Recomiendo:
0

Desentrañando las mentiras e incoherencias de su campaña propagandística a favor del Plan Bolonia

Carta abierta a la Ministra Cristina Garmendia

Fuentes: Rebelión

«Estimada» ministra Garmendia: En primer lugar, me gustaría preguntarle cómo están las acciones de sus empresas. Porque usted es una importantísima empresaria, y hasta hace un año pertenecía a la Junta Directiva de la CEOE. Sin embargo, usted es lista y ambiciosa; por eso, con toda la naturalidad del mundo, decidió reciclarse milagrosamente en una […]

«Estimada» ministra Garmendia:

En primer lugar, me gustaría preguntarle cómo están las acciones de sus empresas. Porque usted es una importantísima empresaria, y hasta hace un año pertenecía a la Junta Directiva de la CEOE. Sin embargo, usted es lista y ambiciosa; por eso, con toda la naturalidad del mundo, decidió reciclarse milagrosamente en una altruista ministra (sin por ello dejar de ser una gran capitalista). El problema es que existe algo llamado Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos (ley 5/2006 de 10 de abril), que la obliga a usted a reducir las acciones de las nueve sociedades que en su anterior reencarnación controlaba (Genetrix S.L., Coretherapix S.L., Cellerix S.A., Biotherapix Molecular Medicines S.L., Imibiosis S.L., Biobide S.L. Fenix Biotech S.L. X-Pol Biotech S.L. y Alma Bioinformatics S.L.) a «sólo» un 10%.

Así pues, ¿cómo van las acciones de sus empresas, señora ministra? ¿Me recomienda comprar? Si me sobra algo de chatarra después de pagarme el Master y devolver la beca-préstamo, tal vez me anime, porque yo creo que deben ir de maravilla. Y es que ya van tres veces que usted se niega a contestar a las preguntas efectuadas por parlamentarios del PNV al respecto. Cada dos por tres leemos en la página de la agencia de noticias Europapress lindezas como: El PNV pregunta a la ministra Garmendia si ha vendido sus acciones y si su familia subcontrata con la Administración, o incluso El PNV pide amparo a Bono para que Garmendia aclare si continúa manteniendo acciones en empresas tecnológicas ( http://www.europapress.es/nacional/noticia-pnv-pide-amparo-bono-garmendia-aclare-si-continua-manteniendo-acciones-empresas-tecnologicas-20090310144809.html ).

Tengo tres pruebas de que usted es una corrupta que tiene más del 10% de alguna de esas empresas (Genetrix), lo cual, la verdad, es escandaloso e indignante. La primera es más bien un indicio lógico: si así no fuera, ya habría contestado a las preguntas de los parlamentarios. La segunda se apoya en estas declaraciones de Emilio Olabarría, también en el parlamento:

La tercera, triste homenaje a la navaja de Occam, se apoya en sus propias declaraciones al diario El País:

    P. ¿Se ha deshecho ya de todos sus cargos y acciones en las empresas en que participaba?

Jaque mate, señora ministra (¿o debería decir monopolista?). Así que es usted una corrupta en proceso de dejar de serlo, que incumple una ley (calma, señores: está en proceso de dejar de incumplirla) pero paradójicamente nunca será procesada por ello. ¡Maravillas de la justicia española!

¿Y con qué legitimidad moral viene a darnos lecciones esta empresaria-ministra-delincuente que, si ya ha mentido una vez, puede volver a hacerlo? Por eso y más -y por ser usted la abanderada de aquella perla de los «rankings de universidades»- he decidido dedicarle yo este bonito ranking:

LAS DIEZ FRASES MÁS HIPÓCRITAS DE CRISTINA GARMENDIA:

  1. Ha faltado información, y probablemente diálogo

¿Diálogo? A lo mejor han sobrado porrazos de los Mossos d’Esquadra, señora ministra. Lo que dice es sencillamente falso. Los estudiantes más informados sobre el EEES son los que están más en contra. Ha faltado manipulación, ahí estamos de acuerdo. Pero no se preocupe, porque su gobierno ha destinado una millonada a una nueva y apabullante campaña de propaganda a favor de Bolonia.

