Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Los incidentes de violencia contra las mujeres han aumentado este año en la provincia central de Uruzgan, registrándose 60 casos tan solo en la capital, según informó el pasado domingo el Departamento de Asuntos para la Mujer.
La mayor parte de los incidentes se produjeron en áreas remotas, donde no se informa de bastantes de los casos debido a la inseguridad y a otros problemas, según declaró Rana Sami Wafa, directora del mencionado Departamento, a Pajhwok Afghan News.
«De los 60 casos de Tirinkot, 30 tuvieron lugar en el ámbito de la violencia doméstica: matrimonios tempranos, violencia ejercida por la familia política y la privación a las mujeres de sus derechos de dote y herencia», dijo.
La Sra. Wafa contó la historia de una muchacha casada, Gul Chari, a la que su marido disparó en Tirinkot. La niña no ha podido volver a caminar. «Las mujeres acuden a nosotras pidiendo ayuda, pero somos incapaces de resolver sus problemas en las zonas remotas, donde la situación de la ley y el orden es pésima».
Se detectó y se envió a Kabul a más de 20 mujeres adictas a las drogas para su rehabilitación, porque no hay ninguna infraestructura que posibilite esa atención en la capital de la provincia.
«Varias mujeres se suicidaron tras ser obligadas a contraer matrimonio en contra de su voluntad», dijo, añadiendo que las muertes relacionadas con el embarazo habían también aumentado debido a la escasez de ginecólogos.
Según Babo, vecina de la ciudad, las mujeres se enfrentan a toda una serie de complejos problemas, incluyendo el matrimonio forzado y su entrega para resolver las disputas. Esas prácticas están haciendo que aumente el suicidio y la drogadicción entre las mujeres.
El gobernador Mohammad Omar Sherzad vinculó el aumento de los incidentes violentos con el analfabetismo, declarando que se estaban realizando esfuerzos para desactivar esa tendencia. Añadió que se necesitaría tiempo para ver un cambio positivo.
Abdul Ghafar Stanikzai, director para Uruzgan de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, confirmó el aumento de la violencia contra las mujeres. Dijo que había registrado 57 casos. «Hemos puesto en marcha una serie de programas de concienciación pública en los que hemos implicado a los imanes».
Maulvi Abdul Rehman, un sabio religioso local, dijo: «El Islam prohíbe entregar a una mujer para resolver una disputa. Es urgente que todos los hombres y mujeres conozcan bien el Islam a ese respecto, pero la gente no permite que las mujeres accedan a ese conocimiento».
Cortar la garganta a una muchacha de 15 años en Farah, una hija violada por su padre y la desesperada situación en que se encontraba Sara Gul en Baghlan, son los peores ejemplos de la violencia contra las mujeres, dijo Shinkai Karokhel, una diputada de Kabul y activista por los derechos de la mujer.
«Por todo el país se han hecho muchas promesas acerca de reconocer los derechos de la mujeres y de solucionar sus problemas, pero la realidad es que no se ha hecho nada», se lamentó. La diputada sugirió que si las mujeres tuvieran mayor representación en los departamentos del gobierno, ellas mismas podrían resolver sus problemas.
Fuente: http://www.rawa.org/temp/