El primer ministro de Somalia, Ali Mohamed Ghedi, nombró ayer un nuevo Gabinete, dos semanas después de que el anterior fuera disuelto a causa de una serie de dimisiones, según informa la BBC. El Gobierno interino controla únicamente los alrededores de Baidoa, donde se encuentra su sede. El resto del país está dominado al sur […]
El primer ministro de Somalia, Ali Mohamed Ghedi, nombró ayer un nuevo Gabinete, dos semanas después de que el anterior fuera disuelto a causa de una serie de dimisiones, según informa la BBC. El Gobierno interino controla únicamente los alrededores de Baidoa, donde se encuentra su sede. El resto del país está dominado al sur por un grupo islamista, la Unión de Tribunales Islámicos (UTI), mientras que el norte permanece en manos de diferentes clanes tribales.
El nuevo Gabinete cuenta con 31 miembros, en contraste con el anterior, que tenía 100, aunque la mayoría de los miembros clave mantienen sus cargos. En el último mes, el Gobierno había mostrado sus divisiones internas por las posibles conversaciones de paz con los islamistas que controlan la capital, Mogadiscio, y la parte sur del país del Cuerno de Africa.
Probable aprobación
Los nombramientos se hicieron tras consultar con el presidente, Abdullahi Yusuf, y con el portavoz del Parlamento, por lo que seguramente serán aprobados sin oposición por el Parlamento de transición. No se ha confirmado si el nuevo Gabinete facilitará el diálogo con la Unión de Tribunales Islámicos.
Los islamistas acusan al Gobierno de traer tropas etíopes al país para defender el débil Gobierno interino de Baidoa, y rechazan las conversaciones por este motivo.
Los Gobiernos de ambos países negaron que tal cosa hubiera sucedido, aunque el domingo algunos testigos vieron a tropas etíopes dirigiéndose a Baidoa. El Gobierno somalí también solicitó ayuda a un grupo rebelde de Eritrea, el Frente de Liberación Eritreo.
El Gobierno de Somalia fue nombrado en 2004, después de dos años de conversaciones de paz en Kenia. Estaba formado por los diversos clanes que lucharon por el control del país tras la caída del dictador Siad Barre en 1991. Los islamistas se convirtieron en la única autoridad efectiva en el país a lo largo de este último año.