Pese al complejo panorama que han enfrentado históricamente por causa del norte rico y expoliador, los graves problemas económicos que padecen, las penurias, enfermedades y los daños medioambientales, las naciones de África son hoy un ejemplo de dignidad para el mundo. El decoro del llamado continente olvidado, pero que para no pocos es ya una […]
Pese al complejo panorama que han enfrentado históricamente por causa del norte rico y expoliador, los graves problemas económicos que padecen, las penurias, enfermedades y los daños medioambientales, las naciones de África son hoy un ejemplo de dignidad para el mundo.
El decoro del llamado continente olvidado, pero que para no pocos es ya una región de futuro, se evidenció este fin de semana en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando ninguno de sus países se sumó a las patrañas de EEUU para legitimar un nuevo golpe de Estado en América Latina, en este caso, otro contra la Venezuela del presidente legítimo Nicolás Maduro.
Como siempre hace, África, representada el sábado en ese órgano de Naciones Unidas por Sudáfrica, Costa de Marfil y Guinea Ecuatorial, dio su voto a las causas justas, no obstante las presiones de que es blanco cotidianamente por parte de Washington y sus aliados europeos en los diferentes escenarios internacionales.
La región que analistas consideran la más vulnerable de nuestro planeta tierra, no se doblegó como nos tiene acostumbrados, al rechazar en Nueva York la más reciente injerencia de EEUU en Venezuela, junto a otros latinoamericanos y caribeños con vergüenza.
Penoso fue que varios gobiernos del continente americano y de la Unión Europea (UE) volvieron a rendirse a los pies del régimen del presidente Donald Trump, empecinado en destruir la Revolución Bolivariana de cualquier manera, para apoderarse así del petróleo y de los vastos recursos naturales de Venezuela.
Esos susodichos quedaron otra vez en ridículo, como el propio Washington, que todos sabemos al final desprecia y nada paga a quienes se les pliegan.
La postura de África en el Consejo de Seguridad de la ONU ante el caso Venezuela merece la admiración de todos aquellos que rechazan el injerencismo en los asuntos internos de otros países, y abogan por el multilateralismo, el respeto mutuo, y el cumplimiento de las leyes internacionales en beneficio de la paz mundial.
Esa conducta digna se ha repetido innumerables veces en las Naciones Unidas. Recordemos que año tras año África, con su voto en la Asamblea General, ha acompañado a Cuba en la lucha contra el cruel y prolongado bloqueo que ilegalmente Washington le aplica a la mayor de las Antillas, y que pretende recrudecerlo.
Jamás se ha dejado amedrentar por chantajes y presiones de todo tipo, y consecuentemente ha respaldado los proyectos de Resolución presentados por Cuba en la ONU contra el cerco económico, financiero y comercial que le impone EEUU a la Isla caribeña.
El continente que todavía algunos olvidan dio otra lección este fin de semana: que el decoro es la mayor riqueza de los pueblos.
Rubén G. Abelenda. Embajador de Cuba en Gambia
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