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“Una piedra en una mano, y un teléfono móvil en la otra”

Cómo comenzó la revolución en Túnez

Fuentes: Al Jazeera

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.

Sidi Bouzid, Túnez. La gente de Sidi Bouzid venció a la fuerte censura y la represión policial para asegurarse de que su levantamiento no pasara desapercibido.

Los manifestantes salieron a las calles con «una piedra en la mano, y un teléfono móvil en la otra», según Rochdi Horchan, pariente de Mohamed Bouazizi, quien ayudó a romper el bloqueo mediático.

Desde el día mismo de la autoinmolación del vendedor ambulante de 26 años que provocó disturbios que llevaron a la dirigencia tunecina a huir del país, los familiares y amigos utilizaron las redes sociales para compartir las noticias de lo que sucedía en Sidi Bouzid con los medios internacionales.

Abriendo una brecha en el bloqueo mediático

Mohamed Bouazizi no fue el primer tunecino que se prendió fuego en un acto de protesta pública.

Abdesslem Trimech, por nombrar uno de los numerosos hechos ocurridos que no atrajeron una atención significativa en los medios, se prendió fuego en la ciudad de Monastir el 3 de marzo después de enfrentar obstáculos burocráticos en su propio trabajo como vendedor ambulante.

Tampoco fue evidente que las protestas que comenzaron en Sidi Bouzid se propagarían a otras localidades. Había habido choques semejantes en agosto entre la policía y los manifestantes en la localidad de Ben Guerdane, cerca de la frontera con Libia.

La diferencia clave en Sidi Bouzid fue que la gente del lugar luchó por conseguir que se conocieran las noticias de lo que estaba ocurriendo, y tuvo éxito.

«Podríamos haber protestado durante dos años aquí, pero sin vídeos nadie hubiera prestado atención», dijo Horchani.

El 17 de diciembre, él y Ali Bouazizi, primo de Mohamed Bouazizi, colgaron un vídeo de una protesta pacífica encabezada por la madre del joven frente al ayuntamiento.

Esa noche, el vídeo fue presentado en el canal Mubasher de Al Jazeera. El nuevo equipo mediático de Al Jazeera que navega por la red buscando vídeos de todo el mundo árabe encontró la secuencia a través de Facebook.

Los medios tunecinos, al contrario, ignoraron el creciente levantamiento hasta que Nessma TV rompió el silencio el 29 de diciembre.

Y aparte de un núcleo sólido de activistas, la mayoría de los tunecinos no se atrevió a volver a colgar los vídeos en Facebook o incluso a poner «me gusta», hasta las últimas horas del presidente Zine El Abidine Ben Alí.

Sin embargo, aunque una mayoría enmudecida no compartió activamente las noticias de las protestas en línea hasta mediados de enero, los 3,6 millones de usuarios de Internet de Túnez -un tercio de la población, una de las tasas de penetración más elevadas en el continente africano, según Internet World Stats- pudieron seguir las noticias del levantamiento en las redes sociales gracias a un núcleo sólido de activistas.

Durante todo el levantamiento, los manifestantes tunecinos se basaron en Facebook para comunicarse entre ellos. Facebook, a diferencia de la mayoría de los sitios para compartir vídeos, no estaba incluido en la censura en línea de Túnez.

Los que no son usuarios de Internet se informaron de las protestas a través de canales noticiosos satelitales incluyendo Al Jazeera, France 24 y, para alcanzar a sus competidores, Al Arabiya.

Los hashtags en Twitter cuentan la historia de cómo el levantamiento pasó de ser de alcance local a nacional: #bouazizi se convirtió en #sidibouzid y luego en #tunisia.

Las guerras mediáticas se vuelven agresivas

Las autoridades tunecinas de la región probaron todos los medios posibles para frustrar el flujo de vídeos. Hubo apagones eléctricos y de Internet en Sidi Bouzid y localidades vecinas.

El 3 de enero, una serie de activistas de la Red fueron afectados por una operación sistemática de phishing, organizada por el gobierno a fin de eliminar su disenso en línea.