No seamos ridículos, Garmendia. Bolonia no existe. No es más que una tapadera para esconder lo que en realidad se está haciendo, y que iremos viendo al glosar sucesivamente sus frases. La declaración de Bolonia, de apenas un folio de extensión y lenguaje vacío, dice cosas con las que cualquiera puede estar de acuerdo, empezando por quien suscribe estas líneas. El problema es que el EEES se ha ido perfilando de forma paralela a través de documentos de la Comisión Europea, como «Invertir eficazmente en educación y formación: un imperativo para Europa» (COM (2002) 779) o «Eficiencia y equidad en los sistemas europeos de educación y formación«(COM (2006) 481), los cuales contienen lindezas sin fin.

Bolonia es una farsa. Lo que el gobierno dice que es Bolonia, ni se va a hacer, ni se quiere hacer, ni se puede hacer. No habrá tal unificación porque, para empezar, media Europa está fuera. Oxford y Cambridge están fuera. Las Escuelas Normales francesas están fuera. Medicina, Farmacia, Arquitectura, Ingeniería están prácticamente fuera desde el primer momento. Derecho en Italia está fuera. Grecia entera está fuera porque hay incluso un problema de inconstitucionalidad. Y en Francia, hay trece rectores en pie de guerra contra medidas privatizadoras muy parecidas a las que vivimos en España.

Aparte, ¿homologación? Teniendo países con Grados de cuatro años y Posgrados de dos y otros con Grados de tres y Posgrados de uno (y todas las combinaciones posibles entre ambas cosas), la homologación va a tener que seguir por fuerza los mismos costosos trámites de toda la vida. No existe ningún catálogo europeo de carreras superiores ni unas directrices generales que cada carrera deba seguir. De hecho, en la mayoría de los países, el Grado tendrá 180 ECTS; en España, 240.

¿Movilidad? Para eso lo que hace falta es dinero, y no ningún Plan. Las becas Erasmus existen desde finales de los años 80, muchos años antes de la Declaración de Bolonia, lo que hace hipócrita otorgarle a Bolonia este mérito. Bolonia no supone ningún incremento exponencial en la dotación de estas becas, a todas luces insuficiente.

    9) No hemos hecho ninguna estimación de facultades que puedan cerrar. Tengo la percepción de algunas dificultades en humanidades.

  • ¡Es usted un hacha, ministra! ¿No me diga que usted también lo ha notado? Sin embargo, sí que han hecho esas estimaciones, y le pongo como prueba las palabras de su propio compañero Marius Rubiralta, Secretario de Estado de Universidades, quien en su conferencia de Oviedo el pasado 25 de noviembre nos tranquilizó a todos afirmando: «Si alguna universidad va a cerrar no será por Bolonia, será por el mercado».
  • ¡Vaya un alivio, señor Rubiralta! Entonces no pasa nada. A nosotros lo que nos molestaba era el nombrecito, y no el hecho de que se estén articulando mecanismos que permiten, por ejemplo, que una universidad cierre si no es rentable para el mercado (como por ejemplo: financiación competitiva, financiación ligada a resultados, más financiación para aquellas carreras cuyos graduados monten empresas propias o, en la práctica, condicionamiento de la financiación pública a la previa obtención de financiación privada).
    • 8) Los préstamos-renta de ninguna manera sustituirán a las becas convencionales.

