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Medidos con la misma vara

China presenta informe sobre Derechos Humanos en Estados Unidos

Fuentes: Xinhua

China publicó el Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2007, en respuesta a los Informes por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos en 2007 emitidos el martes por el Departamento de Estado estadounidense. El documento, dado a conocer por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete chino, informa de […]

China publicó el Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2007, en respuesta a los Informes por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos en 2007 emitidos el martes por el Departamento de Estado estadounidense.

El documento, dado a conocer por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete chino, informa de numerosos casos para demostrar la situación de los derechos humanos en Estados Unidos y las graves violaciones de esos derechos cometidas por EEUU en otros países.

«Como en años anteriores, el Departamento de Estado lanzó acusaciones infundadas contra la situación de los derechos humanos en más de 190 países y regiones, incluida China, pero eludió referirse a las violaciones de los derechos humanos en su propio país», señala el documento.

La publicación del Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2007 contribuirá a que los pueblos de todo el mundo puedan lograr un mejor entendimiento de la situación real de los derechos humanos en Estados Unidos y urgir a este país reflexionar sobre sus propias cuestiones, dice el documento.

El documento está dividido en siete partes: sobre el derecho a la vida, la propiedad y la seguridad personal, sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas por los órganos judiciales y policiales, sobre los derechos civiles y políticos, sobre los derechos económicos, sociales y culturales, sobre la discriminación racial, sobre los derechos de las mujeres y los niños, y sobre las violaciones de los derechos humanos en otros países.

El aumento de la violencia criminal en Estados Unidos supone una grave amenaza para la vida, la propiedad y la seguridad personal de su pueblo, indica el documento.

El Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos informó en septiembre de 2007 que durante 2006 se produjeron 1,41 millones de delitos violentos en Estados Unidos, cifra que supone un aumento del 1,9 por ciento respecto al año anterior.

Las estadísticas dadas a conocer por el FBI muestran que en 2006, el número de asesinatos y homicidios involuntarios en Estados Unidos se incrementó en un 1,8 por ciento, mientras que el número de robos creció un 7,2 por ciento.

En ese mismo año, los residentes estadounidenses de 12 años de edad o mayores experimentaron 25 millones de delitos violentos y robos.
En Estados Unidos, alrededor de 30.000 personas fallecen por heridas causadas de bala cada año, según informó la agencia Reuters el 19 de diciembre de 2007.

En Estados Unidos, los abusos de poder por parte de los departamentos judiciales y policiales han dado lugar a graves violaciones de las libertades y los derechos de sus ciudadanos, dice el documento.
Los casos en los que las autoridades encargadas de la aplicación de la ley vulneraron los derechos civiles de las víctimas aumentaron en un 25 por ciento desde el año fiscal 2001 a 2007 respecto a los siete años anteriores, según estadísticas del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

«Sin embargo, la mayoría de los oficiales encargados de la aplicación de la ley que habían sido acusados de brutalidad policial no fueron finalmente procesados», destaca el documento.
Por otra parte, la libertad y los derechos de los ciudadanos han venido viéndose marginalizados en Estados Unidos.

El derecho de los trabajadores a sindicarse ha sido restringido en Estados Unidos. Se informó que el número de miembros de sindicatos disminuyó en 326.000 en 2006, con lo que el porcentaje de empleados afiliados a sindicatos descendió del 20 por ciento en 1983 al 12 por ciento en la actualidad.

Los derechos económicos, sociales y culturales de los ciudadanos estadounidenses no han sido protegidos apropiadamente, añade el documento.

La población pobre en los Estados Unidos se incrementa constantemente. Según estadísticas dadas a conocer por el Buró de Censos de Estados Unidos en agosto de 2007, la tasa oficial de pobreza del país norteamericano en 2006 fue del 12,3 por ciento, lo que suponía que 36,5 millones de personas, ó 7,7 millones de familias vivían en condiciones de pobreza.

El número de las personas hambrientas y sin hogar se ha incrementado de manera significativa en las ciudades estadounidenses. El Departamento de Agricultura declaró en un informe presentado el 14 de noviembre de 2007 que 35,52 millones de estadounidenses, incluidos 12,63 millones de niños, sufrieron de hambre en 2006, un incremento de 390.000 respecto al año 2005.

«Recomendamos al gobierno de Estados Unidos que enfrente sus propios problemas en materia de derechos humanos y deje de aplicar las equivocadas y poco inteligentes prácticas de doble rasero a este respecto», finaliza el documento.

Este es el noveno año consecutivo que China publica el registro de los derechos humanos en Estados Unidos para responder a los informes anuales del Departamento de Estado estadounidense.

Texto íntegro del registro de derechos humanos de EEUU en 2007

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BEIJING, 13 mar (Xinhua) — A continuación presentamos el texto íntegro del Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2007, publicado hoy en esta capital por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete de China:

Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2007
Por la Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China
El 11 de marzo de 2008, el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó sus Informes por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos correspondientes a 2007. Como en años anteriores, el Departamento de Estado lanzó acusaciones infundadas contra la situación de los derechos humanos en más de 190 países y regiones, incluida China, pero eludió referirse a las violaciones de los derechos humanos en su propio país. Para ayudar a que los pueblos de todo el mundo puedan lograr un mejor entendimiento de la situación real de los derechos humanos en Estados Unidos y urgir a este país reflexionar sobre sus propias cuestiones, publicamos el Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2007.
I. Sobre el derecho a la vida, la propiedad y la seguridad personal
El aumento de la violencia criminal en Estados Unidos supone una grave amenaza para la vida, la propiedad y la seguridad personal de su pueblo.
El Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos informó en septiembre de 2007 que durante 2006 se produjeron 1,41 millones de delitos violentos en Estados Unidos, cifra que supone un aumento del 1,9% respecto al año anterior. Las estadísticas dadas a conocer por el FBI muestran que en 2006, el número de asesinatos y homicidios involuntarios en Estados Unidos se incrementó en un 1,8%, mientras que el número de robos creció un 7, 2% (FBI: Release its 2006 Crime Statistics, FBI, http://www.fbi. gov/pressre1/pressre107/cius092407.htm). En ese mismo año, los residentes estadounidenses de 12 años de edad o mayores experimentaron 25 millones de delitos violentos y robos, lo que suponía 24,6 delitos violentos por cada 1.000 personas de este grupo de edad y 159,5 delitos contra la propiedad por cada 1.000 hogares. Un total de 26 de cada 1.000 varones del mismo grupo de edad fueron objeto de crímenes violentos, mientras que se registraron 23 víctimas por cada 1.000 mujeres. La cifra de los afectados se situó en 33 por cada 1.000 ciudadanos afroamericanos, más alta que los 23 por cada 1.000 habitantes de raza blanca ( Criminal Victimization 2006, Departamento de Justicia de Estados Unidos, http://www.ojp.usdoj.gov/bjs). En Estados Unidos, se cometió un crimen violento cada 22,2 segundos, un asesinato cada 30,9 minutos, una violación sexual cada 5,7 minutos, un robo cada 1,2 minutos, y un asalto con daños físicos cada 36,6 segundos (FBI Release its 2006 Crime Statistics, FBI, http://www.fbi.gov/ pressre1/pressre107/cius092407.htm).
Un estudio realizado por el Foro de Investigación sobre Ejecución policial en 163 ciudades de Estados Unidos muestra que el 65% de ellas registró un incremento o ningún cambio en los índices de homicidios durante el primer semestre de 2007. Al mismo tiempo, el 41,9% de las ciudades sufrió un incremento o ningún cambio en el número de asaltos agravados, mientras el porcentaje fue del 55,6% de las ciudades en materia de los índices de robos ( Survey Shows Shift in Violence, USA Today, 12 de octubre de 2007). En Nueva Orleans se produjeron 209 asesinatos en 2007, cifra que suponía un aumento del 30% respecto al año anterior (New Orleans Homicides up 30% Over’ 06 Level, USA Today, 3 de enero de 2008). En Washington D.C. se registraron 181 homicidios en 2007, con un incremento del 7% en comparación con el año anterior (Killings in D.C. up After Long Dip, The Washington Post, 1 de enero de 2008). En Baltimore el número de homicidios se situó en los 282 en 2007 ( City Marks First’08 Slaying, The Baltimore Sun, 2 de enero de 2008) , mientras en Nueva York se cometieron 428 asesinatos en los primeros 11 meses de 2007 (City Homicides Still Droping, to Under 500, The New York Times, 23 de noviembre de 2007). Entre enero y septiembre, en Chicago se cometieron 119.553 delitos criminales, incluidos 341 asesinatos y 11.097 robos (Departamento de Policía de Chicago, http://www.egov.cityofchicago.org). De enero a noviembre, 737 personas fueron asesinadas en Los Angeles, cifra que suponía que dos personas murieron cada día por esta causa ( World Daily, 4 de diciembre de 2007). En Detroit, el creciente número de crímenes violentos obligó a muchos residentes a trasladarse a otros lugares, y las estadísticas del Buró de Censos mostraron que la población de la ciudad ha disminuido en cerca de un millón de habitantes desde 1950 (Study: Detroit Most Dangerous City, Associated Press, 18 de noviembre de 2007).
Estados Unidos cuenta con el mayor número de armas de propiedad privada del mundo. Las frecuentes violencias con armas de fuego han provocado serias amenazas para la vida de los ciudadanos y la seguridad de sus propiedades. Se estima que hay 250 millones de armas de fuego de propiedad privada en el país norteamericano, lo que significa que casi todos los ciudadanos estadounidenses, incluso los ex criminales con antecedentes por delitos graves y los menores, poseen armas. La agencia Associated Press (AP) informó el 29 de enero de 2007 de que alrededor de 410.000 residentes de Florida tenían licencia para llevar un arma legalmente escondida, entre ellos, se incluían 1.400 personas que habían sido declaradas culpables o estaban a la espera de sentencia firme por causas relacionadas con crímenes mayores, debido a lagunas jurídicas, errores judiciales y falta de comunicación entre las autoridades.
En Estados Unidos, alrededor de 30.000 personas fallecen por heridas causadas de bala cada año (Update 2-Senate Passes Gun Bill in Response to Rampage, Reuters, 19 de diciembre de 2007). El periódico USA Today informó el 5 de diciembre de 2007 que los asesinatos con armas de fuego se incrementaron en un 13% desde el año 2002. Se estima que el 25% de todos los crímenes violentos fueron cometidos por asaltantes que portaban armas de fuego. La presencia de estas armas estaba involucrada en el 9% de los incidentes (Criminal Victimization 2006, Departamento de Justicia de Estados Unidos, http://www.ojp.usdoj.gov/bjs). Según un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos en diciembre de 2007, de los estudiantes con edades entre 12 y 18 años, unos 1,5 millones fueron víctimas de delitos cometidos en las instalaciones educativas en 2005. En el mismo año, el 8% de los estudiantes de los cursos 9-12 afirmaron haber sido amenazados o heridos por portadores de armas durante los 12 meses anteriores. Desde el 1 de julio de 2005 al 30 de junio de 2006, entre los jóvenes de entre 5 y 18 años de edad se registraron 17 muertes violentas vinculadas con la escuela (Indicators of School Crime and Safety 2007, Departamento de Justicia de Estados Unidos, http://www.ojp.usdoj. gov/bjs). El 16 de abril de 2007, en la Universidad de Tecnología de Virginia se produjo uno de los tiroteos más sangrientos de la historia moderna de Estados Unidos con un total de 33 fallecidos y otras más de 30 personas heridas (AFP, 17 de abril de 2007). El 12 de febrero de 2007, dos tiroteos distintos en Salt Lake City y Filadelfia dejaron un saldo de ocho personas muertas y otras varias heridas (AP, 13 de febrero de 2007). El 9 de junio en Delevan de Wisconsin, un hombre asesinó con arma de juego a cuatro adultos y dos niños (Chicago Tribune, 11 de junio de 2007). El 31 de octubre, una mujer embarazada de 38 años de edad fue alcanzada por el intercambio de disparos entre bandas criminales cuando regresaba a su casa con sus dos hijos después de haber celebrado la noche de Halloween. En el incidente, recibió un balazo en la cabeza y murió como consecuencia de las heridas (Chicago Tribune, 2 de noviembre de 2007). El 5 de diciembre, un hombre abrió fuego contra los clientes de un centro comercial en Omaha de Nebraska, matando a ocho personas e hiriendo a otras cinco, y se suicidó posteriormente (AP, 5 de diciembre de 2007). El 7 de diciembre, se registraron tres tiroteos en San José, entonces considerada la ciudad «más segura» en Estados Unidos. Cuatro personas murieron por heridas de bala en esta ciudad en menos de un mes (Ming Pao, 9 de diciembre de 2007). El 9 del mismo mes, dos tiroteos en iglesias dejaron un saldo de cinco personas muertas y otras cinco heridas en Colorado (Reuters, 9 de diciembre de 2007). En los días 24 y 25 de diciembre, al menos nueve personas fueron asesinadas en diversos incidentes relacionados con el uso de armas de fuego en la ciudad de Nueva York (http://www.chinesenewsnet.com, 26 de diciembre de 2007). Al día siguiente, se encontraron los cuerpos sin vida de seis personas con heridas de bala en un edificio residencial en el este de Seattle (http://www.chinesenewsnet.com, 27 de diciembre de 2007).

II. Sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas por los departamentos judiciales y policiales
13.03.2008 Actualizado a las 10:18:40

En Estados Unidos, los abusos de poder por parte de los departamentos judiciales y policiales han dado lugar a graves violaciones de las libertades y los derechos de sus ciudadanos.
Los casos en los que las autoridades encargadas de la aplicación de la ley vulneraron los derechos civiles de las víctimas aumentaron en un 25% desde el año fiscal 2001 a 2007 respecto a los siete años anteriores, según estadísticas del Departamento de Justicia de Estados Unidos (Police Brutality Cases up 25%; Union Worried Over Dip in Hiring Standards, USA Today, 18 de diciembre de 2007). El promedio nacional de quejas de ciudadanos por abusos perpetrados por los departamentos policiales es de 9,5 por cada 100 funcionarios de plantilla (The New York Times, 14 de noviembre de 2007). Sin embargo, la mayoría de los oficiales encargados de la aplicación de la ley que habían sido acusados de brutalidad policial no fueron finalmente procesados. Desde mayo de 2001 a junio de 2006, un total de 2.451 agentes policiales de Chicago recibieron entre 4 y 10 quejas cada uno y 662 de ellos afrontaron más de 10 reclamaciones, pero sólo 22 fueron sancionados. Además, algunos agentes llegaron a acumular más de 50 demandas por abuso policial pero nunca se les aplicó ninguna medida disciplinaria (The Chicago Police Department’s Broken System, Universidad de Chicago, http://www.law.chicago.edu). El 17 de agosto de 2006, una residente de 52 años de edad de Chicago llamada Dolores Robare estuvo a punto de ser atropellada por un coche de policía que se desplazaba a gran velocidad cuando ella cruzaba la calle. Los agentes la obligaron a detenerse y le exigieron que mostrara su tarjeta de identificación. Cuando les preguntó por qué estaban tardando tanto en comprobarla, fue brutalmente golpeada por los polícías (The Chicago Tribune, 1 de mayo de 2007). El 15 de diciembre de 2006, cuatro hombres de negocios fueron apaleados en un bar por seis agentes policiales fuera de servicio sin ninguna razón aparente (The Chicago Tribune, 9 de junio de 2007). El 3 de agoso, un ciudadano afroamericano de 42 años de edad, Geffrey Johnson, fue asesinado en su casa por la policía con un Taser (arma que realiza descargas eléctricas). El 6 de agosto, un joven negro de 18 años, Aaron Harrison, fue disparado por la espalda por un policía que le perseguía y murió como consecuencia de las heridas (The Chicago Tribune, 9 de agosto de 2007). El 1 de mayo cuando inmigrantes latinoamericanos participaban en una campaña por la defensa de los derechos de los inmigrantes ilegales en el Parque MacArthur en el centro de Los Angeles, varios agentes policiales aporrearon en un abuso de poder tanto a manifestantes como a periodistas, y les dispararon con balas de goma (The Los Angeles Times, 9 de octubre de 2007). El 12 de noviembre, cinco agentes del orden realizaron 20 disparos de bala contra un joven de 18 años, Khiel Coppin, de los que ocho alcanzaron su cuerpo, frente a su vivienda, después de confundir un peine que tenía en la mano con una pistola (The China Press, Nueva York,19 de noviembre de 2007). De acuerdo con un informe publicado en octubre de 2007 por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en 47 estados y el Distrito de Columbia, 2.002 personas fallecieron durante el proceso de arresto desde 2003 a 2005, entre ellos, 1.095, o el 55 por ciento, resultaron muertos por disparos de policías locales o estatales (Death in Custody Statistical Tables, Departamento de Justicia de Estados Unidos, http://www.ojp.usdoj.gov/bjs).
Estados Unidos cuenta con el mayor número de presos en el mundo y tiene la tasa más alta en la proporción presos-población del planeta. El 5 de diciembre de 2007, un reportaje de la agencia de noticias española EFE citó estadísticas del Departamento de Justicia de Estados Unidos que mostraban que el número de reclusos en las cárceles del país norteamericano aumentó en un 500% durante los últimos 30 años. A finales de 2006, había 2,26 millones de internos en las prisiones de Estados Unidos, un incremento del 2,8% respecto al año anterior. Esta cantidad es la más alta de los últimos seis años. La población del país norteamericano sólo suponía el 5% de la del planeta, pero su población presa representaba el 25% del total mundial. Había 751 reclusos por cada 100.000 ciudadanos estadounidenses, muy por encima de las tasas de otros países occidentales (EFE, 5 de diciembre de 2007). El 96% de los presidiarios estaba cumpliendo penas de más de un año, lo que suponía que casi uno por cada 200 ciudadano estadounidenses estaban cumpliendo este tipo de sentencias (Prisoners In 2006, Departamento de Justicia de Estados Unidos, http://www.ofp.usdoj. gob/bjs). Desde los ataques del 11 de septiembre, la tasa de reencarcelamiento ha venido creciendo en Estados Unidos. Según las estadísticas, cerca de dos tercios de la población presa cometerían un segundo delito en un período de tres años después de su puesta en libertad. Dos de cada tres presos volverían a ser detenidos después de haber conseguido su libertad y el 40% de ellos entraría en la cárcel de nuevo.
Los abusos en las prisiones estadounidenses son también corrientes. De acuerdo con un informe publicado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en diciembre de 2007, un número estimado de 60.500 reclusos, o el 4,5% de los presos en cárceles estatales y federales, sufrieron uno o más ataques sexuales. El 2,9% informó haber sufrido incidentes en los que había estado involucrado el personal de las instalaciones penitenciarias, mientras el 0,5% afirmó haber sido atacado sexualmente por otros presos y por el personal penitenciario, y el 0,8% resultó herido como resultado de agresiones sexuales (Sexual Victimization in the State and Federal Prisons Reported by Inmates, Departamento de Justicia de Estados Unidos, http://www.ojp.usdoj. gov/bjs). El gobierno de Estados Unidos reconoció en un informe publicado el 16 de enero de 2007 que inmigrantes ilegales sospechosos fueron maltratados en cinco prisiones, lo que supone una violación del principio de custodia humanitaria (The Washington Post, 17 de enero de 2007). The Washington Post publicó el 17 de diciembre de 2007 que jóvenes encarcelados en una prisión juvenil de West Texas fueron agredidos sexualmente o apaleados y se les negó el acceso a tratamiento médico. A quienes informaron sobre el crimen se les aplicó una dura venganza, y la situación no había mejorado meses después de que el escándalo fuera revelado ( Dad Dismissed Prison Reform, The Washington Times, 17 de diciembre de 2007). En enero de 2008, siete presos de la cárcel del estado de Georgia presentaron una demanda colectiva en la que acusaban a los guardias y otros funcionarios del centro de haber cometido abusos y torturas contra ellos entre octubre de 2005 y agosto de 2007, incluyendo prácticas tales como golpearles con bastones policiales y «guantes de pelea» especiales de piel negra, y hacer chocar sus cabezas contra la pared. Las informaciones de los medios de comunicación indicaban que cerca de 40 encarcelados en las prisiones de Georgia habían presentado quejas por casos similares, en los cuales los guardias presuntamente ataban a los presos desnudos a camas o sillas de hierro, negándoles el acceso a comida, agua o baño durante un período de hasta 48 horas, y provocando la muerte de dos presos (International Herald Tribune, 8 de enero de 2008). Los guardias en las prisiones de Estados Unidos usan regularmente pistolas Taser. De acuerdo con un informe de 2007 de Amnistía Internacional, 230 ciudadanos estadounidenses murieron por el uso de este tipo de armas desde 2001. En julio de 2006, una prisión en el condado de Garfield, Colorado, fue acusada de utilizar regularmente estas pistolas o pulverizadores de pimienta contra los presos, y de atarles después a sillas en posturas extrañas durante varias horas. En agosto, un preso llamado Raul Gallegos-Reyes fue amarrado a una silla por los guardias de la cárcel del condado de Arapahoe de Colorado por gritar y golpear la puerta de su celda. Murió después de haber sido atacado repetidamente por los guardias con un Taser.
Los prisioneros estadounidenses mueren con frecuencia de la infección de VIH/SIDA o una inadecuada atención médica. Un informe dado a conocer por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en septiembre de 2007 señalaba que había 22.480 encarcelados en prisiones estatales y federales que eran portadores del VIH o enfermos confirmados de SIDA a finales de 2005, entre ellos un total de 5.620 presos se confirmó que habían desarrollado la enfermedad del SIDA. Durante 2005, un número estimado de 176 reclusos estatales y 27 federales murieron por causas relacionadas con SIDA (HIV in Prisons 2005, Departamento de Justicia de Estados Unidos, http://www.ojp.usdoj/bjs). De acuerdo con una información de Los Angeles Times del 20 de septiembre de 2007, se registraron 426 casos de muerte en las prisiones de Cailfornia en 2006 debido a un tratamiento médico tardío. De ellos, 18 fallecimientos fueron considerados como «evitables» y otros 48 como «posiblemente evitables». El 14 de abril de 2007, un recluso diabético de 41 años de edad, Rodolfo Ramos, murió después de haber sido abandonado solo y cubierto por sus propias heces durante una semana. Los funcionarios de la prisión no le proporcionaron tratamiento médico pese a conocer su condición (AP, 27 de abril de 2007).
La justicia del sistema judicial de Estados Unidos está cada vez más en entredicho. Varios estudios muestran que desde la primera exoneración por ADN en 1989, ha habido 209 casos en los que se ha podido demostrar la inocencia de presos en el país norteamericano por estas pruebas. El promedio de duración del tiempo que han servido estos presos exonerados en cárcel es de 12 años. La edad media en el momento de su condena era de 26 años, y 15 de los exonerados a través de pruebas de ADN pasaron un tiempo en la fila de la muerte (Facts on Post-Conviction DNA Exonerations, Innocence Project, http://www.innocentproject.com). La agencia AP informó el 3 de enero de 2008 que Charles Chatman de Texas fue probado inocente por ls prueba de ADN después de haber pasado 26 años en prisión. En 1981, había sido sentenciado a 99 años de cárcel después de ser declarado culpable de haber cometido graves ataques sexuales. Fue el decimoquinto preso exonerado por la prueba de ADN en Dalas desde 2001 (Texas Man Exonerated by DNA After 26 Years, AP, 3 de enero de 2008).

