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A propósito del pueblo saharaui

Basta

Fuentes: Rebelión

Desde el corazón del oprimido se exalta la rabia contenidaChejdan Mahmud Yazid ¿De qué sociedad española habla el diario El País que da falsas esperanzas al pueblo saharaui refugiado en un desierto hostil? ¿Ganas de amargar las «vacaciones en paz» de la chiquillería saharaui que pasa un verano más en nuestros pueblos y ciudades refugiados […]

Desde el corazón del oprimido se exalta la rabia contenida
Chejdan Mahmud Yazid

¿De qué sociedad española habla el diario El País que da falsas esperanzas al pueblo saharaui refugiado en un desierto hostil? ¿Ganas de amargar las «vacaciones en paz» de la chiquillería saharaui que pasa un verano más en nuestros pueblos y ciudades refugiados de los cincuenta mortíferos grados que caen sobre sus progenitores en la Hamada argelina? ¿Cumplimiento del deber de informar sobre lo que ocurre en la trastienda poscolonial del Magreb o cumplimiento de qué último dictak sobre la resolución de los conflictos regionales en África?[1]

Hay una gota de rabia quemándonos las gargantas
Liman Boicha

Mientras nuestra política internacional siga estando presidida por el devenir de unas prácticas sostenidas en el oscurantismo, la desmemoria, la tergiversación mediática interesada, la participación de nuestro ejército en intereses geoestratégicos imperialistas sin consultarnos y el regalo/venta de armas a países que violan sistemática y abiertamente los Derechos Humanos, por ejemplo Marruecos, nos asiste el derecho de afirmar, siguiendo a Joan E. Garcès,[2] que la sociedad española es ilusoriamente soberana e intervenida por estrategias globales ajenas a nuestro sentido práctico de la solidaridad internacional, que podemos decir con satisfacción, a pesar del violento cerco de descrédito desplegado, todavía conservamos, como por ejemplo la que mantenemos con el pueblo saharaui.

Porque aun sigue
en pie mi jaima
seguiré remendando las huellas
que el siroco va borrando de la historia

Ebnu

Pero el diario El País, para que la venta de su producto ideológico surta eficazmente los beneficios esperados, necesita ofrecer a los consumidores de información visos de credibilidad en lo que escribe. Para ello contrata personal especializado que se encarga de sancionar la veracidad de las palabras puestas a la venta, aunque los hechos las desmientan. Así es como junto al artículo aludido anteriormente aparece un escrito con formato de noticia titulado «Un Sahara independiente es inalcanzable» y abajo con letra chica: «Peter van Walsum, enviado de la ONU, insta a negociar con Marruecos la autonomía». Su autor: Ignacio Cembrero. Es decir, que el Frente POLISARIO compre en oferta sin garantía democrática una autonomía dentro del reino de Marruecos vendiendo a una parte de su pueblo, el refugiado en la Hamada, el fin de sus sufrimientos. Aparte de lo inmoral que resulta que un diario de tirada internacional dé sostén, sin permitir divulgar una contestación crítica, a la idea de uso como moneda de cambio de  las generaciones de niños saharauis nacidos y criados en el refugio argelino, lo preocupante de los escritos de Ignacio Cembrero y otros tantos preclaros ‘especialistas’ conocedores de lo que  les ocurre también a los saharauis que habitan el territorio del Sahara occidental cuando defienden los derechos humanos conculcados por el reino alauita, (amén de la ausencia de ética profesional cuando se oculta para desinformar) es la lección política que imparten de cinismo pacato y colaboracionista de las ‘novedosas’ maneras de «desactivar los conflictos regionales». Es la concreción de lo que el presidente Bush dictó en Berlín el 23 de mayo de 2002:
«O construimos un mundo de justicia o viviremos en un mundo de coerción. La magnitud de las responsabilidades que compartimos hace que nuestros desacuerdos parezcan tan insignificantes».[3]
Y específicamente esta colaboración con el plan estratégico Bush de «colaborar con otros para resolver conflictos regionales», supone que los encargados de elaborar las fórmulas políticas de los Estados Unidos encaminadas a tal fin deben

coordinar con los aliados europeos e instituciones internacionales, lo que es «esencial para la mediación constructiva en los conflictos y el éxito de las operaciones de paz», y
 
ayudar a los estados africanos «con capacidad de efectuar reformas y las organizaciones subregionales» que «deben ser reforzadas por ser el medio básico para hacer frente a las amenazas en forma sostenida».[4]

Y se contratan y subcontratan técnicos en el diseño de fórmulas de ‘mediación en operaciones de paz’ que ayuden a reformar o transitar hacia escenarios de ‘libertad’ frente a supuestas amenazas terroristas que dificulten los acuerdos comerciales, como por ejemplo el primer Tratado de Libre Comercio firmado por Estados Unidos con un país africano, Marruecos.