    No es tan sencillo, empresaria. No se haga la tonta. Nadie ha dicho que vayan a sustituirlas, al menos de manera inmediata; pero una chica lista como usted debe conocer el «Informe Bricall» (el Informe Universidad 2000, de la Conferencia de Rectores). Mi preferido es el capítulo V, Financiación:

      «Otra solución a este tipo de problema consiste en ofrecer un préstamo con devolución condicionada a la renta (o préstamo-renta). Por ejemplo, a partir del próximo curso, está previsto que el Reino Unido financie a sus estudiantes únicamente a través de préstamos-renta, eliminando totalmente las becas.» (Pág. 271)

      «Como tendencia general y según la experiencia internacional se recomienda, pues, la utilización prioritaria de las becas (…) en los primeros años. En cambio, en los ciclos posteriores se puede ofrecer ayuda financiera en forma, prioritariamente, de préstamos-renta.» (Pág. 276) ( http://www.ua.es/up/bricall/bricall/bricall2.html )

    Y es que para llegar a Rector (o a ministra ceoera) hay que tener el cerebro bastante desarrollado. Saben sobradamente que hacer de golpe un cambio de tal magnitud sería extraordinariamente impopular. Pero como acabamos de ver, según nuestros propios rectores se van a ir priorizando cada vez más las becas-préstamo, supongo que hasta llegar a la envidiable situación del Reino Unido, o hasta que sólo haya becas de excelencia para los mejores alumnos y el resto sean hipotecas. Tenemos ya gráficas que indican que las becas se han estancado y estos préstamos crecen cada año. Según los datos facilitados por la CRUE, en 1995 el 20% de los matriculados estaban becados. En el 2004/2005 ya se habían reducido a un 14% (La universidad en cifras 2006, pág. 125). Este año, las becas de «ayuda compensatoria», otorgadas a las familias de rentas más bajas, está siendo de sólo 2.500 euros, según el Real Decreto 675/2008 de 28 de abril.

    En cualquier caso, las becas-préstamo son una perversión en sí mismas, porque si pasados 15 años no tienes aún un nivel de renta de 22.000 euros, no debes devolverlas: el Estado condona tu deuda. Los bancos, obviamente, no pierden un duro. ¿Cómo justificar ese trasvase de fondos públicos a manos privadas, cuando podrían darte el dinero directamente a ti?

    Sin olvidar que sólo el 10% de las becas irá destinado a los Master, cuyo precio es sencillamente elitista (en mi universidad, 26 euros el crédito).

      7) Hacer esta consulta con los alumnos actuales sería antidemocrático. La Universidad pública es patrimonio de toda la sociedad. No cabe un referéndum para decidir sobre la implantación definitiva del Plan Bolonia, porque éste ya ha sido ratificado en las Cortes Generales, que son las que representan al conjunto de la sociedad. No podría hacerse ciñiéndose únicamente a los estudiantes actuales, porque sería antidemocrático.

    ¡Oh la lá, señora ministra! Da gusto ver con qué fervor revolucionario defiende usted de pronto la democracia. El problema es que no deja de ser un burdo sofisma. Dado que si deciden sólo los estudiantes actuales y no los del mañana (?) la decisión es «antidemocrática», mejor que no decidan ni unos ni otros. Mejor que decida una empresaria de la CEOE que incumple la Ley de Incompatibilidades.

    Usted cree que la democracia es votar un día y callar 4 años. No se imagina la impotencia de los pueblos ante tan perversa lógica. Pero algunos pensamos que la democracia debería ser algo participativo, que el poder debería estar en manos de la gente. Si algo debe decidirse acerca de la universidad, que la comunidad universitaria se reúna y lo vote democráticamente. De cajón.

      6) El Proceso de Bolonia, ¿es un reto o un problema? Antes de analizar si es un reto o un problema, lo que creo que es importante señalar, primero, es que es una obligación.

