Excmo. Sr. ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Plaza de la Provincia. 28012 Madrid.
Asunto: España debe reaccionar
Excmo. Sr. ministro,
La expulsión, con la fuerza y el engaño, del ciudadano español decano de los periodistas saharauis, Mohamed Salem Boucharaya, de su tierra natal donde había ido a morir y a despedirse de los suyos refleja perfectamente el sadismo del régimen marroquí. Queda por conocer si hubo complicidad de España en esa expulsión, con un comandante de aerolínea que admite a un viajero enfermísimo que no tiene billete y no quiere viajar, haciéndose cargo de su pasaporte de manos de Marruecos. En cualquier caso, no ha llegado a nuestro conocimiento ninguna nota de protesta del Gobierno español.
El sadismo contra los indefensos lo conocen bien los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes. Seis nuevas denuncias ante el Comité contra la Tortura han venido a sumarse a otras muchas formuladas ante organismos de las Naciones Unidas que velan por los derechos humanos, ya sea para combatir la tortura y las detenciones arbitrarias, o para defender la libertad de expresión y opinión.
Mohamed El Bachir Boutanguiza, Abdellahi Lakhfaouni, Sidi Ahmed Lemjiyed, Ahmed Sbai, Abdullahi Toubali y El Houssein Zaoui son los presos que en esta ocasión manifiestan su repulsa por el maltrato y la tortura de que son objeto durante 12 años ya, desde que las fuerzas de ocupación marroquíes desmantelaron el campamento de Gdeim Izik y arremetieron contra su población.
Piden que se investiguen las condiciones inhumanas en que viven.
El CAT investigará, pedirá alegaciones a las partes. Dados los casos similares ya estudiados, es de esperar que llegará a la triste conclusión de que Marruecos torturó. Pedirá reparación para los presos. Y Marruecos no hará ni caso. Ese es el proceso, lo que viene ocurriendo. Y nadie le va a compeler a cumplir con los dictámenes de la ONU y con sus obligaciones internacionales. Aun así, los presos quieren ejercer su derecho a la denuncia y que se conozca su situación para que les ayuden, para que se vuelque en su defensa la comunidad internacional y la opinión pública.
Por eso le pedimos que tome nota, que los presos están clamando ayuda. Nadie mejor que Vd., ministro de Exteriores de un país que es potencia administradora de derecho del Sahara Occidental, para ayudarles, para hacer campaña en el terreno internacional en su defensa. No sirve en este país democrático plegarse siempre a lo que quiera Marruecos.
N.B. El 9 de noviembre Khatri Dadda terminó su huelga de hambre iniciada el 24 de octubre, bajo promesas de la dirección de la cárcel de Safi de mejorar sus condiciones. (Ya no está en la cárcel de Ait Melloul 2, como inadvertidamente reflejamos en nuestra última carta).
Cristina Martínez Benítez de Lugo. Movimiento por los Presos Políticos Saharauis
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