En sólo una semana, agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos adscritos a los sectores de San Diego y El Centro, California, se vieron involucrados en tres episodios de violencia que dejaron un saldo de tres migrantes muertos y 16 heridos. La noche del 15 de mayo, una camioneta con 30 indocumentados circulaba por […]
En sólo una semana, agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos adscritos a los sectores de San Diego y El Centro, California, se vieron involucrados en tres episodios de violencia que dejaron un saldo de tres migrantes muertos y 16 heridos.
La noche del 15 de mayo, una camioneta con 30 indocumentados circulaba por la carretera interestatal Ocho, rumbo a San Diego. Una llamada telefónica alertó a la Patrulla Fronteriza del sector El Centro -limítrofe con Mexicali-, cuyos agentes localizaron el vehículo y arrojaron a su paso una plataforma con picos para reventarle los neumáticos. El vehículo volcó cerca de Holtville, lo que ocasionó la muerte de dos migrantes y heridas a 11; los demás fueron trasladados a la estación migratoria de El Centro. Cinco se encuentran en un hospital por tener lesiones de gravedad.
Los otros fueron liberados sin que mediara orden de aprehensión para ser deportados, toda vez que la Patrulla Fronteriza evitó hacerse cargo de los gastos médicos y de la responsabilidad de la volcadura.
Tres días después, en las primeras horas del jueves, un oficial descubrió a un migrante que cruzaba por la playa, cerca de donde la barda fronteriza se extiende hasta el mar y divide a San Diego de Tijuana.
El patrullero esperó que se adentrara en territorio estadunidense, luego de lo cual lo persiguió en una cuatrimoto especial para arena hasta que chocó con él, provocándole heridas graves en el brazo.
El consulado de México en San Diego se limitó a solicitar información del caso a la policía local y al Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza.
El tercer incidente ocurrió la tarde del jueves, cuando un agente disparó contra el conductor y los tripulantes de una camioneta que huía de San Diego hacia Tijuana.
El saldo fue un muerto, el cual fue identificado hoy por la policía de San Diego como Oscar Abraham García, de 22 años y residente de Tijuana, quien viajaba con otras cinco personas, una de las cuales está detenida por tráfico de indocumentados; el resto fue entregado a la Patrulla Fronteriza para su deportación.
Se reconoció que dos agentes federales dispararon contra el vehículo, sin especificar quién de ellos asesinó al joven mexicano. Uno pertenece a la Patrulla Fronteriza y el otro al Servicio de Aduanas.
Trascendió que el consulado mexicano en San Diego «lamentó» el incidente que provocó el cierre de la garita internacional durante más de nueve horas y que afectó la vida de muchas personas, por lo que confió en que se encuentren alternativas en caso de ocurrir episodios similares.