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El reconocido halcón neoconservador promovió la invasión a Irak en 2003

Bush decreta el nombramiento de John Bolton como representante de EEUU en la ONU sin el apoyo de los legisladores

Fuentes: La Jornada

John Bolton, uno de los más entusiastas partidarios de la invasión a Irak en 2003, reconocido halcón neoconservador que ha hecho carrera en el Departamento de Estado durante los gobiernos republicanos, fue nombrado embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas por el presidente George W. Bush, quien lo designó por decreto para eludir las reticencias […]

John Bolton, uno de los más entusiastas partidarios de la invasión a Irak en 2003, reconocido halcón neoconservador que ha hecho carrera en el Departamento de Estado durante los gobiernos republicanos, fue nombrado embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas por el presidente George W. Bush, quien lo designó por decreto para eludir las reticencias mostradas en el Congreso durante los pasados cinco meses.

«Este puesto es demasiado importante como para dejarlo vacante por más tiempo, especialmente durante una guerra y un debate vital sobre la reforma de la ONU», dijo el gobernante durante una ceremonia realizada en la Casa Blanca, acompañado de Bolton y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.

Firme creyente de que la ONU es una carga para los contribuyentes fiscales en Estados Unidos, que resulta inútil mantener, Bolton, de 57 años, ha ocupado diversos cargos en las administraciones de Ronald Reagan y George Bush padre, como responsable de las relaciones con organismos internacionales (1985-1989) y en la Agencia para el Desarrollo (1981-1983).

En la administración de Bush hijo, el ahora embajador ante la ONU fue subsecretario de Estado para el control de armamento, donde congeló las negociaciones con Rusi, además -según senadores demócratas que examinaron su candidatura en mayo y junio- ha sido acusado de tratar mal a sus subordinados, mostrar un trato poco diplomático y manipular información de inteligencia para apoyar sus preferencias en el diseño de políticas.

Bush recurrió al nombramiento por decreto de Bolton luego de que el viernes entró en receso el Congreso. Con esta medida, el presidente aseguró que el embajador permanezca en el cargo hasta enero de 2007. Para ratificarlo, la presidencia tendrá que obtener la aprobación del Senado.

La designación provocó reacciones de enojo de parte de legisladores demócratas y de organizaciones no gubernamentales que habían realizado esfuerzos por impedir la llegada de Bolton a la ONU.

«John Bolton ha puesto su fe en una política exterior unilateral, solitaria, que ha estrechado nuestra fuerza militar, y creo que su nula habilidad para ser efectivo y constructivo embajador podría producir consecuencias contrapuestas para la diplomacia estadunidense», dijo la senadora demócrata por California, Dianne Feinstein.

«Es un regalo para los aislacionistas ácidos de la derecha», señaló a su vez la institución liberal de izquierda Centro para el Progreso Estadunidense.

Pese a todo, Bush dijo hoy que Bolton va a la ONU con el mandato de «reformar la ONU bajo el liderazgo de Estados Unidos».

«Una mayoría de senadores está de acuerdo en que (Bolton) es el hombre que hace falta para el cargo. Pero, a causa de las tácticas dilatorias partidistas utilizadas por un puñado de legisladores, John no pudo recibir el voto que merece», manifestó Bush.

«Si viene con un espíritu de dar y recibir, el embajador (Bolton) tendrá éxito», dijo a su vez el secretario de la ONU, Kofi Annan, al saber del nombramiento.