III. Sobre los derechos civiles y políticos
13.03.2008 Actualizado a las 10:21:02

La libertad y los derechos de los ciudadanos han venido viéndose marginalizados en Estados Unidos.
La Cámara de Representantes y el Senado del Congreso de Estados Unidos aprobaron la Ley para la Protección de Estados Unidos 2007, el 3 y el 4 de agosto del mismo año respectivamente. Esta ley permite a la administración estadounidense espiar las conversaciones de sospechosos terroristas en Estados Unidos sin una autorización de la corte. Además, permite a los servicios de inteligencia mantener bajo vigilancia electrónica las comunicaciones digitales entre sospechosos terroristas fuera del país norteamericano, si éstas son transmitidas a través del país ( The so-called Protect America Act, http://public.findlaw.com, 10 de agosto de 2007). De acuerdo con un reportaje publicado por The Washington Post el 10 de marzo del mismo año, el FBI obtuvo de manera indebida la información personal de más de 52.000 personas sin la supervisión de la corte, mediante el uso de Cartas de Seguridad Nacional de 2003 a 2005. Verizon Communications, la segunda mayor compañía de telecomunicaciones de Estados Unidos, reveló que el FBI le pidió proporcionar información para identificar no sólo a las personas que realizaron una llamada, sino también a toda la gente a que los clientes llamaron. Desde enero de 2005 a septiembre de 2007, Verizon proporcionó información a las autoridades federales en 720 ocasiones «bajo el argumento de ser una emergencia». Los archivos incluyen direcciones de protocolo de Internet y datos telefónicos. En ese periodo, Verizon entregó información en un total de 94.000 ocasiones a las autoridades federales protegidas con un comparendo o una orden de la corte. La información fue utilizada principalmente en un rango de investigaciones criminales incluidas las antiterroristas (The Washington Post, 16 de octubre de 2007). En agosto de 2007, Mike McConnell, director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, reveló que menos de 100 personas dentro de su país son supervisadas con la autorización de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera. Sin embargo, dijo, miles de personas fuera del país son supervisadas (AP, 23 de agosto de 2007). El FBI destinaría 1.000 millones de dólares para construir la mayor base de datos informatizada de características físicas de personas del planeta, llamada Identificación de Próxima Generación, un proyecto que le daría al gobierno estadounidense habilidades sin precedentes para identificar individuos en Estados Unidos y el extranjero. El uso creciente de biometría para la identificación ha generado cuestiones sobre la capacidad de los estadounidenses para evitar exámenes profundos no deseados (FBI Prepares Vast Database of Biometrics, The Washington Post, 22 de diciembre de 2007). Las estadísticas muestran que la captura de información y vigilancia electrónica ilegal del gobierno ha puesto la información personal sensible de millones de personas en riesgo. Tan sólo en 2006 fueron encontradas 477 violaciones en las bases de datos del gobierno. Se informó que más de 162 millones de archivos habían sido perdidos o robados en 2007, cifra que triplicó los 49,7 millones que se declararon como extraviados en 2006 (Página web de USA Today, 10 de diciembre de 2007). En julio de 2007, el Departamento de Seguridad Nacional asignó más de cuatro millones de dólares para instalar 175 cámaras de vídeo en las calles de las ciudades de Saint Paul, Madison (en el estado de Wisconsin) y Pittsburgh. También destinó centenares de millones de dólares para instalar nuevos sistemas de vigilancia en todo el país, aumentando con ello la percepción de una «sociedad vigilada» (The Boston Globe, 12 de agosto de 2007).
El derecho de los trabajadores a sindicarse ha sido restringido en Estados Unidos. Se informó que el número de miembros de sindicatos disminuyó en 326.000 en 2006, con lo que el porcentaje de empleados afiliados a sindicatos descendió del 20% en 1983 al 12% en la actualidad. La resistencia de los patrones impidió al 53% de los trabajadores no sindicados incorporarse a un sindicato ( Sharp Decline in Union Members in ’06, The New York Times, 26 de enero de 2007). De acuerdo con un informe de Human Rights Watch, cuando las tiendas Wal-Mart enfrentaron el proceso de sindicación, la compañía infringió la ley con frecuencia, por ejemplo, escuchando a hurtadillas a los trabajadores, utilizando cámaras de vigilancia para observar sus actividades y despidiendo a aquéllos que estaban a favor de los sindicatos (Report Assails Wal-Mart Over Unions, The New York Times, 1 de mayo de 2007).
En Estados Unidos, el dinero es la «leche materna» de la política, mientras las elecciones son «juegos» de los adinerados, destacando la hipocresía de la democracia norteamericana, lo cual puede corroborarse en las elecciones presidenciales de 2008. El » umbral financiero» para participar en las elecciones presidenciales de Estados Unidos se ha vuelto cada vez más alto. Al menos 10 de los 20 candidatos de los grandes partidos que están buscando la presidencia en las elecciones generales en 2008 son millonarios, de acuerdo con un reportaje de EFE publicado el 18 de mayo de 2007. Por su parte, AFP informó el 15 de enero de 2007 que las elecciones presidenciales de 2008 sería las más costosas en la historia. Los gastos de la última campaña presidencial en 2004, considerada la cúspide en su momento, fueron de 693 millones de dólares. Se estima que los gastos totales de este año se aproximarán a los 1.000 millones de dólares, y la revista Fortune elevó recientemente su proyección de los gastos totales a 3.000 millones. Un importante candidato presidencial del Partido Demócrata reunió un total de 115 millones de dólares en 2007, mientras otro candidato también importante del mismo partido recaudó 103 millones. A su vez, un candidato republicano declaró que su campaña tuvo 12,7 millones de dólares, mientras otro aspirante a la Casa Blanca del mismo partido, un acaudalado hombre de negocios, informó de que usó 17 millones en la suya. The New York Times informó el 26 de noviembre de 2007 que frente a las desmesuradas diferencias con los Demócratas en la recaudación de fondos, los funcionarios del Partido Republicano han reclutado agresivamente candidatos adinerados que pueden gastar grandes sumas de su propio dinero para financiar sus campañas por las elecciones del Congreso. Algunos republicanos de buena posición económica ya han invertido cada uno de 100.000 a un millón de dólares. En el distrito electoral número 20 de Nueva York, se estimó que cada candidato gastaría por lo menos tres millones de dólares.
Esta «carrera de dinero» ha permeado varios tipos de elecciones en Estados Unidos. De acuerdo con cifras de instituciones pertinentes, en los años 2005 y 2006, los candidatos de las cortes superiores estatales reunieron más de 34 millones de dólares a través de donaciones para sus campañas. En una campaña en Pennsylvania para elegir a dos nuevos miembros de la Corte Suprema Estatal, los candidatos judiciales rompieron récords de recaudación de fondos, consiguiendo 6.8 millones de dólares (USA Today, 5 de Noviembre de 2007). Después de ganar las elecciones, algunos miembros del Congreso procuraron garantizar los intereses de los donantes de su campaña. De acuerdo con una nota publicada por The Washington Post el 10 de diciembre de 2007, el monto de las asignaciones que el líder de la Mayoría de la Cámara de Representantes patrocinó en los proyectos de gastos del Congreso para 2008, tanto individualmente como con otros legisladores, alcanzó los 96 millones de dólares. Una asignación sola llegó a 9. 8 millones de dólares. Dichas asignaciones de fondos incluyen muchas que beneficiarían a los donantes de su campaña. Cuando el proyecto de gastos de 471.000 millones de dólares del Pentágono fue aprobado en noviembre de 2007, un legislador del estado de Pennsylvania dijo en una emisión noticiosa que él había ayudado a garantizar ocho millones de dólares en financiación para siete compañías en su distrito en el área de Pittsburgh, incluidas las compañías que contribuyeron a su campaña. Además, 20 nuevos miembros del Congreso aseguraron asignaciones para grupos de intereses especiales. La financiación fluctúa entre ocho millones y 18 millones de dólares («Earmarks» Analysis Shows Money Follows Power, USA Today, 12 de diciembre de 2007).
Para buscar más sus intereses, algunas compañías han pagado viajes de algunas de las importantes personalidades políticas y otros empleados del gobierno. Los archivos muestran que legisladores aceptaron viajes gratuitos por un valor acercano a 1, 9 millones de dólares durante los primeros ocho meses de 2007, más que en todo 2006 (Limits Don’t Slow Trip Perks for U.S. Lawmakers, USA Today, 24 de octubre de 2007). Según otra nota publicada por este mismo periódico el 23 de agosto de 2007, en una revisión de más de 600 informes de viajes de funcionarios del gobierno federal durante un periodo de 12 meses, se encontró que más de 200 viajes fueron financiados por compañías o grupos de negocios relacionados. La jefa de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo y su predecesor realizaron desde 2002 cerca de 30 viajes que fueron pagados en su totalidad o en partes por asociaciones de negocios o fabricantes de productos. Los gastos totalizaron los 60.000 dólares.
La administración norteamericana manipula a la prensa. El 23 de octubre de 2007 la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias deEstados Unidos celebró una conferencia de prensa acerca de los descontrolados incendios en California. Un total de seis preguntas fueron realizadas durante 15 minutos durante la ocasión donde los miembros de la agencia posaron como reporteros. La noticia fue transmitida al aire por las estaciones de televisión estadounidenses. Después de que The Washington Post reveló la farsa, la agencia trató de defenderse por representar esa sesión de información (FEMA Official Apologizes for Staged Briefing With Fake Reporters, The Washington Post, 27 de octubre de 2007). Cuando la soldada rasa Jessica Lynch y el hermano del desaparecido ranger del ejército Pat Tillman estaban testificando ante el Congreso el 24 de abril, desacreditaron al Pentágono por convertir la desastrosa experiencia de ella y de Pat Tillman en cuentos de falso heroísmo y criticaron severamente a la administración norteamericana por mentir sobre el incidente (The Times, 25 de abril de 2007).

