Al imponer su visita a Níger, una delegación estadounidense fue maltratada hasta el punto de que el presidente de transición se negó a recibirla. La delegación estaba encabezada por el comandante del AFRICOM y dos secretarios de Estado, que habían ido, en particular, a defender el mantenimiento de la base estadounidense de Agadez, construida bajo el antiguo régimen pro-Washington de Niamey. Los nuevos dirigentes de Níger ‑denominados por los medios de comunicación occidentales «la junta»- han reafirmado su postura soberanista y antiimperialista y de una dignidad ejemplar para todo el continente africano [Investig’Action].
El sábado 16 de marzo el portavoz del gobierno de Níger, el coronel Amadou Adbramane, anunció en la televisión nacional la decisión del gobierno de poner fin, con efecto inmediato, a sus acuerdos de cooperación militar con Estados Unidos.
La decisión se toma tras la visita improvisada de tres días de una importante delegación estadounidense, cuyo objetivo era «negociar con las autoridades el retorno de Níger a la democracia y el futuro de la asociación para la seguridad y el desarrollo».
La composición de la delegación estadounidense pretendía impresionar al gobierno nigerino. Estaba formada por la subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos, Molly Phee, acompañada por la subsecretaria de Estado de Defensa, Celeste Wallander, y el general Michael Langley, jefe del Mando de África de Estados Unidos (AFRICOM).
Sobre todo, el gobierno estadounidense anunció unilateralmente la fecha de llegada y la composición de su delegación. Este comportamiento paternalista y neocolonial se denuncia sobriamente en el comunicado oficial de Níger de la siguiente manera: La llegada de la delegación estadounidense no ha respetado los usos diplomáticos.
La delegación fue recibida por el primer ministro de Níger, Ali Mahamane Lamine Zeine, y por militares, pero el jefe del Estado, Abdourahmane Tiani, se negó a recibirles. Esta negativa simbólica y política pretende reafirmar que Níger ya no acepta vínculos de subordinación, ni siquiera con Estados Unidos.
Enfado del gobierno de Níger
La delegación debía estar dos días en Níger, pero prolongó su estancia un día más para evitar la bofetada que suponía la negativa a recibirla. La prórroga no solo fue en vano, sino que dos días después el gobierno nigerino anunció el fin de cualquier tipo de cooperación militar con Estados Unidos.
La firme postura del gobierno de Níger se explica por el contenido de sus reuniones con el primer ministro. Un consejero del gobierno nigerino explicó a Le Monde, el 15 de marzo, las razones del enfado del gobierno: La delegación estadounidense dice que quiere reanudar la cooperación con Níger, pero ha puesto condiciones. Les hemos dicho la verdad. No tiene sentido que vengan a darnos órdenes. Nos corresponde a nosotros decidir las condiciones de la presencia extranjera en nuestro suelo.
El comunicado oficial añadía: El gobierno de Níger lamenta el deseo de la delegación estadounidense de negar al pueblo soberano de Níger el derecho a elegir a sus socios y los tipos de asociación que le ayudarán a luchar eficazmente contra el terrorismo, en un momento en que Estados Unidos ha decidido unilateralmente suspender la cooperación entre ambos países. […] El gobierno de Níger denuncia enérgicamente la actitud condescendiente de la delegación estadounidense hacia el gobierno de Níger, acompañada de la amenaza de represalias.
Injerencia estadounidense
La cooperación militar entre ambos países se remonta a 2012 y el gobierno estadounidense suspendió unilateralmente los acuerdos en octubre de 2023.
El 10 de octubre, Washington amenazó a Níger con represalias y suspendió la ayuda militar al país. El portavoz del Departamento de Estado declaró públicamente: «Tomamos esta medida porque en los últimos dos meses hemos agotado todas las vías disponibles para preservar el orden constitucional en Níger. Cualquier reanudación de la ayuda estadounidense requerirá medidas para restaurar la gobernabilidad democrática de forma oportuna y creíble».
Tales palabras tienen un nombre. No es ni más ni menos que una injerencia extranjera en los asuntos de un Estado soberano.
La denuncia de los acuerdos militares por parte de Níger fue una oportunidad para que el gobierno nigerino hiciera públicas las escandalosas condiciones en las que estos acuerdos de cooperación militar entraron en vigor en 2012.
Presencia militar ilegal
El portavoz del gobierno nigerino señala que «la presencia estadounidense en el territorio de la República de Níger es ilegal y viola todas las normas constitucionales y democráticas que exigirían que el pueblo soberano, en particular a través de sus representantes electos, fuera consultado sobre la instalación de un ejército extranjero en territorio nacional. Así, fue mediante una simple nota verbal del 6 de julio de 2012 que la parte estadounidense impuso unilateralmente a Níger un acuerdo relativo al estatuto de los militares estadounidenses y de los empleados civiles del Departamento de Defensa de Estados Unidos en el territorio de la República de Níger».
El portavoz gubernamental señaló también que estos acuerdos obligan a Níger a pagar impuestos por los aviones presentes en territorio nigerino, mientras que no imponen a Estados Unidos ninguna obligación de responder a las peticiones nigerinas de apoyo militar durante los combates contra grupos terroristas.
En respuesta a las acusaciones de Estados Unidos de que Níger había firmado acuerdos secretos con Irán y Rusia, el gobierno nigerino declaró: Todos los acuerdos firmados por Níger desde la creación del CNSP, Consejo Nacional de Salvaguarda de la Patria, respetan el derecho internacional y las normas de transparencia. Por este motivo, el gobierno de Níger rechaza las falsas acusaciones del jefe de la delegación estadounidense de haber firmado un acuerdo secreto con la República Islámica de Irán. Este enfoque cínico, utilizado habitualmente por Estados Unidos para desacreditar, demonizar y justificar sus amenazas contra los Estados, recuerda el ejemplo de la segunda guerra de Irak.
En cuanto a la cooperación militar con Rusia, el portavoz del gobierno nigerino añadió: Rusia es un socio con el que Níger trata de Estado a Estado, de conformidad con los acuerdos de cooperación militar firmados con gobiernos anteriores para adquirir el material militar necesario para luchar contra el terrorismo que se ha cobrado miles de víctimas nigerinas inocentes ante la mirada indiferente de gran parte de la comunidad internacional.
Agadez, una base estratégica estadounidense
La base aérea militar de Agadez es un elemento clave en la estrategia del AFRICOM, el Mando de Estados Unidos en África. Se trata de la mayor inversión del Pentágono en África, con una inversión inicial de casi cien millones de dólares, según reveló la revista Intercept, y que ascenderá a 250 millones de dólares cuando esté prevista su prórroga en 2024.
Es la única que puede albergar los llamados drones MQ‑9, que pueden equiparse con armas para realizar ataques aéreos. La decisión de Níger de poner fin a sus acuerdos militares con Estados Unidos es, objetivamente hablando, un duro golpe a la hegemonía estadounidense.
Por ello, la visita de la delegación estadounidense está vinculada a la expiración de estos acuerdos y a la apertura de negociaciones para prorrogarlos. La costumbre de firmar contratos con gobiernos serviles y/o comprables ha llevado a Washington a creer que las amenazas y la intimidación podrían utilizarse una vez más para obtener acuerdos desiguales que violan la soberanía nacional de Níger.
La reacción de Níger, digna y basada en principios, es una vez más un faro de esperanza, no solo para Níger sino para todo el continente.
Artículo original https://investigaction.net/quand-le-niger-envoie-se-faire-voir-les-etats-unis/
Fuente: https://www.boltxe.eus/2024/03/cuando-niger-manda-a-paseo-a-estados-unidos/ | Boltxe