Un grupo de activistas hispanos, entre ellos ciudadanos y religiosos, inició un ayuno en Washington para exigir que las autoridades pongan fin a las redadas y a las deportaciones y aprueben una reforma migratoria integral. Doce activistas y residentes del barrio latino de la capital de EEUU dijeron hoy que comenzaron el ayuno el sábado […]
Doce activistas y residentes del barrio latino de la capital de EEUU dijeron hoy que comenzaron el ayuno el sábado pasado para llamar la atención sobre la situación que viven muchas familias hispanas a consecuencia del incremento de las detenciones, las redadas y las deportaciones de inmigrantes indocumentados.
«Creemos que esto está afectando mucho a las familias. Hay familias que están paralizadas por el miedo. Sabemos de familias que no salen de su casa, sobre todo gente mayor, por el temor de ser deportados», indicó Canek Martínez, un residente de Washington que se unió a ayuno con la intención de «romper el silencio».
Martínez agregó que uno de los grandes problemas de los inmigrantes que carecen de documentos de residencia legal en el país es la falta de asesoramiento jurídico.
«Hay un vacío de apoyo de las agencias legales y es por eso que nosotros decidimos hacer esto, porque si no podemos solucionarlo, por lo menos podemos manifestarnos por toda la gente afectada, por todos los vecinos que están pasando por esto», agregó Martínez.
De acuerdo con el activista, se ha transformado en un hecho común que las agencias de apoyo a la comunidad, como la Red de Solidaridad con México, reciban a diario por lo menos una llamada, en la que un inmigrante pide ayuda o consejo sobre cómo actuar frente a la inminente deportación de un ser querido.
«Diariamente recibimos por lo menos una o dos llamadas. Si bien no son redadas masivas, sí son detenciones en lugares públicos, como centros comerciales», señaló Martínez.
«Estamos pidiendo un alto a las redadas y a las deportaciones. Estamos diciendo, basta, porque es ya demasiado lo que nuestra gente está sufriendo», declaró Sonia Umanzor, del Comité de Apoyo por los Derechos de los Inmigrantes en Washington.
Umanzor indicó que es indigno e inhumano esposar a niños de siete años y «marcar» a las mujeres inmigrantes con grilletes en los tobillos.
Grupos de defensa de los inmigrantes han denunciado que en las redadas realizadas en varios estados del país, las autoridades de inmigración ponen a los detenidos, incluyendo mujeres, grilletes para impedir su fuga.
«No puede ser que nuestra gente salga a trabajar y sienta que ‘la migra’ los está esperando para agarrarlos. Solamente los criminales viven con ese temor», sostuvo Umanzor.
La dirigente comunitaria dijo que los hijos de inmigrantes indocumentados enfrentan el peligro de sufrir traumas psicológicos como consecuencia del miedo a las deportaciones así como de la discriminación de la que son víctimas.
Los activistas, que convocan a una serie de actividades para mañana, 1 de mayo, pidieron la participación de la comunidad en los foros que se llevarán a cabo en Washington, Maryland y Virginia.
En esas reuniones se busca recoger las experiencias y las expectativas de la gente para crear una propuesta que pueda ser presentada ante el Congreso.
«Buscamos alcanzar una nueva ley que nos proteja y nos incluya a todos. Lo que hay ahora no nos satisface. Creemos que merecemos más. Nuestro voto latino hizo la diferencia en las pasadas elecciones y creemos que lo que se nos da no está de acuerdo con eso», señaló Umanzor.
El grupo de activistas que ayunará hasta mañana en Washington, busca también, a través de esta y otras gestiones, que la ciudad sea declarada un santuario en donde se respeten los derechos de los inmigrantes.