El Ministerio de Seguridad Pública de China informó que los empleados del gigante farmacéutico británico GlaxoSmithKline dieron viajes gratuitos a doctores, hospitales, fundaciones y grupos médicos. El breve comunicado no reveló los nombres de los trabajadores ni otros detalles. El comunicado se conoce después de una investigación interna de Glaxo por las acusaciones de que […]
El Ministerio de Seguridad Pública de China informó que los empleados del gigante farmacéutico británico GlaxoSmithKline dieron viajes gratuitos a doctores, hospitales, fundaciones y grupos médicos. El breve comunicado no reveló los nombres de los trabajadores ni otros detalles.
El comunicado se conoce después de una investigación interna de Glaxo por las acusaciones de que la compañía estaba involucrada en un caso de soborno a médicos a cambio de prescribir sus medicamentos, en ocasiones para usos no autorizados. Los portavoces de Glaxo en China no respondieron a las peticiones de comentarios.
Según el informe la empresa británica utilizó agencias de viajes para sobornar a funcionarios y miembros de la industria sanitaria, falsificando facturas. El comunicado no detalla las agencias de viajes involucradas.
El ministerio dijo que ha recabado pruebas de las operaciones de Glaxo en el país, en ciudades como Shanghai, Changsha y Zhengzhou. El comunicado indica que estas pruebas muestran actos de soborno por parte de varios trabajadores y elevadas cantidades de dinero.
La policía china anunció la semana pasada la detención de varios empleados de Glaxo sospechosos de actividad económica delictiva, sin dar más información al respecto.
La propia Glaxo ha estado investigando las acusaciones anónimas de que sus comerciales de China estaban supuestamente involucrados en un caso de soborno a médicos para prescribir medicamentos, en algunos casos para usos no autorizados, entre 2004 y 2010.
Un portavoz de Glaxo dijo en junio que la compañía está investigando las acusaciones y que no ha encontrado pruebas de corrupción o soborno en China.
Directivos reconocen delito
Varios directivos de la empresa admitieron, tras conocerse el documento, haber cometido sobornos y otros delitos económicos en su sede en China. Los acusados reconocieron haber sobornado a autoridades gubernamentales, asociaciones médicas, hospitales y doctores para incrementar los precios de sus productos y mejorar sus ventas, así como haber utilizado facturas falsas para exagerar los ingresos de la empresa, según informó el Ministerio, citado por la BBC.
Hasta que finalicen las pesquisas preliminares, la Justicia china no podrá acusar formalmente a los directivos de GSK. La empresa ha declarado que estará dispuesta a «cooperar con las autoridades en esta investigación». A pesar de haber afirmado que no había evidencias de soborno ni corrupción, la empresa británica ha asegurado que actuarán con rapidez «si se aporta alguna prueba».
«Es un caso con mucha gente involucrada, donde los plazos investigados abarcan mucho tiempo, la cantidad de dinero que se ha movido es enorme y las actividades criminales se han llevado a cabo de forma malintencionada», ha afirmado el Ministerio de Seguridad Pública.
La empresa ha rechazado dar detalles sobre los acusados. «Es demasiado pronto para saber cuál es el alcance del caso», ha afirmado el especialista en anticorrupción Jerry Ling, «pero éste es un caso serio», ha añadido.
Corrupción en China
China se ha dirigido durante los últimos meses a las empresas extranjeras afincadas en el país para exigir el cumplimiento de algunas normas como la fijación de precios o los controles de calidad, lo que obliga a las compañías a defender sus propias reputaciones en un país donde las marcas internacionales suelen tener una ventaja sobre sus competidores locales en términos de confianza pública.
El caso de GSK es el mayor caso de corrupción en una empresa extranjera en China desde 2010, cuando cuatro directivos de la empresa Río Tinto fueron acusados y enviados a prisión por aceptar sobornos y por robar secretos comerciales.
El Ministerio de Seguridad Pública ha advertido de que algunos miembros de la sede china de GSK estaban siendo investigados por utilizar técnicas inapropiadas para comercializar los tratamientos de Botox, pero no se había encontrado ninguna prueba de corrupción o de sobornos.
Los directivos de GSK junto a los de otras empresas extranjeras ya estaban bajo investigación policial por cometer supuestos «crímenes económicos», según afirmó un agente de policía el mes pasado. Sin embargo, todavía no está claro si esta investigación está relacionada con las últimas acusaciones.