Blogueros, activistas de la Red y un rapero que había publicado una canción criticando al gobierno en YouTube fueron arrestados el 7 de enero.

A pesar de los intentos de silenciarlos, la gente llegó a extremos para asegurar que sus vídeos se colgaran en la Red.

Alí Bouazizi todavía tiene un ojo morado porque la policía le pegó como castigo por sus vídeos.

Del tribunal a Facebook

Dhafer Salhi, abogado local que presenció el acto de autoinmolación de Mohamed Bouazizi, dijo que pidió al jefe de policía que se reuniera con la familia del joven ese día para desactivar la ira en la calle.

«Le dije [al jefe de policía] que si no hacía que viniera [la familia Bouazizi] el país estallaría en llamas», dijo Salhi. «Se negó, por arrogancia e ignorancia».

Frustrado por la falta de responsabilidad de los funcionarios, Salhi se convirtió en participante activo de las protestas.

El abogado utilizó Facebook para organizar protestas y envió invitaciones a sus amigos.

Fue uno de los activistas de la Red afectados por la operación de phishing de las autoridades tunecinas. Lograron secuestrar su cuenta en Facebook, pero Salhi simplemente creó una nueva cuenta.

Los manifestantes se organizan

Las protestas que estallaron en Sidi Bouzid fueron ciertamente espontáneas, pero estuvieron caracterizadas por un nivel de organización y sofisticación que parece basado en la pura determinación de los que participaron en ellas.

La filial en Sidi Bouzid de la UGTT [sindicatos tunecinos] participó en el levantamiento desde el primer día.

Mientras la dirigencia nacional de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) se ve generalmente como carente de independencia política de la clase gobernante, sus representantes regionales tienen una reputación de audaz compromiso.

«La mayor fuerza impulsora tras esos manifestantes es el sindicato de Sidi Bouzid, que es muy fuerte», dijo Affi Fethi, profesor de Física en una escuela secundaria local.

Para Fethi las protestas regionales se convirtieron en un levantamiento nacional cuando la policía mató a manifestantes en localidades cercanas, incluida Menzel Bouziane.

«La persona que más ayudó a esta revuelta es el propio Ben Alí», dijo. «¿Por qué no ordenó que la policía utilizara balas de goma?»

Todos los que fueron entrevistados para este artículo estuvieron de acuerdo en que ningún partido de oposición -en la medida en que existían partidos independientes bajo el régimen de Ben Ali- estuvo involucrado en la coordinación de las primeras protestas, o incluso en la oferta de apoyo moral.

Sin embargo los miembros de base de algunos movimientos opositores jugaron un papel activo como activistas individuales (Ali Bouazizi, por ejemplo, es miembro del Partido Progresista Democrático).

Observando de lejos el teatro político

Estudiantes, maestros, desocupados y abogados unieron fuerzas en Sidi Bouzid y las localidades vecinas, enfrentando torturas y arrestos.

Nacer Beyaou, un estudiante, dijo que el levantamiento fue por libertad y empleo.

La gente de Sidi Bouzid siente que su región está abandonada, dijo, y sufre de «pobreza extrema».

Sin embargo ahora, cuando el impulso político ha pasado a la capital, mucha gente del lugar teme que su región se vuelva a dejar de lado.

«Nos han olvidado por completo. No hay un solo ministro de Sidi Bouzid», dijo el estudiante.

En resumen, dicen, es la combinación de pobreza y humillación lo que llevó a muchos en Sidi Bouzid a alzarse en protesta, otro hombre lo explicó como sigue:

«Cada día le pido a mi padre que me dé un dinar [70 centavos de dólar], y tengo treinta años».

Como señal de la inseguridad que muchos sienten, el hombre fue directo en sus puntos de vista políticos, pero prefirió no dar su nombre «por si acaso vuelve Ben Alí».

Ahora, cuando los políticos en Túnez se han hecho cargo, dijo, es como sentarse y observar el teatro.

Fuente: http://english.aljazeera.net/indepth/features/2011/01/2011126121815985483.html