Elliott Abrams dirigirá la Comisión Asesora sobre Diplomacia Pública de Estados Unidos en el gobierno de Biden. Durante su larga carrera, Abrams ha justificado ultrajes masivos contra los derechos humanos en Centroamérica y otras partes del mundo
La cascada incesante de noticias de la semana pasada confirma la necesidad de emitir advertencias a viajeros al autoproclamado líder del mundo. El 4 de julio, Día de la Independencia, estuvo marcado no sólo con fuegos artificiales, sino con balas, con estadounidenses matándose entre sí en algunas de las celebraciones tradicionales, a tal nivel que el propio presidente Joe Biden tuvo que emitir un mensaje, aunque hueco de acción, ante el fenómeno.
Poco después, se informo que del 3 al 5 de julio fueron probablemente los días más calurosos jamás registrados en la historia moderna del planeta. Aunque algunos políticos siguen insistiendo en la urgencia de acciones decisivas para salvar al planeta, sobre todo frenando el uso de combustibles fósiles, la clase política no está respondiendo aquí y rehúsa aceptar la responsabilidad de que su país es el mayor contribuyente histórico a la crisis ambiental.
El culpable de matar a 23 personas en un tiroteo masivo en El Paso hace casi cuatro años para frenar lo que llamó la invasión hispana recibió una sentencia de 90 cadenas perpetuas el pasado viernes. Aunque el caso fue directamente relacionado a la retórica antimigrante y de odio racial nutrida por políticos derechistas, incluyendo a Donald Trump, ellos sólo han redoblado sus escaramuzas verbales.
Hablando de ataques mortales, Biden autorizó el envío de municiones de racimo a Ucrania. Esas bombas están prohibidas por mas de 100 naciones porque arrojan numerosas pequeñas bombitas sobre una área amplia, como del tamaño de un campo de futbol, y las que no estallan de inmediato pueden explotar en cualquier momento, meses o años después. Agrupaciones de derechos humanos, afirman que este arsenal estará matando e hiriendo a civiles, en particular a niños, por los próximos años, acusaron que Washington no puede presentarse como un líder de derechos humanos y al mismo tiempo ofrecer estas armas.
Hablando de violaciones a las garantías fundamentales de los ciudadanos, el gobierno de Biden sorprendió a muchos cuando anunció que Elliott Abrams dirigirá la Comisión Asesora sobre Diplomacia Pública de Estados Unidos.
Durante su larga carrera, Abrams ha justificado ultrajes masivos contra los derechos humanos en Centroamérica y otras partes del mundo, fue señalado de mentirle al Congreso sobre algunas de las maniobras ilegales en el escándalo Irán-Contra y, recientemente, por acciones bajo la administración de Trump como encargado de impulsar los esfuerzos para un cambio de régimen en Venezuela y Cuba. Que sea nombrado por un gobierno que dice estar buscando restablecer su prestigio en el ámbito internacional, pues, aparentemente, apuesta a la amnesia.
Y si todas estas noticias dan sed, pues, ¡aguas! El agua potable de casi la mitad de los grifos en Estados Unidos contiene “químicos forever” que podrían causar cáncer y otros problemas de salud, según una nueva investigación encargada por el gobierno federal.
Estados Unidos insiste en que es líder en abordar los temas globales como el cambio climático, las guerras, los derechos humanos y siempre se ha presentando como tierra de promesas donde los pobres del mundo podrían escapar de la violencia, las armas, y las violaciones a los derechos humanos. Y, como país tan avanzado, advierte de viajar a varias partes del mundo donde ocurren violaciones a derechos humanos, violencia y hay riesgos de salud pública. No obstante, hoy debería de haber alertas para quienes viajen a Estados Unidos aconsejando que se cuiden de los brotes de violencia armada, e informar que algunos de su políticos electos fomentan el odio racista y las xenofobia, recordarles que están en el país que más ha contribuido al cambio climático, que es el mayor proveedor de armas al mundo, incluyendo arsenal prohibido que suele matar a niños, un país que resucitará a criminales de guerra, y, pues, sí, advertirles no beber agua del grifo y no respirar el aire urbano.
PD: Justicia para nuestro compañero de La Jornada. Y un gracias por todo al maestro Gilly.
Dolly Parton: World on Fire. Www.youtube.com/watch?v=0QJXsmDBS8k&t=62s.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2023/07/10/opinion/031o1mun
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