IV. Sobre los derechos económicos, sociales y culturales
13.03.2008 Actualizado a las 10:22:19

Los derechos económicos, sociales y culturales de los ciudadanos estadounidenses no han sido protegidos apropiadamente.
La población pobre en los Estados Unidos se incrementa constantemente. Según estadísticas dadas a conocer por el Buró de Censos de Estados Unidos en agosto de 2007, la tasa oficial de pobreza del país norteamericano en 2006 fue del 12,3%, lo que suponía que 36,5 millones de personas, ó 7,7 millones de familias vivían en condiciones de pobreza. En otras palabras, casi uno de ocho ciudadanos estadounidenses vive en la pobreza. La tasa de pobreza en Mississippi fue tan alta hasta llegar a un 21,1% ( Poverty drops as nation’s income hits 5-years high, USA Today, 29 de agosto de 2007). La tasa de pobreza fue de un 16,1% en las principales ciudades norteamericanas, un 15,2% en los suburbios y un 13,8% en el sur. La cifra en Washingthon D.C alcanzó 19,8%, lo que significa que cerca de una quinta parte de sus ciudadanos vive en la pobreza (DC’s «two economies» headed in different directions, report finds, DC fiscal Policy Institute, 24 de octubre de 2007).
La riqueza del grupo más rico en los Estados Unidos se ha incrementado rápidamente en el último año, ampliando la brecha de ingresos entre los ricos y los pobres. Los ingresos del 1% más rico de la población ocuparon el 21,2 % de los ingresos totales nacionales de Estados Unidos en 2005, comparado con el 19% en 2004, mientras los ingresos del 50% más pobre de la población sólo ocuparon el 12,8% de los ingresos totales nacionales, tasa que suponía una reducción respecto al 13,4% en 2004 (Reuters, 12 de octubre de 2007). La cifra de las familias estadounidenses con el valor neto ultraalto de propiedad, o sea, aquéllas con un valor neto de 5 millones de dólares o más, con la exclusión del valor de sus viviendas, alcanzó 1,14 millones en 2006, un aumento del 23% respecto a los 930.000 en 2005 (Richest Households Pass 1 Million Mark, CNNmoney.com, 17 de abril de 2007). El número de multimillonarios se incrementó de los 13 en 1985 a más de 1.000 en 2006 (The Observer, 24 de julio de 2007). Los ejecutivos de grandes empresas de Estados Unidos ganaron un promedio anual de más de 10 millones de dólares USA en 2006, 364 veces más que los trabajadores ordinarios. El dinero ganado por estos ejecutivos en un solo día de trabajo equivale casi al ganado por los trabajadores ordinarios en un año completo (AFP, 4 de enero de 2008).
Durante los últimos cinco años se ha registrado un crecimiento relativamente fuerte de la economía de Estados Unidos, pero las fortunas de millones de estadounidenses se pusieron peor. El índice de gastos de salario de estadounidenses en el Producto Interno Bruto ha descendido al nivel más bajo desde que comenzó a registrarse esta cifra en 1947. El ingreso promedio de las familias con miembros en edad laboral ha experimentado una reducción continua en los últimos cinco años, y es 17% menos que cinco años atrás (U.S. News & World Report, 1 de enero de 2007). De acuerdo con una encuesta nacional sobre el estado de presión realizada en los Estados Unidos en septiembre de 2007, el dinero y el trabajo fueron los mayores factores estresantes para casi tres cuartas partes de los encuestados. De un total de 1.848 adultos, el 51% se encontraba preocupado por el costo de la vivienda. La vivienda fue fuente de presión «muy significativa o algo significativa» para el 61% de los residentes del oeste y el 55% de los del este. (USA Today, 24 de octubre de 2007). Según el último informe del gobierno norteamericano, la tasa del suicidio entre los estadounidenses de entre 45 y 54 años de edad se elevó en un 20% desde 1999 a 2004, la más alta registrada desde hace 25 años ( AP, 14 de diciembre de 2007).
El número de las personas hambrientas y sin hogar se ha incrementado de manera significativa en las ciudades estadounidenses. El Departamento de Agricultura declaró en un informe presentado el 14 de noviembre de 2007 que 35,52 millones de estadounidenses, incluidos 12,63 millones de niños, sufrieron de hambre en 2006, un incremento de 390.000 respecto al año 2005. Cerca de 11 millones de personas vivieron en condiciones de » seguridad alimentaria muy baja» (Over 30 Million Americans Faced Hunger in 2006, Reuters, 15 de noviembre de 2007). Resultados de la encuesta sobre el hambre y la falta de vivienda de 2007 realizada por la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos mostraron que en 16 de las 23 ciudades encuestadas se registró un incremento de las solicitudes de asistencia alimentaria de emergencia. De las 15 ciudades que proporcionaron datos, el incremento promedio anual fue de un 12%. Detroit experimentó un aumento del 35%. En las 13 ciudades encuestadas el 15 % de las familias con niños no recibió la asistencia alimentaria de emergencia solicitada. Y en las 20 ciudades encuestadas 193.183 personas solicitaron albergues de emergencia o viviendas de transición. El número de residentes que solicitaron un subsidio gubernamental de renta subió en un 30% en el condado de Baltimore en 2007 (More Seeking U.S. Rent Subsidy, The Baltimore Sun, 17 de diciembre de 2007). Se estima que en los Estados Unidos hay 750. 000 personas sin hogar (Care Critical for Homeless, The Washington Post, 22 de octubre de 2007). En el condado de Los Ángeles hay más de 73.000 personas sin hogar (Dying Without Dignity: Homeless Deaths in los Angeles County, Los Angeles Coalition to End Hunger and Homelessnes, 27 de diciembre de 2007). Phoenix tiene entre 7. 000 y 10.000 personas en esta situación, y otras 3.000 que no han sido albergadas por el gobierno (Rebelión, España, 2 de enero de 2008). En Nueva Orleans la cifra de personas sin hogar llegó a 12. 000 (Katrina’s Wrath Lingers for New Orleans Poor, USA Today, 13 de diciembre de 2007). California, por su parte, tiene unos 50.000 soldados retirados viviendo en las calles (Sing Tao Daily San Francisco Edition, 8 de Noviembre de 2007). Las condiciones de salud de la gente sin hogar son preocupantes. La investigación muestra que un tercio o la mitad de las personas que viven en la calle padecen enfermedades crónicas. La esperanza de vida de una persona sin hogar estáfluctúa entre 42 y 52 años (Care Critical for Homeless, The Washington Post, 22 de octubre de 2007). Entre los delincuentes sexuales en muchas ciudades norteamericanas, las personas sin hogar ocupan una alta proporción. En Boston, cerca de dos tercios de los 136 transgresores sexsuales de alto riesgo no tienen una dirección permanente. En la ciudad de Nueva York, más de 100 agresores sexuales están registrados en al menos dos albergues para personas sin hogar (Many Sex Offenders Are Often Homeless, USA Today, 19 de Noviembre de 2007).
El número de personas que no cuenta con un seguro médico ha aumentado en los Estados Unidos. Un reportaje de Reuters publicado el 20 de septiembre de 2007 citó cifras de la Oficina de Censos de Estados Unidos indicando que 47 millones de personas en el país norteamericano no disfrutaban del seguro médico. Una organización estadounidense de familias declaró que cerca de 90 millones de personas menores de 65 años no poseía este tipo de seguro en el periodo comprendido entre 2006 y 2007 o en cierto punto de este periodo, cifra que suponía un 34,7% de la población de ese rango de edad (Reuters, 20 de septiembre de 2007). Más de 10 millones de jóvenes de entre 19 y 29 años de edad tampoco disfrutaban de este tipo de seguro (Reuters, 8 de agosto de 2007). La tasa de personas no aseguradas en Taxas era de un 23,8%; la en Arizona, de un 20,6%; la en Florida, de un 19,7%, y la en Georgia, de 19% (Ming Pao San Francisco Edition, 26 de Junio de 2007). En 2007, las primas del seguro médico se elevaron en un 7,7% en comparación con el año anterior, haciendo que el monto de un típico plan familiar ofrecido por los patrones en los Estados Unidos alcanzara los 11. 480 dólares. El porcentaje de personas que cuentan con un seguro médico por su empleo cayó en 0,3 puntos porcentuales hasta el 59,7% (Census: Health Benefits Scarcer. USA Today, 28 de agosto de 2007). Mientras tanto, el número de personas cuyos ingresos familiares estaban por encima de la línea de pobreza pero que no podían costear los servicios médicos aumentó del 4,2% de la población total en 1998 al 5,8% en 2006 (Ming Tao San Francisco Edition, 26 de junio de 2007).