    En la frase 7 era usted toda una adalid de la democracia, casi parecía una representación viviente de La libertad guiando al pueblo de Delacroix; pero ahora… Bien, pongamos el caso: esta misma noche se descubre que es usted una delincuente, que Zapatero nombró ministra a una gran empresaria, etc. Estalla una grave crisis política y se convocan elecciones. Gana con mayoría absoluta un partido contrario a Bolonia. En las Cortes, se decide romper con Bolonia. ¿Seguiría siendo obligatorio? Lo pregunto más que nada para saber en qué clase de «democracia» vivo, y su grado de organicidad. ¿O es que nos gobiernan las empresas…? No se moleste, era una pregunta retórica.

      5) No es en absoluto obligatorio, sino que es un compromiso voluntario de los países, que se ha ido aprobando y ratificando progresivamente a lo largo de los años en las cortes generales través del debate parlamentario.

    Lamentable incoherencia, Garmendia. A ver si se decide usted. En la 6, Bolonia «es una obligación»; en la 7 «no es en absoluto obligatorio». ¿Y eso del debate parlamentario? Perdone que le diga, pero no hubo el menor debate al respecto. Usted no lo sabe porque por aquellas fechas estaría montando alguna nueva empresa con la que forrarse. Chica lista…

      4) Que la empresa encuentre instituciones importantes en las que volcar su mecenazgo no está relacionado para nada con la privatización de las universidades. La universidad tiene que ser uno de los pilares del cambio del patrón del crecimiento económico y tiene que tender puentes hacia el mundo de la empresa.

    No está relacionado con la privatización, sino que supone un aumento en el grado de privatización, porque la educación superior ya era semi-privada. Las copisterías, la seguridad y la limpieza fueron siempre subcontratadas y no públicas. Las técnicas de gestión ahora son privadas, y se hacen rankings de universidades que compiten entre sí por la financiación.

    La LOU (artículo 14) crea los Consejos Sociales y les otorga la aprobación -o no- de los presupuestos universitarios; estos Consejos Sociales están controlados por importantes empresarios, como puede verse en la página web de cualquier universidad española (a modo de ejemplo, el de la UNED está presidido por César Alierta, Presidente de Telefónica, y el de la Carlos III de Madrid por Matías Rodríguez, vicepresidente del Banco Santander).

    También la LOU (artículo 32) crea la ANECA, por recomendación europea, y el RD 1393/2007 (artículo 27) le otorga un «carácter preceptivo y determinante» para la aprobación -o no- de cualquier plan de estudio; la ANECA es también una fundación con nutrida representación empresarial. Los documentos de esta fundación semi-empresarial se caracterizan por contener las barbaridades más grandes que imaginarse puedan. Por ejemplo:

      Si estas tareas liberalizadoras son lentas, la liberalización de los servicios, posiblemente, va a ser también bastante lenta. (…)Y aquí tenemos el ejemplo de la Unión Europea, que no aplica las normas de liberalización del comercio de servicios.  La tendencia de futuro es una economía más global, más liberalizada y más abierta y competitiva. No se trata sólo de que la gente sea más o menos culta.  Avanzamos hacia una sociedad de la información y sociedad del conocimiento, por lo que la OMC tendría que afrontar el tema del libre comercio del conocimiento, que hoy es un recurso transnacional ( http://www.aneca.es/estudios/docs/publi_3foro_conclusiones.pdf Página 8).

      El mercado laboral no sólo exige de los graduados conocimientos y destrezas a nivel profesional, sino también la capacidad de adaptarse a nuevos ámbitos de desarrollo profesional no necesariamente relacionados con su campo específico de estudio. De esta forma surge la figura de un nuevo tipo de trabajador: el ‘profesional flexible’ ( http://www.aneca.es/estudios/estu_informes.asp ).

      En fin, «la universidad ya no es más un lugar tranquilo para enseñar, realizar trabajo académico a un ritmo pausado y contemplar el universo como ocurría en siglos pasados. Ahora es un potente negocio, complejo, demandante y competitivo que requiere inversiones continuas y de gran escala» ( http://www.aneca.es/publicaciones/docs/publi_competencias_090303.pdf Página 24).

