sus crímenes. Es la España de la guerra de Iraq, la de los que apoyaron a los golpistas venezolanos en 2002, la de los admiradores del terrorismo de Estado de Putin en Chechenia y Sharon en Palestina. Aznar, en 2001, condecoró a título póstumo, como «víctima de ETA», a Melitón Manzanas, brutal torturador policial asesinado por ETA en pleno franquismo (1968). ¡Esta es su legitimidad contra la negociación con ETA!

En verdad, al PP le importan un comino las víctimas (en particular las que no comparten su ultraderechismo). La siniestra realidad es que la derecha española no quiere el final de ETA. Al contrario: la necesita para aglutinar y mantener en pie de guerra a la España negra. Fue Fraga, el responsable de la masacre de los obreros de Vitoria en 1976, quien dijo: «el único terrorista bueno es el terrorista muerto».

Lo que nadie puede negar a la Izquierda Abertzale

La caverna se niega a reconocer a los presos de ETA como presos políticos. Pero si los 900 presos de ETA están en la cárcel es por haber asumido un compromiso extremo con la causa vasca. Y así lo debemos decir, por muy críticos que hayamos sido siempre con los métodos del «terrorismo individual». Épocas como las de los coches bomba indiscriminados y los atentados contra los concejales del PSOE y del PP, sirvieron ante todo para entregar la iniciativa a la derecha más retrógrada, facilitar la sumisión de la izquierda institucional, ofrecer coartadas represivas para tapar el problema vasco y aislar la lucha de su pueblo.

El problema, además, es que ahora ya no sólo es ETA (que no mata desde hace más de 1000 días) sino toda la izquierda abertzale la que, por definición, es calificada de terrorista. Pero la mayoría de la juventud vasca se reclama de la izquierda abertzale, igual que lo hace buena parte de los activistas sociales vascos y más del 10% del cuerpo electoral (200.000 votantes). Durante treinta años, esta izquierda abertzale ha resistido contra viento y marea y se ha negado a integrarse en el régimen monárquico que salió de la Transición dejando intactos los grandes poderes del franquismo y negando el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Ni el PCE, ni IU, ni otros tantos pueden decir lo mismo.

La cobardía del Gobierno Zapatero

La arrogancia chulesca de la derecha española no encuentre sino cobardía por parte del Gobierno, que cede una y otra vez, se niega a movilizar al pueblo para pararle los pies y trata de competir ridículamente en patriotismo español.

En lugar de plantarle cara, el PSOE contesta diciendo que «ni hemos negociado con ETA ni vamos a hacerlo» y que «no habrá paz a cambio de autodeterminación».

Cuando se hizo público que, en aplicación de la redención de penas, Unai Parot y 20 presos más de ETA saldrían en libertad en 2006, no se le ocurrió otra cosa al Ministro de Justicia que decir que el Gobierno lo evitaría, «construyendo nuevas imputaciones, como ya hicimos con Ignacio de Juana Chaos». Después, cuando el Tribunal Supremo decidió que ya no habría más redención de penas para los presos de ETA, el PSOE lo saludó.

Cada vez que los Tribunales, controlados por la derecha, han tratado de torpedear toda perspectiva de proceso de paz, el Gobierno se ha limitado a «respetar» sus decisiones, fueran éstas el encausamiento de Otegi, el macroproceso a la izquierda abertzale o la prohibición del congreso de Batasuna.

El Gobierno ha mantenido la infame ley de partidos y ha proseguido con la dispersión de los presos, lejos de Euskal Herria y en medio de la angustia de sus familias.

ETA tiene todo el derecho a negociar su desarme y Batasuna a exigir la restitución de sus derechos políticos

Frente a los herederos del franquismo y a la cobardía del PSOE, defendemos sin reservas el derecho de ETA (como todo contendiente en un conflicto armado) a negociar su desarme, a cambio de la excarcelación de sus 900 presos, la vuelta de los exiliados y el cese de la represión.

Exigimos con la misma energía la derogación de la Ley de Partidos y la restitución de todos sus derechos políticos a Batasuna y demás organizaciones abertzales, como fuerza representativa de todo un sector del pueblo vasco.

¿A qué viene que cuando ETA lleva ya cerca de tres años sin atentados a personas y Otegi ha presentado una propuesta solemne de paz en Anoeta, Zapatero no haya hecho todavía ni un solo «gesto» serio hacia la izquierda abertzale?

Zapatero busca la rendición de la Izquierda Abertzale

El documento sobre el proceso de paz del PSE-EE (la rama del PSOE en Euskadi) habla de la formación, tras la declaración de alto el fuego definitivo de ETA, de dos mesas: una entre el gobierno y ETA, para negociar el desarme, y otra entre los partidos políticos vascos, que trataría sobre el futuro marco político-jurídico del País Vasco. Todo ello llevaría, según Patxi López, «dos legislaturas de negociación lenta y dificultosa»

El PSE no reconoce como premisas de esta mesa de partidos ni «el derecho a decidir de la sociedad vasca» ni la «territorialidad» del pueblo vasco. El PSE se otorga derecho de veto y exige el «respeto a las reglas de juego constitucionales», «aunque sea para cambiarlas». López reconoce una estrecha colaboración con el PNV en la preparación del nuevo escenario.

El PSE, fiel a Zapatero, ha sido muy claro en sus pretensiones hacia Batasuna: quieren que «asuma las reglas de juego de la democracia» o, lo que es lo mismo, las del régimen monárquico español: lo que se ha negado a hacer en treinta años. Zapatero busca su rendición política, como la buscaba expresamente Blair en Irlanda del Norte en el caso del IRA y el Sin Feinn, y como en buena medida parece haber conseguido. Zapatero aspira a convertirse en el «Tony Blair español».

Por el derecho a la autodeterminación

La solución política y el fin de la violencia en Euskal Herria sólo serán posibles a través de la libre expresión de la voluntad del pueblo vasco, del reconocimiento de su legítimo derecho a la autodeterminación y del excarcelamiento de sus presos.

Quienes nunca compartimos los métodos del terrorismo individual, no podemos por menos que saludar la perspectiva del posible fin de la acción armada de ETA. Este escenario permitiría llevar la lucha a la acción de masas; ya no podrían utilizar el espantajo del terrorismo para tapar el problema vasco y podríamos ir restableciendo los deteriorados lazos con la clase trabajadora y los otros pueblos.

Al final, sólo la lucha común de los trabajadores y los pueblos del Estado español frente al régimen monárquico, podrá arrancar el derecho de los vascos a la autodeterminación. Un derecho que es precondición para la unión libre que propugnamos y base necesaria para avanzar hacia el socialismo.

* Publicación mensual del PRT-Izquierda Revolucionaria, sección en el Estado Español de la Liga Internacional de los Trabajadores – IV Internacional (LITCI).
www.marxismo.info