V . Sobre la discriminación racial
13.03.2008 Actualizado a las 10:24:35

La discriminación racial es un problema social profundamente arraigado en Estados Unidos.
La población negra y otras minorías étnicas se encuentran en el nivel inferior de la escala social estadounidense. De acuerdo con las estadísticas publicadas por la Oficina de Censos de Estados Unidos en agosto de 2007, los ingresos medios anuales de las familias negras se situaron en los 31.969 dólares en 2006, cifra que representaba el 61% de los de las familias blancas. Por su parte, los ingresos medios anuales de las familias hispanas alcanzaron los 37.781 dólares en el mismo período, cifra que suponía el 72% de los de las familias blancas. La proporción de los afroamericanos e hispanos que viven en pobreza y carecen de seguro médico es mucho más elevada que la de los blancos. En 2006, la tasa de pobreza entre los ciudadanos de color era del 24,3%, tres veces la registrada del 8,2% entre la población blanca, mientras que la entre los hispanos era del 20,6%, más de dos veces la entre los blancos. En 2006, el porcentaje de los negros que carecían de seguro médico ascendió del 19% del año anterior al 20, 5%. Entre la población hispana, el número de personas que no disponían de esta cobertura médica llegó al 34,1%, con un total de 15,3 millones. Entre los blancos, la tasa se situó en el 10,8% ( Income, Poverty, and Health Insurance Coverage in the United States: 2006, Oficina de Censos, http://www.census.gov). Del mismo modo, los índices de afectados por el VIH/SIDA u otras enfermedades son más elevados entre los negros y los hispanos que entre la población blanca. De acuerdo con un reportaje publicado por The Washington Post, un 80,7% de los 3.269 casos identificados de VIH/SIDA entre 2001 y 2006 se registró entre la población negra (Study calls HIV in DC. A «Modern Epidemic», The Washington Post, 26 de noviembre de 2007). El riesgo de contraer el virus VIH/SIDA por parte de los negros era siete veces mayor que el de los blancos (Liga Urbana Nacional: The State of Black America 2007, http://www.nul.org). Un informe publicado por el Centro Conjunto de Estudios Políticos y Económicos, que se dedica a la investigación sobre minorías étnicas, indicaba que el número de familias blancas con una posición social y económica ascendente era dos veces superior al de las familias negras. A su vez, el número de las familias de color con ingresos descendentes duplicaba el de las familias blancas en la mism asituación ( Washington Observer Weekly, 30 de noviembre de 2006).
En Estados Unidos, las minorías étnicas han sido objeto de discriminación al tratar de conseguir un empleo y en sus puestos de trabajo. De acuerdo con las estadísticas dadas a conocer por el Departamento de Trabajo en noviembre de 2007, la tasa de desempleo entre los hispanos fue del 5,7%, mientras la de los afroamericanos se situó en el 8,4%, cifra que duplica la registrada del 4,2% entre la población blanca (The Employment Situation: noviembre de 2007, publicado por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos el 7 de diciembre de 2007, http://www.bls.gov). Una encuesta del Centro de Investigación Pew realizada en 2007 muestra que un 67% de los encuestados negros consideraban que esta minoría todavía se enfrentaba a problemas de discriminación a la hora de solicitar un empleo (As Black Middle Class Rises, Underclass Falls Still Further, The Baltimore Sun, 3 de diciembre de 2007). Según estadísticas dadas a conocer por la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos, de las 75.768 denuncias que recibió el año 2006, un total de 27.328, o el 35,9%, estaban relacionadas con casos de discriminación racial (Charges Statistics FY 1997 Through FY 2006, http:/www.eeoc.gov/stats/ charges.html). En 2007, la empresa estadounidense de ropa deportiva Nike alcanzó un acuerdo tras recibir una demanda colectiva, en la que cuatro ex trabajadores negros de la tienda Niketown de Chicago, en nombre de los 400 empleados negros, acusaron al gerente de la tienda de utilizar insultos con connotaciones raciales para referirse a los trabajadores y clientes de color, además de destinar a los empleados negros a los trabajos peor remunerados y realizar acusaciones infundadas de supuestos robos contra estos trabajadores, así como exigir al personal de seguridad de la tienda que vigilara a los empleados y clientes negros (ABC News, 31 de julio de 2007). En marzo del mismo año, se presentó otra querella colectiva contra Walgreen, la mayor cadena de farmacias de Estados Unidos, en la cual se sostenía que la compañía practicaba una discriminación racial generalizada contra miles de trabajadores negros. Asimismo, se acusó a la empresa de realizar decisiones sobre la asignación de responsabilidades y los ascensos en base a consideraciones raciales (CBS, http://cbs2chicago.com).
La discriminación racial también es grave en el sector de educación de Estados Unidos. Según datos difundidos por la prensa, las escuelas públicas tienden a imponer sanciones disciplinarias más duras a los estudiantes negros, y la tasa de castigos entre los alumnos de color es mucho más alta que la registrada entre los estudiantes blancos. En Nueva Jersey, los estudiantes afroamericanos tienen 60 veces más posibilidades que los blancos de ser expulsados por infracciones disciplinarias graves. En Minnesota, el número de estudiantes negros a los que se les impuso una suspensión de estudios fue seis veces superior al de los blancos. En Iowa, los negros representaban sólo el 5% del total de estudiantes en las escuelas públicas, pero suponían el 22% del total de quienes recibieron suspensión de estudios de estos centros docentes (Chicago Tribune, 25 de septiembre de 2007). El 2 de agosto de 2006, un alumno negro de la escuela superior Jena de Louisiana preguntó a uno de los responsables de la escuela si los negros podían sentarse bajo un árbol que había sido reservado tradicionalmente para los blancos, a lo que el responsable contestó que sí. Sin embargo, tres alumnos blancos colgaron sogas – símbolo del linchamiento racista en el sur de Estados Unidos- de las ramas del árbol al día siguiente (AP, Jena, Estado de Louisiana, 20 de septiembre de 2007). Según un reportaje del New York Times del 23 de octubre de 2007, el director negro de una escuela superior de Brooklyn recibió una soga junto a una carta llena de expresiones racistas como «el poder de los blancos para siempre». También apareció una soga colgada de la puerta de la oficina de un catedrático negro en la Universidad de Columbia. Las universidades de Macalester, Trinity y Whitman también registraron incidentes en los que los alumnos participaron en fiestas vistiendo atuendos racistas. En una de ellas, un estudiante de la universidad Macalester llevaba una careta negra y una soga anudada al cuello (AP, Saint Paul, Minnesota, 11 de febrero de 2007). Asimismo, se encontró el símbolo de la esvástica nazi en el campus de la Universidad de Columbia en 2007, en contra de los judíos norteamericanos, según un reportaje del periódico local World Daily.
La discriminación racial en el sistema judicial de Estados Unidos es escandalosa. De acuerdo con el informe anual de 2007 sobre la situación de los estadounidenses negros publicado por la Liga Urbana Nacional, los afroamericanos -en especial los hombres- tienen más posibilidades que los blancos de ser declarados culpables y de recibir condenas de mayor duración. Del mismo modo, los negros tienen siete veces más posibilidades de ser encarcelados que los blancos (Liga Urbana Nacional: The State of Black America 2007, http://www.nul.org). Asimismo, la probabilidad de que los negros sean encarcelados por delitos relacionados con las drogas es 10 veces superior a la de los blancos, a pesar de que ambos grupos utilizan y venden estas sustancias en la misma proporción (Study Finds Racial Divide Across U.S. in Drug Arrests, The Washington Post, 5 de diciembre de 2007). Las estadísticas de la Oficina de Censos de Estados Unidos muestran que hasta finales de 2006, 815 de cada 100.000 negros estaban en prisión, mientras la proporción para los hispanos se situó en los 283 y la para los blancos en los 170. Conforme a los datos publicados en diciembre de 2007 por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, hasta finales del año 2006 había 560.000 personas de color en las prisiones estatales y federales, cifra que representaba un 37,5% de la población presa total. Los hispanos y latinoamericanos encarcelados sumaron los 308.000, cifra que supunía un 20,5% del total. La proporción de los hombres negros encarcelados era de 3. 042 por cada 100.000 ciudadanos de la misma raza, seis veces superior a la correspondiente a la población total estadounidense (501 presos por cada 100.000 habitantes). El índice de los hombres hispanos se situó en los 1.261 por cada 100.000 ciudadanos de la misma raza. Casi un 8% de los hombres negros de entre 30 y 34 años de edad recibieron penas de prisión, frente al 1,2% de los hombres blancos del mismo grupo de edades (Prisoners in 2006, publicado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos el 5 de diciembre de 2007, http://www.ojp.usdoj.gov/bjs). En Estados Unidos, el porcentaje de jóvenes condenados a cadena perpetua es muy distinto en función de los grupos étnicos. El índice de los jóvenes negros que habían sido condenados a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional era diez veces superior al de los blancos. La desigual proporción ascendía hasta las 20 veces en California (Los Angeles Times, 19 de noviembre de 2007).
En la práctica judicial en Estados Unidos se aplica un doble rasero para los ciudadanos negros y los blancos. la agencia AP informó de que en el caso de «los seis de Jena», seis jóvenes negros fueron arrestados por golpear a un compañero blanco y cinco de ellos imputados por intento de asesinato, lo que provocó una protesta de 2.000 alumnos en este poblado que sólo tenía una población de 3.000 habitantes (AP, Jena, Louisiana, 20 de septiembre de 2007). Sin embargo, dos profesoras acusadas de haber mantenido relaciones sexuales con seis alumnos negros consiguieron la libertad bajo fianza (AP, 28 de marzo de 2007).
En Estados Unidos, las minorías étnicas son las principales víctimas de los crímenes violentos y de odio, así como de los asesinatos. De acuerdo con un informe publicado por el FBI en noviembre de 2007, se registró un total de 7.722 delitos vinculados con prejuicios discriminatorios en el país en 2006, un aumento del 8%. Entre ellos, un 51,8% estuvo motivado por prejuicios raciales. Los crímenes de odio contra los musulmanes se incrementaron en un 22%, y los incidentes similares cometidos contra la población hispana crecieron un 10% (FBI: Hate Crimes Escalate 8% in 2006, USA Today, 20 de noviembre de 2007). En la ciudad de Nueva York, los crímenes vinculados con prejuicios discriminatorios aumentaron un 20,9% en 2007 respecto al año anterior. De los 512 delitos por odio ocurridos en Los Angeles en 2006, el 68% tuvo su origen en problemas raciales (The China Press, 8 de junio de 2007). Según un estudio del Departamento de Justicia dado a conocer en agosto de 2007, los negros representaban el 13% de la población de Estados Unidos, pero fueron víctimas del 15% de los crímenes violentos sin resultado de muerte y del 49% de todos los homicidios cometidos en el país en 2005 (Black Victims of Violent Crime, http://www.ojb.usdoj.gov/bjs).

