Los combates en Kivu Norte esconden fuertes intereses comerciales y la lucha por hacerse con la explotación del preciado coltán, básico para las telecomunicaciones. Angola y Zimbabwe han enviado sus tanques a la República Democrática del Congo pero a cambio de tener acceso a las minas de cobre y diamantes. El general rebelde Laurent Nkunda, […]
Los combates en Kivu Norte esconden fuertes intereses comerciales y la lucha por hacerse con la explotación del preciado coltán, básico para las telecomunicaciones. Angola y Zimbabwe han enviado sus tanques a la República Democrática del Congo pero a cambio de tener acceso a las minas de cobre y diamantes. El general rebelde Laurent Nkunda, por su parte, se opone a que el Gobierno y China lleguen a acuerdos que perjudicarían a multinacionales.
La República Democrática del Congo (RDC) es rica en minas de cobre, diamantes y coltán, mineral básico para fabricar móviles, ordenadores, videoconsolas, televisores, satélites etc. Esta riqueza parece estar en el origen de los encarnizados combates entre el general tutsi y líder del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) Laurent Nkunda, y el Gobierno de Joseph Kabila, que cuenta con el apoyo de la milicia hutu mai-mai. Al conflicto se han sumado actores extranjeros como Angola y Zimbabwe, que han enviado tropas y tanques a cambio de tener una participación directa en la lucrativa industria de los diamantes y cobre.
Mientras tanto, aumentan las críticas contra la pasividad de la Monuc. Con sus 17.000 soldados desplegados sobre el terreno, es la mayor misión de la ONU.
El Forum Internacional para la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos afirmó que Nkunda y sus milicianos «son los gendarmes de grupos mucho más poderosos, y están representando a quienes se niegan a que China entre en ningún lugar del mundo».
Joan Carrera, presidente de la fundación S´Olivar y de este Forum, explicó que el Gobierno de Kinshasa firmó «un contrato de 9.000 millones de dólares con China». Desde entonces, «se ha enfrentado a niveles insoportables de chantaje. Nkunda ya ha advertido de que no parará hasta que Kabila negocie y no rescinda sus contratos con China».
El Gobierno ruandés de Paul Kagame, añadió, se está apropiando de la mayoría de los minerales estratégicos de la RDC en el este. «Ruanda es un gran exportador de coltán pero no lo tiene en su territorio», incidió.
El senador en Madrid Pere Sampol, del BLOC, subrayó que «la raíz del problema se ha presentado como un conflicto étnico o tribal cuando el gran problema ha sido el control por parte de grandes empresas europeas y americanas de los recursos naturales del Congo».
«Justo cuando el país había intentado establecer contactos comerciales con China para explotar el cobre y el coltán, mucho más ventajosos para la RDC, ha sido cuando las multinacionales, con la complicidad de las potencias internacionales, han provocado el conflicto», remarcó.
La misma valoración hace Amnistía Internacional (AI) de este conflicto. Recordó que la RDC «tiene el 80% de las reservas mundiales» de coltán, cuya venta «ha servido para comprar armas que han llegado generosamente a los ejércitos y milicias desde EEUU, Bélgica, Francia, Alemania y China».
«Más de 30.000 niños matan y mueren para que en los países desarrollados podamos hablar por el teléfono móvil o escribir un e-mail», denunció. En esa línea, la Conferencia Episcopal de la RDC culpó «a la explotación de los recursos naturales y a la balcanización de este genocidio, que ocurre ante la mirada indiferente o pasiva de las tropas de ONU. Hasta los propios gobernantes se muestran impotentes ante esta tragedia humana».