El tiempo va, siempre va
dejando callos en las manos
de la historia

Luali Lehsan

Por eso nuestro Ministro de Asuntos Exteriores, el señor Moratinos, la persona encargada de seguir tejiendo los hilos que confeccionan las relaciones bilaterales con el más insaciable depredador de materias primas y energéticas de la Tierra, manifestó su desagrado con la postura de El Frente POLISARIO de recusar a Peter van Walsum, pública y unilateralmente situado a favor de la propuesta ‘autonómica’ marroquí y la ‘irreal’ celebración del referendum. Nuestro problema interno de descolonización inconclusa pasa a ser un ‘desacuerdo insignificante’ sobre el que hay que seguir escondiendo la cabeza, pues el miedo a enfrentar el uso de nuestra soberanía nacional para resolver -¡en un marco de legalidad internacional!- nuestra responsabilidad política para descolonizar de una vez por todas el Sahara occidental, encuentra su explicación en la vieja maraña, tejida en los años de la dictadura franquista, de subordinación total a los dictados impuestos por nuestro aliado estadounidense.

Decirles que la tierra no es de ellos
Ali Salem Iselmu

Y así se explica también por qué el lobby mediático insiste una y otra vez en hacer responsables únicos de la situación en la que se encuentra el pueblo saharaui a ellos mismos y, sobre todo, a sus gobernantes, el Frente POLISARIO. A los voceros mediáticos en suelo ibero de ‘las soluciones negociadas de los conflictos’ no se les pasa por las mientes pensar que son precisamente los saharauis los primeros y principales interesados en resolver de una vez por todas y en libertad sus serios problemas de subsistencia e indigna vida a la que se han visto abocados precisamente por defender la dignidad, su soberanía y la libertad para desarrollarse en un mundo de justicia sin coerción.
 
La sociedad española, empachada de mentiras y padeciendo las consecuencias de la enfermedad mental de la hipocresía que se ha instalado en los cuerpos de nuestros gobernantes, sin embargo conoce cara a cara a los saharauis, viaja a Tindouf, concede a Aminetu Haidar el premio Bandrés de los Derechos Humanos, y sobre todo, hace lo contrario que sus gobernantes, respeta el modo y la manera en que los saharauis se autogobiernan a través de los organismos e instituciones de la RASD y no pone en duda la legitimidad del Frente POLISARIO, defensor y representante de su soberanía nacional. Porque también
 
«Sabemos que para defender determinados intereses se hace necesario repetir con insistencia algunas ideas clave para sostenerlos -los intereses- hasta convertirlas en verdad aparentemente objetiva, aun a sabiendas de que pueda darse la posibilidad de demostrar que son una falacia -las ideas-, así como los argumentos que las sustentan».[5]

¿Hasta cuando seguiremos los saharauis aclarando la obviedad?
Zahra El Hasnaui Ahmed

Aparte de la mayor productora de falsedades sobre unos ‘otros árabes’ construidos para el imaginario occidental como seres terroristas y sanguinarios radicada en Hollywood, desconocemos la trama empresarial y sus filiales españolas dedicada a la importación y exportación de los imaginarios sobre los que el pensamiento hegemónico fabrica y vende la realidad del mundo en que vivimos. Otra cosa es que los compremos y nos lo creamos. Haciendo uso del sentido común y de la analogía,  encontramos en Peter van Walsum, el enviado para el Sahara occidental por el Secretario general de la ONU a las conversaciones abiertas en Manhasset, una materialización del pensamiento de Samuel Huntington que allá por 1975 planteaba que
 
la democracia es sólo una de las maneras de constituir la autoridad, y no es necesariamente aplicable universalmente. El funcionamiento efectivo de un sistema democrático requiere cierto nivel de apatía y de no participación por parte de algunos individuos y grupos […] Hay también potencialmente límites deseables a la extensión indefinida de la democracia política».[6]
 
La lucha de liberación de El Frente POLISARIO, el nacimiento de la República árabe saharaui democrática y la subsiguiente guerra con el país que usurpó el territorio legitimado para la descolonización, Marruecos, abrió una brecha por donde respirar entre las estrategias descolonizadoras de las potencias europeas y los regímenes despóticos de Franco, Salazar, Somoza, Trujillo o Pinochet,  protegidos y privilegiados por los gobiernos estadounidenses. Cuando la tortura, la cárcel y el asesinato de los líderes e inteligencias no cooptados por el poder imperial dejaron de ser los límites impuestos para la imposición de las democracias bipartidistas, llegaron las ideas de las transiciones hacia modelos estatales definidos como ‘deficitarios en democracia’. Y el POLOSARIO, en 1991 en consonancia con la situación geoestratégica internacional, acepta el alto el fuego como vía de solución para una independencia negociada: el referendum. Desde entonces no ha cejado en su intento de hacerlo efectivo tratando al tiempo de dar salida al «presente continuo» que supone vivir y crecer bajo la identidad de refugiad@ en un desierto que no es suyo sobre el que parece se sostiene la RASD. Sabemos que no es así, que el Estado saharaui son sus gentes porque los saharauis son nación, estén donde estén o vivan donde vivan.