VI. Sobre los derechos de las mujeres y los niños
13.03.2008 Actualizado a las 10:28:21

Las condiciones de las mujeres y los niños en Estados Unidos son preocupantes.
Las mujeres conforman el 51% de la población estadounidense, pero sólo 86 de ellas forman parte del 110º Congreso de ese país. Las mujeres ocupan 16 de los 100 asientos del Senado, el 16%, y 70 de los 435 de la Cámara de Representantes, el 16,1%. Hasta diciembre de 2007, sólo 76 mujeres trabajaban en las oficinas ejecutivas estatales, lo que suponía el 24,1% del total. La proporción de mujeres en los cuerpos legislativos estatales es de 23,5%. Hasta septiembre de 2007, de los 1.145 alcaldes de las ciudades estadounidenses con poblaciones superiores a los 30.000 habitantes, sólo 185, o el 16,2%, eran mujeres (Women Serving in the 110th Congress 2007-09, Center For American Women and Politics, http://www.cawp.rutgers.edu).
La discriminación contra las mujeres está presente en el mercado laboral y en los lugares de trabajo de Estados Unidos. La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo dijo haber recibido 23.247 denuncias de discriminación sexual en 2006, cifra que suponía el 30,7% de todas las denuncias (Charge Statistics FY 1997 Through FY 2006, http://www.eeoc.gov/stats/charges.html). Según informaciones de los medios de comunicación, hasta 1,6 millones de mujeres podrían unirse al mayor juicio sobre discriminación de género en la historia de los Estados Unidos, en el cual la gigante cadena minorista Wal-Mart ha sido acusada de discriminación contra las mujeres en materia de salarios y promociones (Reuters, Los Angeles, 6 de febrero de 2007). El ingreso promedio de las mujeres en Estados Unidos es inferior al de los hombres. Estadísticas reveladas por la Oficina de Censos de Estados Unidos en agosto de 2007 muestran que los ingresos medios de las mujeres mayores de 15 años de edad eran de 32.515 dólares en 2006, el 77% de los 42.261 dólares de los hombres (Income, Poverty and Health Insurance Coverage in the United States: 2006, emitido por la Oficina de Censos de Estados Unidos, http://www. census.gov).
La tasa de pobreza de las mujeres es más alta. Estadísticas muestran que al terminar 2006, más de 5,58 millones de mujeres solteras mayores de 18 años vivían en la pobreza, el 22,2% de todas las mujeres de ese grupo. Alrededor de 4,1 millones, o el 28, 3%, de familias de madres cabeza (familias sin esposo ni padre) vivían en la pobreza en 2006, cifra muy superior a la tasa nacional de pobreza familiar, que era del 9,8% (Income, Poverty and Health Insurance Coverage in the United States: 2006, Oficina de Censos de Estados Unidos). Las mujeres de color están en mayor riesgo de caer en la pobreza y miseria. Un informe publicado por el Centro Estadounidense de Derechos de Reproducción muestra que la tasa de mortalidad materna de ese país ocupa el 30º lugar en el mundo. La mortalidad materna de las mujeres de raza negra es cuatro veces la de las de raza blanca. La proporción de mujeres afroamericanas infectadas con el virus del SIDA y otras enfermedades venéreas es 23 veces y 18 veces la de las blancas, respectivamente. Entre todas las mujeres que viven en la pobreza en Estados Unidos, las africanas, hispanas, indias y asiáticas ocupan el 27%, 26%, 21% y 13%, respectivamente, en comparación con el 9% de las blancas.
Las mujeres estadounidenses son víctimas de violencia intrafamiliar. De acuerdo con una información de la Organización Nacional para las Mujeres, en Estados Unidos alrededor de 1.400 mujeres son asesinadas a golpes cada año por sus esposos o novios. El cálculo anual de mujeres golpeadas en este país es de entre dos y cuatro millones. Las mujeres tienen diez posibilidades más de ser agredidas por su pareja que los hombres. Las mujeres separadas, divorciadas o solteras, así como aquellas de bajos ingresos y las afroamericanas, son víctimas en una medida desproporcionada de ataques y violaciones. La tasa de violencia intrafamiliar en las familias que viven debajo de la línea de pobreza es cinco veces más alta que la en las familias corrientes. Estadísticas muestran que el 37% de las mujeres en Estados Unidos recibieron tratamiento médico de emergencia debido a manifestaciones de violencia intrafamiliar por lo menos una vez; el 30% de las mujeres en estado de embarazo sufren ataques por parte de sus parejas; el 50% de los hombres estadounidenses atacan con frecuencia a sus esposas e hijos; el 74% de las mujeres profesionales sufren violencia por parte de sus colegas. Según un reporte de AP, la violencia familiar en Estados Unidos se está extendiendo a los lugares de trabajo. El ex esposo separado de Yvette Cade le prendió fuego en su lugar de trabajo, ocasionándole quemaduras de tercer grado en el 60% de su cuerpo (AP, Washington, 18 de abril de 2007).
Las mujeres son frecuentemente víctimas de acoso sexual en sus lugares de trabajo y campamentos militares. La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo dijo que en 2006 recibió 12. 025 denuncias de acoso sexual, el 84,6% de las cuales fueron presentadas por mujeres (Sexual Harrasment Charges EEOC & FEPAs Combined: FY 1997-FY2006, http://www.eeoc.gov). Según la Organización Nacional para las Mujeres, aproximadamente 132.000 mujeres reportaban haber sido víctimas de violaciones o intentos de violación cada año y entre dos y seis veces esa misma cantidad que eran efectivamente violadas se abstenían de reportarlo. El departamento encargado de investigar los crímenes militares en Estados Unidos recibió alrededor de 1.700 denuncias de acoso sexual en 2004, entre ellas 1.305 casos de violación. Una investigación de la Universidad de California entre 3.000 mujeres militares retiradas descubrió que el 25% de ellas padecen las secuelas de experiencias de acoso sexual en los cuarteles (Prensa Latina, La Habana, 10 de febrero de 2007). El New York Times dijo en un reporte que muchas mujeres militares estadounidenses acantonadas en Irak enfrentaban el doble ataque de los traumas ocasionados por los abusos sexuales de sus propios compañeros y por el fuego enemigo en los campos de batalla. Suzanne Swift fue repetidamente acosada y abusada sexualmente por sus comandantes. Cuando trataba de denunciar a estos comandantes, recibió una orden de redesplazamiento con ellos mismos (Prensa Latina, La Habana, 10 de febrero de 2007). Maricela Guzmán fue atacada y violada mientras prestaba guardia nocturna durante un ejercicio de campaña de la Marina. Ella intentó informar del incidente en cuatro oportunidades pero nadie le escuchó, y por el contrario, sus comandantes le ordenaron hacer flexiones de brazos como castigo por maltrato a sus superiores (Prensa Latina, La Habana, 10 de febrero de 2007). Abbie Pickett tenía sólo 19 años cuando fue asaltada sexualmente durante una misión humanitaria en Nicaragua. Dijo que estaba demasiado asustada para reportar el incidente en ese entonces porque el atacante era un oficial de rango superior al suyo (New York Times, 18 de marzo de 2007).
El número de mujeres recluidas en las prisiones estadounidenses se ha venido incrementando, y con frecuencia son sometidas a condiciones deplorables. Cifras reveladas por el Departamento de Justicia en diciembre de 2007 muestran que el número de prisioneras encerradas en penitenciarías federales y estatales creció en 4.872, ó 4,5%, en 2006, para llegar a las 112.498. Este incremento ha sido más rápido que la tasa promedio del 2,9% registrada entre 2000 y 2005 (Prisoners in 2006, emitido por el Departamento de Justicia el 5 de diciembre de 2007, http://www.ojp. usdoj.gov/bjs). En un reporte dado a conocer en 2007, Amnistía Internacional dijo que en las cárceles estadounidenses los guardias de sexo masculino están autorizados a realizar requisas corporales a las prisioneras, así como a observarlas mientras se duchan y se cambian de ropa. En la mayoría de los estados, los guardias pueden ingresar a las celdas de las mujeres sin supervisión.