    Se establecen convenios de colaboración con empresas, como las cátedras-empresa, y hasta préstamos privados por parte de los bancos (el Santander tiene sucursales en el interior de todas las universidades españolas). Incluso hay universidades privadas (cada vez más: ya hay 27, contra 50 públicas). De hecho ¿no tenemos a una empresaria de la CEOE reciclada en la ministra que se encarga de las competencias universitarias? No sea cínica. Aunque, por una vez, ha dicho algo que es cierto: se trata de mecenazgo privado, como en la Edad Media, como si la Revolución Francesa nunca se hubiera producido y la educación pública tuviera que ser erradicada. Ahora bien, ¿mecenazgo a cambio de qué? ¿O es que ahora pensamos que los empresarios y banqueros son una especie de ONG altruista que te regala dinero sin obtener nada a cambio?

      3) Hay que mejorar la transferencia de conocimiento a las empresas. Las administraciones no tienen que ser más intervencionistas. Deben garantizar que las cosas se hacen bien, pero no interferir en los procesos.

    «Hay que, deben, tienen». ¿Y eso quién lo dice, aparte de Adam Smith y de usted? ¿Dónde están sus argumentos, ministra? Permítame que le diga que la universidad tenía muchas cosas que mejorar, pero que estos cambios ultra-empresariales van justo en la dirección opuesta al cambio que necesitamos. Permítame que le diga que su triste reforma es parte de una ofensiva neoliberal que pretende desmontar lo que todavía quedaba del Estado del bienestar. No hay más que ver sus invectivas contra el «Estado intervencionista», más propias de un mitin de la Escuela de Chicago que no de un gobierno que debería borrar de sus siglas la S y la O. Sin embargo, me parece usted muy coherente: es empresaria y defiende sus intereses. Yo soy estudiante, y defiendo los míos; por eso, aunque no sea ninguna panacea, prefiero un Estado de bienestar antes que lo que usted propone.

    Como dice el profesor de la UCM Carlos Fernández Liria, esto es peor aún (y mucho más rentable para los de su gremio, señora Garmendia) que una privatización pura, porque es un aspirador de dinero público que está pasando directamente a manos privadas. Llevamos años experimentándolo: si no tienes financiación externa, por interesante que sea tu proyecto, no te conceden dinero público, ni becarios, ni nada. Pero si la tienes, el Estado te da el oro y el moro. Si una empresa pone 10 euros para un proyecto, el Estado pondrá 100 más y tres becarios (además de regalarle la patente). Simplemente se están subvencionando con dinero público actividades privadas, al tiempo que las empresas se apropian del trabajo de un ejército de becarios pagados también con dinero público (o peor: en el Real Decreto 1393/2007 se establece la posibilidad de que los Grados incluyan hasta 60 créditos de prácticas en empresas, sin mencionarse remuneración alguna), becarios a los que forman sin invertir un solo euro y que en el futuro serán sus empleados. Las empresas no se conforman con pagar cada vez menos impuestos, así que han decidido lisa y llanamente robar el dinero de los impuestos.

      2) La paradoja es que uno de los aspectos que Bolonia contempla con más fuerza es el aspecto social de la universidad, las becas, el aspecto igualitario, el poder compatibilizar el estudio con el trabajo.

    Todo esto que dice, ministra, es sencillamente mentira, y además usted lo sabe. ¿Dónde contempla Bolonia con fuerza -o sin ella- las becas? Las únicas que aparecen citadas en los documentos de la Comisión Europea (y en la Declaración de Berlín) son las que esas almas caritativas del Santander conceden y que luego tienes que devolver. ¿Y cómo es eso de compatibilizar estudios y trabajo? Un Grado español tiene 240 ECTS, y cada ECTS son entre 25 y 30 horas de trabajo estimado (por cierto, es curioso eso de pagar por estar en tu casa estudiando). Dado que el Grado tiene 4 años (y dado lo que establece el RD 1393/2007), hay que hacer 60 ECTS cada curso. Si multiplicamos 60 x 27’5, el resultado será 1650 horas cada curso. Dividido entre los 9 meses que éste dura, tenemos 183 horas al mes; es decir, 45 a la semana, lo que supone 9 horas al día de lunes a viernes.

