Miles de manifestantes atacaron misiones de la Organización de Naciones Unidas en por lo menos tres ciudades de la República Democrática del Congo, como protesta por la caída de la ciudad de Bukavu a manos de fuerzas rebeldes. Un corresponsal de la BBC en la capital, Kinshasa, dijo que se habían escuchado disparos mientras una […]
Miles de manifestantes atacaron misiones de la Organización de Naciones Unidas en por lo menos tres ciudades de la República Democrática del Congo, como protesta por la caída de la ciudad de Bukavu a manos de fuerzas rebeldes.
Un corresponsal de la BBC en la capital, Kinshasa, dijo que se habían escuchado disparos mientras una multitud enardecida quemaba neumáticos y coreaba consignas contra la ONU.
Soldados de Naciones Unidas utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Según informes, protestas similares tuvieron lugar en los pueblos de Kisangani y Lubumbashi.
La semana pasada, cascos azules de la ONU fueron enviados a Bukavu, capital de la provincia oriental de Kivu, para evitar el enfrentamiento entre disidentes y tropas regulares.
Pero los cascos azules no se opusieron al avance rebelde.
«Ruanda»
Horas antes, el presidente del país, Joseph Kabila, acusó a Ruanda de enviar tropas para apoyar a los rebeldes que tomaron el control de Bukavu.
Kabila dijo a la BBC que Bukavu estaba «bajo control de ocupantes ruandeses» y consideró que se trata de «una situación de guerra».
Ruanda ha negado cualquier injerencia en el conflicto.
El miércoles, fuerzas rebeldes ocuparon la ciudad, luego de una semana de combates contra el ejército regular congolés.
Los ocupadores pertenecían a un grupo rebelde que en el pasado fue apoyado por Ruanda y que supuestamente iba a unirse a las fuerzas armadas congoleñas, como parte de los acuerdos de paz firmados para poner fin a años de guerra en la región.
Los rebeldes están liderados por el brigadier general Laurent Nkunda, quien se ha parapetado en la residencia del gobernador de Bukavu.