Las condiciones de vida de los niños estadounidenses generan gran preocupación. El Houston Chronicle informó de que un estudio llevado a cabo por la ONU en 21 países ricos mostró que, aunque Estados Unidos es una de las naciones más ricas del mundo, su ubicación en el ranking de bienestar general de los niños es apenas la 20ª. Y en las áreas de salud y seguridad, el país norteamericano está al final de la lista. Estadísticas muestran que a finales de 2006, había en Estados Unidos 12,8 millones de niños menores de 18 años de edad viviendo en la pobreza, cifra que suponía el 17,4% del total de la población infantil del país. Los niños componen el 35,2% de la población estadounidense que vive en la pobreza. La tasa de niños pobres en los hogares donde la madre es la cabeza de familia (familias sin esposo ni padre) se sitúa en un elevado 42,1% (Income, Poverty and Health Insurance Coverage in the United States: 2006, emitido por la Oficina de Censos de Estados Unidos en agosto de 2007, http://www.census.gov). Cada día más niños deben sobrevivir sin asistencia médica. Hasta finales de 2006, unos 8,7 millones de niños menores de 18 años de edad carecían de seguros médicos en Estados Unidos, un ascenso del 11,7% en comparación con 2005, y la tasa de estos niños llegó al 19,3% ( Income, Poverty and Health Insurance Coverage in the United States: 2006, Oficina de Censos de Estados Unidos). Cada vez más niños se quedan sin hogar. De acuerdo con un estudio sobre hambre y falta de hogar en 23 ciudades estadounidenses dado a conocer en diciembre de 2007 por la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, los miembros de familias con niños constituyeron el 23% de la población que tomó refugio de emergencia en 2007. Las solicitudes de refugio de emergencia de parte de hogares con niños se incrementaron en 10 ciudades (Mayors Examine Causes of Hunger, Homelessness, comunicado de prensa de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos el 17 de diciembre de 2007, http://www.usmayors. org). De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la tasa de mortalidad infantil de Estados Unidos en 2004 fue de siete por cada 1.000 niños, y la tasa de mortalidad de niños negros fue 2,5 veces la de los blancos (AP, 10 de noviembre de 2007). La tasa de supervivencia infantil de Estados Unidos está muy por debajo de la de otras naciones desarrolladas. Un proyecto de ley que buscaba expandir los seguros de salud suministrados por el gobierno para los niños fue vetado por el presidente George W. Bush en 2007, aún cuando el 72% de la gente lo apoyaba (Bush Vetoes Kids Health Insurance Bill, The Washinton Post, 13 de diciembre de 2007).
Los jóvenes estadounidenses caen víctimas de abusos y crímenes con frecuencia. De acuerdo con un informe sobre crímenes escolares en Estados Unidos, publicado por el Departamento de Justicia en diciembre de 2007, 57 de cada mil estudiantes estadounidenses mayores de 12 años fueron víctimas de violencia y de crímenes de propiedad en 2005. Desde el 1 de julio de ese mismo año al 30 de junio de 2006, se registraron 14 homicidios relacionados con escuelas en los que se vieron envueltos niños en edad escolar. En 2005, un 25% de los estudiantes dijeron haber sido incitados a comprar drogas en la escuela en los 12 meses previos al estudio; el 24% de los estudiantes dijeron que en sus escuelas había bandas (School Crime Rates Stable Children 50 Times More Likely to Be Murdered away from the School Than at School, emitido por el Departamento de Justicia de Estados Unidos el 2 de diciembre de 2007, http://www.ojp.usdoj.gov/bjs). Se informa que en algunas escuelas de enseñanza secundaria de Baltimore, muchos estudiantes asisten a clases con armas como cuchillos. Desde el inicio de la temporada estudiantil hasta finales de octubre de 2007, se registraron 216 incidentes en escuelas de esa ciudad, los cuales condujeron a varios arrestos (Weapon Checks OK’d at Schools, The Baltimore Sun, 11 de diciembre de 2007). Las violaciones sexuales son un fenómeno generalizado en las escuelas estadounidenses. Un sondeo nacional llevado a cabo por AP en 2007 encontró que 2.570 educadores fueron castigados por comportamientos sexuales indebidos entre 2001 y 2005. El 80% de las víctimas fueron estudiantes. Un estudio del Congreso de Estados Unidos muestra que de los cerca de 50 millones de jóvenes en las escuelas de ese país, hasta 4,5 millones son objeto de agresiones sexuales por parte de un empleado de la escuela en algún momento entre el jardín infantil y el grado 12. Cada día se suceden un promedio de tres casos de abuso sexual en las escuelas estadounidenses (AP, Washington, 21 de octubre de 2007).
Los jóvenes estadounidenses son maltratados en los campamentos de entrenamiento de Estados Unidos. Un reporte publicado por el Congreso de ese país dice que miles de adolescentes sufrieron terribles abusos en este tipo de campamentos, algunos de ellos perdieron sus vidas. Investigadores del gobierno dijeron que los abusos en los campamentos de entrenamiento ocurren en diversas formas, entre las que se cuentan forzar a los jóvenes a ingerir su propio vómito, administrar alimentos insuficientes, forzar a los jóvenes a tenderse entre orina y materias fecales, y golpearlos o patearlos. Un muchacho fue obligado a limpiar un inodoro con su cepillo dental y luego a cepillarse los dientes con el mismo. Un diario que llevaba Aaron Bacon, de 16 años, y quien murió a causa de una úlcera perforada que no fue tratada a tiempo, reveló que él pasó 14 de los 20 días sin recibir alimento alguno, pero fue forzado a hacer cada día una excursión a pie de entre 13 y 16 kilómetros. Cuando recibió alimentación, ésta consistió de lentejas mal cocidas, escorpiones y lagartijas. Su padre dijo que el joven fue golpeado desde la corona hasta la punta de los dedos de los pies durante el mes que pasó en el campamento. Martin Lee Anderson, de 14 años, murió durante un campamento de entrenamiento luego de que algunos guardias lo asfixiaran y lo forzaran a inhalar vapores de amonia (The Times, 12 de octubre de 2007).
Millones de niñas son convertidas en esclavas sexuales en Estados Unidos. Estadísticas del Departamento de Justicia muestran que entre 100.000 y tres millones de niños estadounidenses menores de 18 años de edad están involucrados en prostitución. Un informe del FBI dice que hasta un 40% de las prostitutas forzadas son menores de edad.
Los niños estadounidenses no están debidamente protegidos por el sistema judicial. Estados Unidos es uno de los pocos países del mundo que sentencian niños a muerte, y algunos estados todavía no tienen edad límite para la imposición de la pena capital. Es el país que sentencia más niños a prisión perpetua en todo el mundo. Según un estudio conjunto en 2005 de Human Rights Watch y Amnistía Internacional, Estados Unidos tenía a 9.400 prisioneros sirviendo condenas a prisión perpetua por crímenes cometidos antes de la edad de 18 años, de los cuales 2.225 servían cadena perpetua sin libertad condicional. De éstos, un 16% tenían entre 13 y 15 años cuando cometieron los crímenes por los que fueron condenados ( Rebelión, España, 27 de abril de 2007). En la actualidad hay 2.387 adolescentes sentenciados a prisión perpetua sin derecho a libertad condicional (Los Angeles Times, 19 de noviembre de 2007). En California hay 227 adolescentes cumpliendo sentencias de por vida sin libertad condicional. La cifra para Pennsylvania es de 433. Los criminales adolescentes reciben con frecuencia los mismos castigos que los adultos. El diario The Washington Post dijo que la cantidad aproximada de acusados adolescentes que eran enviados directamente o transferidos al sistema para adultos, conocido como la corte criminal, era de cerca de 200.000. Alrededor de 7.500 jóvenes son encerrados en celdas para adultos en algún momento de su cautiverio (States Rethink Charging Kids as Adults, The Washington Post, 2 de diciembre de 2007). Los niños de color y los de familias de escasos recursos tienen más probabilidades de sufrir este tipo de fenómeno. En 2000, según el Centro de Justicia Juvenil de la Escuela de Derecho de la Universidad Suffolk, los niños afroamericanos, que componen sólo un 15% de la población juvenil de Estados Unidos, representaron un 46% de los encarcelados y un 52% de aquéllos cuyos casos terminaron ante un tribunal penal adulto. Los niños negros son encarcelados a una tasa de cinco veces la de los blancos, mientras que los niños latinos y estadounidenses nativos son colocados en instituciones correccionales 2,5 veces más que los blancos (Rebelión, 27 de abril de 2007). Muchos niños de seis o siete años son tratados como criminales por razones triviales. Gerard Mungo Jr., de siete años, fue arrestado en East Baltimore por sentarse sobre una motocicleta frente a su casa, con el motor apagado. La razón para su detención fue que ese tipo de motocicletas estaba prohibido en la ciudad. Gerard estuvo esposado a un banco en la comisaría durante dos horas (Rebelión, 27 de abril de 2007). En Florida, más de 4.500 niños menores de 11 años fueron acusados de cometer crímenes. Desre’e Watson, una niña de seis años, fue arrestada y acusada de agresión contra un funcionario escolar, alteración de una función escolar y resistencia contra un agente del mantenimiento del orden (Rebelión, 27 de abril de 2007).

