El Buró Federal de Investigaciones (FBI) se halla hoy bajo fuego en Puerto Rico, como secuela de la muerte hace seis meses del dirigente del clandestino Ejército Popular Boricua (EPB-Macheteros), Filiberto Ojeda Ríos. Las críticas tomaron fuerza luego que el ministro de Justicia Roberto Sánchez Ramos reconoció la posibilidad de que Ojeda Ríos hubiera sobrevivido […]
El Buró Federal de  Investigaciones (FBI) se halla hoy bajo fuego en Puerto Rico, como secuela de la  muerte hace seis meses del dirigente del clandestino Ejército Popular Boricua  (EPB-Macheteros), Filiberto Ojeda Ríos.
  Las críticas tomaron fuerza luego  que el ministro de Justicia Roberto Sánchez Ramos reconoció la posibilidad de  que Ojeda Ríos hubiera sobrevivido después de ser herido por agentes del Buró  Federal de Investigacion (FBI).
  Sánchez Ramos, quien compareció la víspera  en Washington ante un panel de congresistas demócratas, denunció que la pesquisa  de estos hechos que realiza el Departamento de Justicia puertorriqueño no ha  progresado debido a obstáculos puestos por el FBI.
  El dirigente del  EPB-Macheteros murió desangrado el 23 de septiembre último, cuando el  independentismo conmemora la proclamación de la primera República de Puerto  Rico, luego de ser herido por agentes federales en el municipio de  Hormigueros.
  El FBI, que movilizó para esta operación unos 300 agentes  desde su base en Virginia, Estados Unidos, impidió que varios médicos  socorrieran al dirigente izquierdista, que se desangró en su hogar al ser herido  por un francotirador a la altura de la clavícula derecha.
  «La información  que tenemos es que si él hubiera sido atendido, no hubiera muerto», aseveró  Sánchez Ramos a una pregunta del congresista estadounidense Luis  Gutiérrez.
  Los congresistas demócratas investigan quejas de diversos  sectores, incluso del gobierno puertorriqueño, sobre la falta de cooperación del  FBI en la investigación sobre la muerte del dirigente machetero de 72 años de  edad.
  Ojeda Ríos cumplía el día de su muerte 15 años en la clandestinidad,  y era vigilado por su presunta participación en 1983 en el robo de 7,3 millones  de dólares realizado por el EPB-Macheteros a la empresa de valores Wells Fargo,  de Connecticut, Estados Unidos.
  El director general del FBI, Robert  Mueller, reconoció en la audiencia en el Congreso que en ocasiones se «desconfía  de personas específicas en un cuerpo policial», aunque estableció que no quiere  decir que eso ocurra en Puerto Rico.
  En los últimos meses la policía  puertorriqueña ha sido mantenida al margen de las actividades del FBI contra  independentistas, como la muerte de Ojeda Ríos y los seis allanamientos del  pasado 10 de febrero, donde varios reporteros fueron agredidos por los  federales.
  A comparecer en la misma audiencia en Washington, el presidente  de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (Asppro), Oscar J. Serrano,  demostró mediante vídeos la forma «intimidante» en que actuó el FBI contra una  decena de informadores públicos.
  El ex presidente del Colegio de Abogados  de Puerto Rico, Eduardo Villanueva Muñoz, aseguró este miércoles que «el FBI  tiene historial» de persecución y muerte de independentistas  puertorriqueños.
  De este modo, Villanueva ratificó la denuncia del  congresista Gutiérrez en el sentido de que el FBI colaboró a mediados de la  década de 1970 con la policía puertorriqueña «para matar  independentistas».
  Se refirió Gutiérrez, representante de origen  puertorriqueño por Chicago, a los jóvenes Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto  Arriví, asesinados el 25 de julio de 1978 por policías puertorriqueños  presuntamente asesorados por el FBI.
  El investigador del neoyorquino  Hunter Collage, el puertorriqueño Ramón Bosque Pérez, afirmó en el Congreso  estadounidense que desde 1930 la policía federal se ha dedicado activamente a  perseguir al independentismo.
  Denunció que de los 157 mil expedientes  elaborados por el FBI que custodia la institución universitaria en Nueva York,  el 95 por ciento está dirigido a documentar las actividades de organizaciones  independentistas que actúan en la legalidad.
  Según datos corroborados por  el congresista José Serrano, los expedientes de los activistas puertorriqueños  elaborados por el FBI, indicó, pueden llegar a 1,8  millones.


