En Africa aún existen reinos, una organización política y social tan antigua que estuvo entre las primeras formas de gobierno creadas por el hombre, no sólo en el continente sino en el mundo. Desde el siglo III hasta el siglo XVI, el territorio del actual Mali, por ejemplo, fue asiento de los grandes imperios negros […]
En Africa aún existen reinos, una organización política y social tan antigua que estuvo entre las primeras formas de gobierno creadas por el hombre, no sólo en el continente sino en el mundo.
Desde el siglo III hasta el siglo XVI, el territorio del actual Mali, por ejemplo, fue asiento de los grandes imperios negros del Africa Occidental, como el de Ghana y el de Mali, que dominaron una región de más de tres millones de kilómetros cuadrados y los cuales fueron gobernados por más de cuatro siglos por la dinastía Koita.
Más tarde se estableció el imperio Songhai o imperio Gao, cuyo debilitamiento abrió paso en 1591 a la dominación marroquí, aunque esta fue de corta duración. De la descomposición del imperio de Mali surgieron nuevos reinados que, aunque vigorosos, fueron hostiles unos a otros.
Muchos reinos importantes existieron en el Africa Central como los de Noongo y Kissama. El primero se formó en el siglo XIV y su organización se basó en la propiedad comunitaria; el segundo se constituyó con las migraciones que llegaron de otras regiones de Africa.
El rey más destacado de este período fue Ngola Kiluange de Kissama.
Otros reinos que pueden señalarse fueron el Congo y el Kwanza: las contradicciones internas minaron al del Congo, que tuvo durante todo el siglo XIV una serie de revueltas y conflictos internos; el de Kwanza mantuvo su unidad interna y se caracterizó por una oposición más vigorosa al colonizador portugués.
En el sur y otras amplias regiones de la geografía continental, existieron reinos que alcanzaron notable grado de organización, y al frente estaban los monarcas, quien representaban el poder.
La conquista
Con la llegada de los conquistadores extranjeros en el siglo XV, se alteró la forma de vida de estos reinos. Los europeos no arribaron al continente para establecer puentes de amistad, sino con el fin de crear formas de explotación desconocidas para los nativos, como la trata de esclavos.
A la esclavitud siguió la implantación del sistema colonial en el siglo XVIII, el cual abarcó todo el continente. Las potencias europeas se repartieron Africa, se agudizó el saqueo de los recursos naturales y se le negaron los más elementales derechos a la población autóctona.
La independencia
Con la independencia de las naciones africanas a partir de la década de 1960, la casi totalidad de los países se convirtieron en repúblicas.
El 1 de septiembre de 1969, oficiales jóvenes dirigidos por el entonces capitán Muamar el Khadafi, dieron un golpe de estado que derrocó al rey Idris I, eliminó la monarquía e instituyó la República Arabe Libia.
En esa ola de nuevas repúblicas, un paso atrás fue dado en Centroáfrica. En 1976, el general Jean Bedel Bokaza, quien llegó al poder en 1965, se coronó emperador y convirtió a su país en el Imperio Centroafricano. Tras su derrocamiento, se restableció la república.
Etiopía dejó de ser un imperio en 1974 para convertirse en república, tras una asonada militar que terminó con el gobierno feudal del emperador Haile Selassie, quien estuvo al frente del Estado desde 1930. Con la caída de Selassie, 50 de las 53 naciones del continente son repúblicas.
Tres reinos
Actualmente en Africa existen tres reinos: Marruecos con el monarca Mohamed VI al frente; Lesotho, con Letsie III; y Swazilandia, con el soberano Mswati III. El primero de estos reinos está en el norte, mientras los dos últimos se encuentran en el sur continental.
(*) El autor es periodista cubano, especializado en política internacional, y ha sido corresponsal en varios países africanos.