VII. Sobre las Violaciones a los Derechos Humanos en Otros Países
13.03.2008 Actualizado a las 10:30:57

Estados Unidos tiene un notorio récord de pisotear la soberanía de otros países y violar los derechos humanos en éstos.
La invasión de Irak por parte de las tropas estadounidenses ha producido la mayor tragedia de derechos humanos y el mayor desastre humanitario del mundo moderno. Según reportes, desde cuando se llevó a cabo la invasión en 2003, 660.000 iraquíes han muerto, de ellos el 99% eran civiles. Eso equivale a un promedio diario de 450 personas muertas. De acuerdo con el periódico Los Angeles Times, el número de muertos civiles en Irak ya ha excedido el millón. Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reveló que alrededor de un millón de iraquíes habían perdido sus viviendas, la mitad de ellos eran niños. Había 75.000 niños viviendo en campos de refugiados o albergues provisionales. Cerca de 760.000 menores no podían ir a la escuela. De acuerdo con reportajes de prensa, guardias de la empresa de vigilancia privada Blackwater, relacionada con el Departamento de Estado estadounidense, asesinaron a tiros a 17 ciudadanos iraquíes sin razón alguna el 16 de septiembre de 2007, y posteriormente este departamento les concedió inmunidad (The China Press, 31 de octubre de 2007). Una investigación del gobierno de Irak encontró que guardias de Blackwater habían asesinado a 21 iraquíes y herido a otros 27 antes del mencionado incidente. Por su parte, una investigación del Departamento de Estado muestra que Blackwater estuvo involucrada en 56 casos de tiroteos en Irak en 2007. Un informe del Congreso de Estados Unidos dice que la compañía tuvo que ver con cerca de 200 tiroteos en Irak desde 2005, el 84% de los cuales fueron abaleos indiscriminados. AP informó que el 23 de octubre de 2007, un helicóptero artillado tipo Apache abrió fuego sobre un grupo de gente sospechosa de haber sembrado minas junto a las carreteras cerca de Samarra, en el norte de Bagdad, ocasionando la muerte de por lo menos 11 personas, incluidos seis civiles. Sin embargo, fuentes de la policía local y testigos dijeron que el número real de civiles muertos fue de 14 (AP, Bagdad, 23 de octubre de 2007). Comandantes del 1º Batallón del 501º Regimiento de Infantería llevaron a cabo un programa de provocación para matar más insurgentes, en el cual se utilizaban armas como «anzuelos». Cuando alguien se acercaba a recogerlas, los francotiradores les disparaban. Muchos civiles iraquíes fueron asesinados de esta forma (Los Angeles Times, 5 de octubre de 2007; The Washington Post, 24 de septiembre de 2007).
Los soldados estadounidenses han asesinado a muchos civiles inocentes en el marco de la guerra contra el terrorismo en Afganistán. The Washington Post informó el 3 de mayo de 2007 que las tropas de Estados Unidos habrían llegado a matar hasta 51 civiles en una semana (Karzai Says Civilan Toll Is No Longer Acceptable, The Washington Post, 3 de mayo de 2007). Un grupo de derechos humanos afgano dijo en un informe que una unidad de la marina estadounidense disparó indiscriminadamente contra transeúntes, pasajeros de vehículos privados, buses y taxis a lo largo de una franja de 10 millas (16 kilómetros) de carretera en la provincia de Nangahar el 4 de marzo de 2007, dando muerte de 12 civiles, incluidos un niño y tres ancianos (New York Times, 15 de abril de 2007).
Estados Unidos tiene muchas cárceles secretas en el mundo, en las que los prisioneros son tratados inhumanamente. «Prisión secreta» y «tortura de prisioneros» se han convertido en sinónimos de Estados Unidos. En mayo de 2007, el reportero especial de la ONU sobre la protección de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo, dijo tras su visita a Estados Unidos que ese país ha detenido 700 personas en Afganistán y 18.000 en Irak por razones relacionadas con la lucha contra el terrorismo. El reportero especial expresó su preocupación por las condiciones de los detenidos en la Bahía de Guantánamo y otras instalaciones secretas de detención, la ausencia de protección de la justicia y acceso a juicios justos para los sospechosos de terrorismo, así como por la transferencia de éstos. También expresó su desilusión por el hecho de que el gobierno de Estados Unidos no le hubiera permitido visitar la Bahía de Guantánamo y otros lugares secretos de detención (Preliminary Findings on Visit to United States by Special Rapportuer on Human Rights and Counter-terrorism, 29 de mayo de 2007, http:/www.unog.ch). Ademas de la Bahía de Guantánamo, donde los prisioneros han sido sometidos a aterradoras torturas, Estados Unidos también ha administrado instalaciones carcelarias secretas en Jordania y Etiopía, donde los detenidos eran tratados con brutalidad. The Washington Post informó el 1 de diciembre de 2007, que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había venido operando una cárcel secreta en las afueras de Amman, la capital Jordana, desde 2000, en la cual muchos sospechosos de terrorismo de origen no jordano habían sido detenidos e interrogados con abusos severos (Jordan’s Spy Agency: Holding Cell for the CIA, The Washington Post, 1 de diciembre de 2007). De acuerdo con reportajes de prensa, la CIA detuvo a cientos de sospechosos de Al- Qaeda en un lugar secreto en Etiopía. Los detenidos eran originarios de 19 países, e incluían mujeres y niños, el menor de los cuales tenía siete meses. Ellos fueron deportados ilegalmente a Etiopía, donde fueron mantenidos en horríficas condiciones en prisiones hacinadas, con hasta 12 detenidos compartiendo una celda de tres metros cuadrados. La comida escaseaba y los abusos y torturas eran de común ocurrencia (The Daily Telegraph, 5 de abril de 2007; AP, Nairobi, 5 de abril de 2007). El 14 de diciembre de 2007, el diario The Washington Times informó que la CIA torturaba con frecuencia a los detenidos sospechosos de terrorismo utilizando la práctica del «waterboarding» (simulación de ahogamiento) así como la de simulación de ejecución (House Approves Ban on CIA Waterboarding, The Washington Times, 14 de diciembre de 2007). La American Broadcasting Company (ABC) describió en uno de sus reportajes cómo se practica el » waterboarding»: el prisionero es atado a una tabla inclinada de forma que la cabeza queda levemente por debajo del nivel de los pies. Posteriormente se le cubre la cara con papel celofán y se le arroja agua. Indefectiblemente, la persona experimenta una terrorífica sensación de ahogamiento que la lleva a suplicar la suspensión del ejercicio. The New York Times dijo en un reportaje del 7 de diciembre de 2007 que en 2005 la CIA destruyó por lo menos dos cintas de vídeo que documentaban la interrogación de dos miembros de Al-Qaeda que estaban bajo custodia de esa agencia en 2002 (CIA Destroyed 2 Tapes Showing Interrogations, The New York Times, 7 de diciembre de 2007). Se cree ampliamente que la CIA estaba tratando de destruir evidencias sobre la existencia de su programa de detenciones secretas. Las mujeres prisioneras en Irak fueron sometidas con frecuencia a humillaciones. Reportajes de prensa dicen que muchas de ellas fueron víctimas de la policía iraquí y de las fuerzas de ocupación. Los iraquíes precisan que jamás en las guerras conocidas desde la Edad Media se han registrado tantas violaciones y crímenes contra mujeres como durante la guerra contra Irak (Rebelión, 5 de mayo de 2007).
Estados Unidos siempre ha adoptado doble rasero en cuanto a los asuntos de los derechos humanos. Ejerce presión con frecuencia sobre otros países para invitar al reportero especial de la ONU a examinar e informar sobre su situación en esta materia, pero nunca lo ha hecho para sí mismo. Pide a los demás países obedecer las normas de la ONU que permiten a los reporteros especiales visitar cualquier lugar y hablar con cualquier persona sin interferencia ni vigilancia alguna, pero así mismo, siempre se ha negado a apegarse a dichas normas y ha desestimado la solicitud de realizar una visita conjunta a la base militar de la Bahía de Guantánamo presentada por varios reporteros especiales.
Hasta la fecha, el gobierno de Estados Unidos se ha negado a reconocer el derecho al desarrollo como parte de los derechos humanos. Aunque suscribió el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en 1977, aún no ha lo ratificado. Estados Unidos declara que da importancia a la protección de los derechos de las mujeres y los niños, pero aún no ha ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, 27 años después de haberla firmado convirtiéndose en uno de los siete países miembros de la ONU que aún no han la ratificado. Además, todavía no ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño, 12 años después de haberla suscrito, aún a pesar de que 193 países ya lo han hecho. Desde marzo de 2007, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ha estado abierta a las firmas y muchos países adoptan una actitud activa hacia ella. Hasta finales de diciembre de 2007, 118 países ya la habían firmado y siete la habían ratificado, pero Estados Unidos ni siquiera la habían firmado.

Respetar y proteger los derechos humanos son importantes logros en el progreso de la historia de la humanidad y un importante símbolo de la civilización moderna. También constituye una meta común de los pueblos de todos los países y razas, y un tema clave de la corriente de progreso de nuestros tiempos. Todos los países tienen la obligación de esforzarse para promover y proteger sus propios derechos humanos, y deben impulsar la cooperación internacional sobre la base de las normas de las relaciones internacionales. Ningún país del mundo puede verse a sí mismo como la encarnación de los derechos humanos y usar este concepto como una herramienta para interferir en los asuntos de otros países o ejercer presión sobre ellos para lograr sus propios intereses estratégicos. Estados Unidos se impone sobre otros países y emite Informes por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos año tras año. Sus arrogantes comentarios sobre los derechos humanos de otros países están siempre acompañados por una deliberada ignorancia de los serios problemas de derechos humanos que tienen lugar en su propio territorio. Esto no sólo está en contra de las normas universalmente reconocidas de las relaciones internacionales, sino que también expone el doble rasero y la hipócrita naturaleza de Estados Unidos en cuanto al problema de los derechos humanos, perjudicando inevitablemente su imagen internacional.

Por la presente recomendamos al gobierno de Estados Unidos que enfrente sus propios problemas en materia de derechos humanos y deje de aplicar las equivocadas y poco inteligentes prácticas de doble rasero a este respecto.