    ¿A qué hora quiere que trabajemos, señora ministra? Será que eso de trabajar le resulta a usted un tanto ajeno, o tal vez ha leído demasiadas veces La cabaña del tío Tom. Mientras hablemos de la universidad española y no de la extracción de la plata en las minas de Potosí, es usted una simple trolera. Sé que sacarán un programa especial para que los trabajadores puedan ir sacando los cursos poco a poco, pero eso no deja de ser un parche a la herida que ustedes mismos han provocado. El nuevo sistema empeora la situación del que tiene que compaginar estudios y trabajo, cosa que acabamos de demostrar calculadora en la mano. Y eso por no hablar de la asistencia obligatoria.

    ¿Y qué hay de la subida de tasas? ¿Me negará que la Conferencia General de Política Universitaria marcó una subida de tasas de entre un 4’2 y 8’2% este año? ( http://www.elmundo.es/papel/2008/06/03/espana/2408550.html ). ¿Me negará que el Posgrado, según el propio gobierno del que usted forma parte, tiene un precio orientativo de unos 3.000 euros, además de que la mayoría de ellos no están becados? ¿Me negará que el Curso de Adaptación del Profesorado, que costaba entre 200 y 400 euros, ha sido sustituido por un Master de 2.000 euros de precio?

      1) Son protestas minoritarias, protagonizadas por focos de descontentos. La percepción de los estudiantes sobre la nueva ordenación académica es mayoritariamente positiva.

    Otra mentira, y van ya demasiadas. Ha habido tres referendum en Lleida, Girona y Barcelona. El resultado global ha sido: 94% en contra este EEES y 5% a favor, con una gran participación, quizá la más alta en comicios universitarios de la historia reciente. Sabe perfectamente que lo mismo ocurriría si se organizaran referendum en otras universidades. Además, ¿de qué ridiculez estamos hablando? Si es más que evidente, como sabe cualquiera que haya posado un pie en cualquier universidad española, que, lejos de haber percepciones positivas de este EEES, lo que hay es un movimiento verdaderamente impresionante en su contra.

    ***********

    Me despido. ¿Sabe lo que queremos, ministra? Un mundo en el que no haya cabida para gente como usted. Gente que posee miles de millones, mientras otros -los más- no tienen nada. Gente que lleva a sus hijos a universidades privadas (no queremos que existan universidades ni escuelas privadas). Gente que patenta y luego vende avances colectivos de la especie humana, obtenidos por laboratorios universitarios -y además sobre la base de un esfuerzo de milenios. Gente que negocia con la salud (como sus empresas farmacéuticas, señora Garmendia), la educación, la vivienda, los alimentos… y también con las ilusiones de muchas personas.

    Sencillamente no mienta, ministra. Dígalo claro y siga dedicándose a sus podridos negocios. Diga que defiende sus intereses y los de los suyos, que esta reforma no es positiva para la mayoría pero sí para algunos de ustedes, que no piensa contestarme porque yo para usted no soy nada y si ni siquiera le contestó a los parlamentarios…

    No se preocupe; de todos modos esto no es en realidad un llamamiento para usted, sino para esa multitud de estudiantes que he visto gritar y que, apaleados, ninguneados, ignorados, insultados y derrotados, aún cierran los puños, y salen a la calle, y sienten arder la sangre; y aún sueñan, sueñan cosas tan lindas, como derribarle a usted, y a su sucia reforma, y a todo su maldito sistema. Tal vez entonces podamos estudiar libremente, buscar las verdades, sentirnos al fin libres, echar a andar…