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Alias «Tuerce brazos»

Fuentes: Rebelión

Obama vuelve a mostrar sus genialidades en este sobresaliente filme de acción que vivimos: inmediatamente antes del intento de golpe de Estado en Venezuela, el último de todos en fecha reciente, financiado y preparado por este actor y su aparato de guerra, declaró: «torceremos el brazo a los países que no hagan lo que queremos». […]

Obama vuelve a mostrar sus genialidades en este sobresaliente filme de acción que vivimos: inmediatamente antes del intento de golpe de Estado en Venezuela, el último de todos en fecha reciente, financiado y preparado por este actor y su aparato de guerra, declaró: «torceremos el brazo a los países que no hagan lo que queremos». Ya había emprendido otro asalto contra Argentina sembrando de información falsificada el caso del fiscal Nisman, conocido por la denuncia que hizo Wikileaks de su relación tan comprometida con la CIA y el MOSSAD israelí. Pero, qué más da: «torceremos el brazo a los países que no hagan lo que queremos».

A continuación, fracasada su intentona golpista, como suele hacer por su bipolaridad parlante se presenta en la Cumbre contra el Extremismo, ¿?, que celebra en Washington. Subido al estrado, el actor declaró con énfasis y engolamiento ante el auditorio preparado: «Siempre hemos vencido … Así somos … Los terroristas esperan que traicionemos nuestros valores y no lo haremos». No le crean, la Historia enseña, sepa que sus intentonas golpistas en Venezuela han fracasado siempre, perdieron Cuba, perdieron Vietnam, pierden Venezuela, Ecuador, Bolivia. El imperio que impulsa el terror en el mundo se está debilitando ante fuerzas nacientes y crecientes que le superan en producción y en disposición económica, que le ganan terreno en negociaciones con otros gobiernos y acuerdan nuevos tratados comerciales.

Eso sí, sabemos que el actor y su equipo no van a efectuar cambios en sus comportamientos: el imperio nunca aprende, luego solo debe perder. También sabemos que en sus intentos de apoderarse de los recursos energéticos del mundo está contenida la contradicción que tiene con los pueblos, y esa es la primera manifestación del comienzo de su fracaso. Todo su empeño en torcer el brazo de los países que no le obedecen conlleva el desprestigio de su sistema y va haciendo crecer su imagen de facineroso en el mundo entero, y eso tiene un precio, que recae sobre aquellos vendidos servidores y sobre el y los suyos. «Tuerce brazos» y compañía no son capaces de convencer a los pueblos y los gobiernos libres. Destruye, sí, pero en esa misma medida su imperio se ve enfrentado en numerosas áreas del mundo, y a su cuestionamiento hay que añadir su dependencia económica de potencias emergentes como China.

La sobreactuación de Obama no da tranquilidad a la gente: si hace un discurso con el tema de la democracia, emprende una guerra; si habla de libertad, ordena invadir; si de Derechos Humanos se trata, indica un martes tras otro en su despacho a quien deben asesinar sus drones, a quién debe secuestrar la fuerza dedicada a semejante asunto, a qué gobierno o país debe torcerse el brazo bloqueando su economía, dando dinero a los más reaccionarios, a los ladrones y a los antipatriotas; si habla de tranquilidad en un país, introduce mercenarios en él para crear el terror sobre el que justificar su invasión, sino puede dar el golpe militar. Igual que un mafioso, sus palabras no transmiten tranquilidad.

Aunque no debemos ver solo lo que el actor y los suyos hacen fuera de EEUU, también les tuercen el brazo a los desposeídos de EEUU: sus 50 millones de pobres hablan por si solos, no son mejores que los pueblos del mundo a quienes quita derechos y bienes. Y es que hay una relación directa entre la clase obrera que ni siquiera se puede sindicar -entre otras cosas porque el gobierno de EEUU no reconoce el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo, de 1948, y tampoco ratifica el Convenio del Derecho de sindicalización y negociación colectiva, de 1949- y el índice de pobreza. También tuerce el brazo a aquellas gentes de su país que no les deja votar, y es que el rechazo a los y las votantes puede ser por múltiples motivos, algunos han salido a la luz: no haber pagado una multa, no disponer de alguna documentación en regla, haber sufrido una detención, … y además hay que pagar para ejercer el derecho a voto. A eso se suman los numerosos pucherazos, el ejemplo bien conocido es el de la elección de Bush y su hermano. También tuerce el brazo a las gentes que por miles y miles constituyen poblaciones cuya vivienda es una caravana o una tienda de campaña, gentes que no disponen de medios para entrar en una casa, ni la más humilde, ni agua, ni luz, ni calor, … Una tienda de campaña o una caravana aún es mucho para aquellas personas que se echan sobre las rejillas que en la calle de las ciudades despiden los efluvios de los subterráneos para conseguir algo de calor. No debemos olvidar a los millones de estadounidenses que no tienen derecho a la sanidad, negocio multinacional. Y tampoco debemos olvidarnos del número de presos que tiene «Tuerce brazos»: el mayor número de presos del mundo, además de disponer de cárceles-negocio de empresas capitalistas. Tampoco debemos dejar atrás a los millones de emigrantes que trabajan por limosnas, y que conviven con el terror que causa verse perseguido por ser extranjero, una clase de pobreza que no entra en la contabilidad.

Podríamos seguir añadiendo, pero les dejo el ejemplo del modelo a seguir que el actor Obama propone al mundo … o nos retuerce el brazo: lo ha dado a conocer el periodista Pascual Serrano en el artículo que titula: «Niños estadounidenses inocentes en prisión y en jornadas de sesenta horas semanales»: www.rebelion.org/noticia.php?id=195225, no se queden sin leerlo.

Organizaciones internacionales -nada sospechosas de ser de izquierdas- junto a periodistas investigadores han salido en defensa de las niñas y niños que están presos y además obligados a trabajar. Leyendo la información que ofrece Pascual Serrano entendemos mejor la clase de gobierno que tiene EEUU, así como su grado de deshumanización, con el «Tuerce brazos» como representante público. Su legalidad específica es contraria a los Derechos de la Infancia, el autor nos informa en su artículo: «EEUU es uno de los tres países del mundo que no ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño en la ONU, los otros dos son Somalía y Sudán del Sur».

Obama, decía al comienzo, vuelve a mostrar sus genialidades en este sobresaliente filme de acción que vivimos. Él sí que sabe de terrorismo, hace todos los papeles, se cree un actor que convence.

Ramón Pedregal Casanova es autor de «Dietario de crisis», lo encuentras en Libros libres, de rebelion.org; y es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», edita Fundación Domingo Malagón.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.