Ya no se apaciguará la lámpara encendida
que se transforma lentamente en una luz rebelde y sabia
Ali Salem Iselmu

De ahí pensamos que deviene la fuerza y la resistencia saharaui. Y es ahí precisamente donde más se ceban los encomenderos de ‘domesticar’ a las hijas e hijos de las nubes. Dejar que sea el tiempo de permanencia en la Hamada el encargado de transformar la resistencia en un tiempo para la apatía y la no participación en los asuntos públicos, para que poco a poco el buen corazón que guía la ayuda solidaria ofrecida en los campamentos sea el ariete por donde sustentar la subordinación política, social, cultural y económica del pueblo saharaui a los ‘dadores’ de la ayuda al desarrollo ¡en un campamento de refugiados! Mas claro. Intentar conseguir por todos los medios el máximo debilitamiento de la capacidad política de articulación del Frente POLISARIO con su gente. 

Y si no me escuchan, otra vez,
¿qué hago?
Bahia Mahmud

¿Cómo seguir adelante si, como aventuran los agoreros partidarios de la desesperanza, fracasa nuevamente la negociación con Marruecos? Esta delicada pregunta tiene, sin duda, diferentes respuestas. Peter van Walsum, arte y parte en el asunto, ya nos ha dado la suya. Gracias. Demos por bien usado el dinero, suponemos que público, empleado en pagarle el salario. Pero no podemos compartirla. No sólo porque estaríamos contraviniendo la legalidad internacional, o porque sigamos considerando inmoral el abandono hacia un futuro incierto del pueblo saharaui, sino y sobre todo porque serán los saharauis los encargados de tomar sus propias decisiones, como pueblo soberano que es.
 
Los saharauis, sépanlo, que al ser conscientes de encontrarse en las antípodas del desarrollo democrático dado en el reino de Marruecos, que al no albergar deseos expansionistas en el Gran Magreb, que al serles materialmente imposible en las condiciones actuales contribuir a la necesaria tarea democratizadora en las regiones tanto del sur, como del norte del reino de Marruecos, (trabajo que en todo caso debería ser objetivo de las instituciones internacionales encargadas de la mediación constructiva en los conflictos con el fin de ayudar a aquellos estados africanos que, como Marruecos, o bien albergan amenazas terroristas reales, o bien practican el terrorismo de estado) los saharauis sólo exigen, con justificada indignación, no una independencia graciable resultado del fracaso colonial español, sino el derecho a una justa independencia ganada en el terreno de batalla, demostrada por la vía de la negociación y, sobre todo, alimentada por el deseo unánime de todo un pueblo por alcanzar la paz. Basta. Porque

No pudo morder la mentira,
la geografía inmensa
de tus alas blancas

Zahra El Hasnaui Ahmed

Beatriz Martínez Ramírez,
socia del Club de Amigos de la UNESCO de Madrid.
Alcalá de Henares, 9 de agosto de 2008

NOTAS

[1] En referencia al artículo «La sociedad española da ‘falsas esperanzas’ » URL http://www.elpais.com:80/articulo/internacional/sociedad/espanola/da/falsas/esperanzas/elpepuint/20080808elpepiint_2/Tes
 
[2] Garcès, J. E. (1996/2008) «Soberanos e intervenidos. Estrategias globales, americanos y españoles». Ed. Siglo XXI.
[3] «Estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos de América»(2002) La Casa Blanca, Washington. Distribuido por la Oficina de Programas de Información del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en Web http://usinfo.state.gov/journals/itps/1202/ijps/ijps1202.htmhttp://usinfo.state.gov/journals/itps/1202/ijps/ijps1202.htm
[4] «África: Máxima Prioridad Política en el Nuevo Plan Estratégico del Presidente Bush» (2002) En ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL DE ESTADOS UNIDOS: UNA NUEVA ERA. URL http://usinfo.state.gov/journals/itps/1202/ijps/pj7-4jim.htm
[5] Beatriz Martínez (2007),  de «Las argucias del colonialismo español en el Sahara occidental». URL http://www.loquesomos.org/lacalle/tuopinion/Lasargucias.htm y http://www.rebelion.org/noticia.php?id=45475
 
[6] Informe Samuel Huntington. Citado en Garcès, «Soberanos e intervenidos», p. 176.

El título elegido, Basta, así como los subtítulos de este artículo, pertenecen al libro de poemas «Aaiún: gritando lo que se siente», de la Generación de la Amistad Saharaui. UAM. Madrid 2006, y al Calendario Saharaui octubre 2007/octubre 2008 editado por la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Madrid.