La sonda Chang’e 4, de China, hizo historia al posarse en la cara de la Luna que no es visible desde la Tierra y que está inexplorada, en el marco de una nueva carrera en el Cosmos, que apunta a la exploración del satélite natural y también de Marte. A cinco años de la llegada […]
La sonda Chang’e 4, de China, hizo historia al posarse en la cara de la Luna que no es visible desde la Tierra y que está inexplorada, en el marco de una nueva carrera en el Cosmos, que apunta a la exploración del satélite natural y también de Marte.
A cinco años de la llegada del primer rover chino sobre la Luna, con la misión china Chang’e 3 del pasado 14 de diciembre de 2013, y a 40 años de la misión soviética a la Luna 24 del 9 de agosto de 1976, un vehículo se posó nuevamente sobre el suelo lunar.
La sonda Chang’e 4 alunizó a las 10:26 hora de China en el cráter Von Karman de la cuenca Aitken, en el polo sur del satélite.
Para China es otro paso importante, y de gran valor simbólico, en vista de los programas aún más ambiciosos, como una nueva misión lunar dentro del año, Chang’e 5, destinado a posarse sobre el suelo, recogiendo muestras y reportarlas a la Tierra, seguida en 2022 por la construcción de una estación espacial en órbita lunar.
Mientras tanto, China planea preparar un lanzador reutilizable para 2021, un cohete capaz de transportar cargas muy pesadas y un rover marciano. Equipado con diez experimentos, de los cuales seis son chinos y cuatro de Alemania, Suecia y los Países Bajos, Chang’e 4 apunta a estudiar composiciones, características geológicas y minerales presentes sobre la otra cara de la luna. A bordo también una mini «biosfera» con semillas, una planta y huevos de gusanos de seda. «La misión Chang’e 5 es un gran éxito desde el punto de vista científico y tecnológico», dijo el comisario extraordinario de la Agencia Espacial Italiana (ASI), Piero Benvenuto.
La misión, continuó, «es una combinación de tecnologías nunca experimentadas hasta ahora, que sacan a la luz el alto nivel alcanzado por la agencia espacial china». Fue un gran logro, de hecho, hacer aterrizar a un vehículo sobre el lado de la Luna desde el cual es imposible comunicarse con la Tierra, y resolver el problema utilizando un Satélite como puente de radio. China reivindica naturalmente su record, pero según Benvenuti se prepara un futuro de exploraciones espaciales en nombre de la colaboración: «Nos acercamos a la unificación de los programas entre las grandes agencias espaciales», observó.
La NASA ya declaró que quiere superar cada rivalidad y la «colaboración entre Europa y China pasa de manera estratégica a través de Italia»: después la colaboración sobre el programa CSES (China Seismo-Electromagnetic Satellite), para estudiar los terremotos desde el espacio, el comité interministerial para las políticas relacionadas con la industria aeroespacial, ha asignado 300 millones para el diseño de los módulos para la estación espacial china en la órbita terrestre.