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La declaración final promueve el comercio libre y la democracia

Concluye la II Cumbre UE-África con la Declaración de Lisboa

Fuentes: Mundo Negro

En la clausura de la cumbre de Lisboa, los líderes europeos y africanos firmaron el pasado domingo una declaración en la que promueven el comercio libre y la democracia. El texto señala que la cumbre celebrada durante el pasado fin de semana ha sido «una oportunidad única para que Europa y África se enfrenten en […]

En la clausura de la cumbre de Lisboa, los líderes europeos y africanos firmaron el pasado domingo una declaración en la que promueven el comercio libre y la democracia. El texto señala que la cumbre celebrada durante el pasado fin de semana ha sido «una oportunidad única para que Europa y África se enfrenten en conjunto a los actuales desafíos de nuestros continentes», como la inmigración, la energía o las alteraciones climáticas.

Con la firma de la Declaración de Lisboa se clausuraba en la capital portuguesa la II Cumbre UE-África, y en ella los países de los dos continentes afirman estar «decididos a construir un acuerdo de iguales, sobrepasando la tradicional relación de donante-receptor y emprender una estrategia de acuerdo político construida sobre una base de valores, preocupaciones y desafíos comunes».

Europa y África se han comprometido a desarrollar un «acuerdo de pueblos basado en el compromiso efectivo de nuestras sociedades para conquistar resultados en los compromisos fundamentales que nos propusimos: alcanzar los objetivos del milenio, el establecimiento de una paz sólida y una estructura para la seguridad en África».

La Declaración de Lisboa destaca que «cambiaron muchas» cosas en África y Europa desde la cumbre del Cairo en 2000, como la creación de la Unión Africana y el aumento de los estados miembros de la UE.

El encuentro, que congregó a gobernantes de 80 países que han mantenido dos días de debates, y que supone la primera cumbre en siete años entre África y la Unión Europea, acabó el domingo sin acuerdo en el asunto clave del comercio. Aunque se cerró con un ambicioso plan de acción y la promesa de volver a reunirse en 2010. La II Cumbre Unión Europea-África «será recordada como un momento de reconocimiento de la madurez en nuestro continente para dialogar, abriendo nuevos caminos y oportunidades para un futuro común», concluye la declaración.

Los elementos en los que se basará esta nueva relación entre continentes figuran en el plan de acción, que se centra en aspectos como la paz y la seguridad, el buen gobierno democrático, los derechos humanos, el comercio y la integración regional, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la energía, el cambio climático, la inmigración o la investigación científica.

Algunos de los principios básicos de esta estrategia conjunta es el compromiso de la dos partes para cooperar en la resolución de ‘conflictos y crisis africanas’, ‘impulsar la paz y la seguridad en ambos continentes’, fortalecer la capacidad de África y capacitar las operaciones de apoyo a la paz en el continente, fortalecer el diálogo y la cooperación institucional y el papel de la sociedad civil.

Asimismo, las partes se comprometen a promover la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos y, en el plano comercial, a mejorar la gestión económica y el clima de inversión en África. Se tratará de fomentar las inversiones, fortalecer las redes de infraestructuras necesarias para el movimiento de personas y bienes y promover la integración de África en la economía mundial.

La Estrategia común y el Plan de Acción, contenidos en un documento de 74 páginas, recogen la decisión de reforzar la representación de la Unión Africana en Bruselas y la de la UE ante el organismo africano en Addis Abeba, con un delegado especial.

Pero a pesar de los compromisos alcanzados no se ha llegado a un acuerdo en cuanto al comercio. La UE quiere reemplazar los antiguos pactos comerciales con los llamados Acuerdos de Asociación Económica (EPA, por su sigla en inglés) o acuerdos temporales, criticados por organizaciones que luchan contra la pobreza por no proteger a los agricultores africanos pobres ni a su frágiles industrias.

«Está claro que África rechaza los EPA», afirmó el presidente de Senegal Abdulaye Wade. «Ya no hablamos más de EPA, los rechazamos. Nos vamos a reunir para ver con qué los podemos reemplazar»

Bruselas insiste en firmar los nuevos acuerdos comerciales antes del 31 de diciembre, cuando termina una exención temporal de la Organización Mundial del Comercio sobre los pactos preferenciales para países en vías de desarrollo.

Si bien cerca de una decena de países africanos ya han acordado pactos comerciales provisionales con la UE, la mayoría de los líderes del continente han dicho que necesitan más tiempo a fin de preparar a sus débiles economías y sociedades.

La cumbre estuvo también marcada por la polémica sobre cómo tratar con el presidente de Zimbabue Robert Mugabe, que fue señalado junto con Sudán por la canciller alemana, Angela Merkel, por no respetar los derechos humanos.

El ambiente previo de la cumbre ya se había visto dañado por la presencia del presidente de Zimbabue, que provocó la ausencia del primer ministro británico Gordon Brown, pero varios dirigentes africanos insistieron en la presencia del dirigente.

Merkel dijo que la imagen de África se estaba viendo afectada por la falta de resolución a la hora de parar los abusos contra los derechos humanos en este país.