Desde la Cancillería subrayaron que las disputadas islas Paracelso son «territorio chino indiscutible» en respuesta a las preocupaciones de Washington en relación a los ejercicios militares realizados por Pekín en el área.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, declaró el viernes [03.07] que los ejercicios militares que Pekín lleva a cabo en el área de las islas Paracelso, «están dentro de la soberanía» del país y sugirió que Washington es el culpable del aumento de las tensiones en la región, recoge South China Morning Post.
«Un país de fuera de la región a menudo realiza grandes actividades militares para flexionar sus músculos, y esa es la razón fundamental que afecta la estabilidad en el mar de la China Meridional», declaró Zhao, aparentemente en referencia a EE.UU., que ha realizado múltiples operaciones de lo que Washington denomina «libertad de navegación» al enviar sus buques de guerra a través del área.
El vocero también subrayó que las islas Paracelso son «territorio chino indiscutible».
Los comentarios de Zhao se producen en respuesta a las declaraciones del Departamento de Defensa de EE.UU, que este jueves comunicó que «realizar ejercicios militares sobre un territorio en disputa en el mar de la China Meridional es contraproducente para los esfuerzos por aliviar las tensiones y mantener la estabilidad».
«Los ejercicios militares son los últimos de una larga serie de acciones de China para hacer valer reclamos marítimos ilegales y perjudicar a sus vecinos del sudeste asiático en el mar de la China Meridional. Las acciones de China contrastan con su promesa de no militarizar el mar de la China Meridional y la visión de EE.UU. de una región del Indo-Pacífico libre y abierta», agregó el Pentágono.
La semana pasada, China anunció que había programado cinco días de ejercicios militares a partir del 1 de julio cerca de las islas Paracelso, un territorio que sigue siendo la causa de un conflicto regional multinacional durante varios años.
Además de Washington, los simulacros también fueron criticados por Vietnam y Filipinas, que también reclaman sus derechos sobre estos territorios y las aguas que los rodean, al igual que Brunéi y Malasia.