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Entrevista al activista de Soweto Trevor Ngwane

«Aunque Mandela ayudó a construir ‘la Nueva Sudáfrica, para muchos de nosotros la lucha continúa»

Fuentes: Democracy Now!

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Nada más anunciarse la muerte de Mandela los residentes de Soweto empezaron a llorar su muerte ante su antigua casa. Acudimos a Sudáfrica para hablar con el activista de Soweto Trevor Ngwane, que reflexiona acerca del legado histórico de Mandela, pero también habla de algunos de los fallos de la nueva Sudáfrica. Para muchos sudafricanos, la lucha por la justicia social y económica no ha terminado.

Lo que sigue es una transcripción literal de la entrevista*:

AMY GOODMAN: Volvemos a Sudáfrica, a encontrarnos con Trevor Ngwane. El año pasado, cuando estuvimos en Durban y después en Johannesburgo, Trevor nos llevó a Soweto y a la casa de Nelson Mandela. Trevor Ngwane es un conocido activista de Soweto que participó en la lucha contra el apartheid.

Trevor, estás ante la casa de Nelson Mandela, ¿puedes hablarnos de la reacción en Sudáfrica ante la muerte de este icono mundial?

TREVOR NGWANE: Hay una gran conmoción y tristeza tanto entre las personas ordinarias como en todo el espectro político de Sudáfrica, ya que todo el mundo lo quería, ricos y pobres, blancos y negros, jóvenes y viejos. Mandela significa lo mejor de nuestra nación, lo mejor de la humanidad, así que todo el mundo está conmocionado y triste. Y en cierto modo la vida se está ralentizando con el fin de tomarse tiempo para afrontar adecuadamente este shock.

AMY GOODMAN: ¿Puede hablarnos de la reacción en Soweto en este momento y del significado de Soweto como punto de partida de la lucha contra el apartheid?

TREVOR NGWANE: A la antigua casa de Mandela está acudiendo muchísima gente, que canta y baila la danza toyi-toyi*, y recuerda a su héroe, la persona que dirigió la lucha contra el apartheid, la que los llevó a la victoria y a la liberación. Mandela era un visionario. Simbolizó la esperanza de que era posible una sociedad justa e igualitaria. Y de hecho fue el artífice de lo que ahora podemos llamar la nueva Sudáfrica. Fue tanto el padre como la comadrona de esta nueva sociedad. Por lo tanto, gran parte de lo mejor de Sudáfrica, de lo que Sudáfrica tiene de bueno, está asociado al nombre de Nelson Mandela.

Hay que recordar que en su juventud vivió en Orlando West, en Soweto. Se ocupó de los problemas cotidianos de la gente. Mandela y el difunto Oliver Tambo, el otro dirigente del Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), llevaban un despacho de abogados al que acudían en buscan de ayuda muchas personas ordinarias, acosadas y agobiadas por el apartheid. Y después, en la década de 1950, se convirtió en el líder del ANC. Cuando se prohibió el ANC y el régimen del apartheid utilizó la fuerza en contra del pueblo, especialmente en Sharpeville, Mandela tuvo el valor y la visión de tomar las armas.

Creo que era un hombre complejo en cierto modo, […] porque la mayoría de la gente lo describiría como un hombre de paz, pero supo cuándo tomar las armas. Era un líder fuerte, pero podía ser delicado. Era un hombre de organización, pero a veces podía romper la disciplina de la organización e ir más allá de su propio ANC. Fue un hombre negro que sufrió bajo el apartheid y el racismo. Luchó por lograr acabar con el racismo. Era un idealista (ya sabe, la visión de una Sudáfrica feliz, no racista y próspera), pero al mismo tiempo también era realista porque era capaz (como sabe, a muchos de nosotros no nos gusta este aspecto) de comprometerse en cierto modo y hacer tratos con el gran capital. Hoy esto se presenta como reconciliación, pero Mandela sabía que reconciliación significaba que la vasta cantidad de riqueza, las minas, las fábricas, permanecería en manos de blancos, en las manos del capital. Era, por lo tanto, un hombre complejo y supongo que esto marca y define su grandeza.

JUAN GONZÁLEZ: En su discurso de toma de posesión Nelson Mandela habló no solo de hacer realidad la promesa de una sociedad multirracial y democrática, sino también una sociedad justa económicamente. Puesto que solo estuvo un mandato en el poder y han pasado 14 años desde que dejó el poder, me pregunto cómo es hoy Soweto, los progresos (o la falta de progresos) realizados para hacer realidad la promesa de la revolución.

TREVOR NGWANE: Ha habido algunos progresos (ya sabe, asfaltar las calles, construir algunas instalaciones de las comunidades). Pero en general, como decimos en Sudáfrica, los ricos se están volviendo más ricos y los pobres más pobres. Ahora bien, Mandela fue capaz de llevar a Sudáfrica desde un sistema de violencia y apartheid al orden democrático (una persona, un voto). Lo consiguió por medio de un acuerdo global, un compromiso, con el que logró atraer a los negros y a los blancos, rico y pobres. Pero yo diría que hoy este acuerdo se está viniendo abajo; por ejemplo, hace aproximadamente un año, todo el mundo quedó impactado cuando en Marikana el gobierno del ANC envió a la policía a disparar contra los mineros en huelga. Hoy en Sudáfrica hay muchas protestas en las comunidades, que se levantan exigiendo agua, electricidad, viviendas y que al cabo de 20 años de democracia todavía no han beneficiado de esos servicios. Por otro lado, si nos fijamos en el ANC, el partido de Mandela y al que siempre permaneció fiel, se está desmoronando. La alianza histórica ANC-Partido Comunista-Congreso de Sindicatos Sudafricanos (COSATU, por sus siglas en inglés) hoy está sometida a una gran presión y tensión

AMY GOODMAN: Muchas gracias por estar con nosotros, Trevor Ngwane. Tenemos algunos problemas de transmisión desde Soweto. Este es el enlace de nuestra visita a Soweto hace dos años al dejar Durban: http://www.democracynow.org/2013/7/18/on_his_95th_birthday_the_story. Pero ahora quiero citar las palabras de Nelson Mandela en 1990, cuando acababa de salir de la cárcel. Vino a Estados Unidos y habló en la Asamblea General de la ONU:

«El hecho de que haya existido el crimen del apartheid será siempre una lacra indeleble en la historia de la humanidad. El hecho de que tardáramos tanto tiempo en alzarnos y decir basta será siempre una acusación y un desafío para todos los hombres y mujeres de conciencia. La fecha de la desaparición del régimen de la minoría blanca ya se ha determinado, acordado y establecido. Dentro de siete meses, el 27 de abril de 1994, todas las personas de Sudáfrica, sin discriminación alguna debida al género, la raza, el color o la creencia, acudirán al histórico acto de elegir al gobierno que deseen».

AMY GOODMAN: Este era Nelson Mandela inmediatamente después de salir de la cárcel. Estuvo 27 años en prisión. Cuatro años después se convertiría en el primer presidente negro y en el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica […].

Notas de la traductora:

* Dado que es una transcripción literal de la entrevista, hemos eliminado los elementos redundantes y reiterativos del original.

** Toyi-toyi es una danza originaria de Zimbabwe que se bailaba en las manifestaciones políticas de protesta en Sudáfrica.

Fuente: http://www.democracynow.org/2013/12/6/soweto_activist_while_mandela_helped_build