Una urbanización de bajo costo en Khayelitsha, un asentamiento de crecimiento descontrolado de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), ha recibido atención mundial en la conferencia de Montreal sobre cambio climático por su potencial para reducir los gases de efecto invernadero y ganar unidades de reducción de emisiones carbono en virtud de los mecanismos del Protocolo de […]
Una urbanización de bajo costo en Khayelitsha, un asentamiento de crecimiento descontrolado de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), ha recibido atención mundial en la conferencia de Montreal sobre cambio climático por su potencial para reducir los gases de efecto invernadero y ganar unidades de reducción de emisiones carbono en virtud de los mecanismos del Protocolo de Kyoto.
El proyecto de Kuyasa en Khayelitsha ha sido reconocido por las Naciones Unidas como un mecanismo para un desarrollo limpio de categoría gold standard. Incluyó el reacondicionamiento de ocho viviendas de bajo costo y dos guarderías infantiles mediante la instalación de medios sencillos para economizar energía como techos aislantes, bombillas de luz de baja potencia y calentadores de agua solares.
Esto ha permitido economizar unos 2,85 toneladas de dióxido de carbono por vivienda por año, y los países en desarrollo están dispuestos a pagar mucho dinero por las reducciones de dióxido de carbono.
El mecanismo para un desarrollo limpio es una de las formas flexibles en que los signatarios del Protocolo de Kyoto pueden mitigar su contaminación industrial. Permite a los países desarrollados que no están en condiciones de cumplir sus metas de reducción de las emisiones invertir en proyectos de desarrollo sostenible que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero en países en desarrollo.
El Protocolo fue firmado en 1990 por 34 países -con exclusión de Australia y los Estados Unidos-. En virtud de éste los países industrializados deben reducir sus emisiones de seis gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono en particular, en un 5,2% antes de 2012. Si no están en condiciones de hacerlo, deben mitigar su exceso de emisiones «adquiriendo» unidades de reducción de las emisiones de carbono de distintas formas, una de las cuales es invertir en proyectos de desarrollo sostenible, como el de Kuyasa.
El primero de África
El proyecto es el primero de su tipo en África y uno de 50, o menos, en el mundo. Fue desarrollado por SouthSouthNorth (SSN), una ONG internacional especializada en mecanismos de desarrollo limpio, y Ciudad del Cabo es la primera ciudad africana que ha formulado una estrategia energética. La ciudad se ha comprometido a utilizar el 10% de sus fuentes de energía renovable para 2020, y a que un 10% de las casas tengan calentadores de agua solares para 2010.
En agosto, Kuyasa obtuvo el reconocimiento máximo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, lo cual le permitió obtener unidades certificadas de reducción de emisiones. El precio de estas unidades se calcula en función de la cantidad de dióxido de carbono que se ahorra.
«El precio de mercado oscila entre 3 y 9 dólares por tonelada», dijo Lester Malgas de SSN al diario Mail & Guardian. «Pero Kuyasa obtuvo 15 dólares por tonelada porque se trata del primer proyecto en África y porque obtuvo el gold standard»,
Se trata también del único de los proyectos de 45 países en desarrollo registrados en la Convención Marco que funciona con arreglo a tres metodologías, mientras que la mayoría utilizan una sola.
Beneficios inmediatos
Además de haberse unido a la lucha contra el cambio climático, Kuyasa ofrece otros beneficios más inmediatos a sus residentes.
Las viviendas reacondicionadas son un 5% más cálidas en invierno y un 5% más frescas en verano, lo cual permite economías de hasta el 40% en la electricidad. Las investigaciones han demostrado que la energía consume hasta más de una cuarta parte de los ingresos de los pobres de las zonas urbanas.
El proyecto también reduce la contaminación de aire localizada y contribuye a prevenir la neumonía pulmonar, el envenenamiento por dióxido de carbono y otras enfermedades respiratorias. Un beneficio directo es la reducción de los incendios mortales que son comunes en asentamientos de gran densidad demográfica y de bajos recursos.
Además de haber obtenido el reconocimiento gold standard de las Naciones Unidas, Kuyasa también obtuvo el tercer lugar compartido en el concurso mundial celebrado en Amsterdam al mejor proyecto de 2004 de adquisición de unidades de reducción de carbono mediante mecanismos para un desarrollo limpio.
Ahora que el proyecto experimental está terminado, se ampliará para incluir más de 2.000 viviendas del asentamiento de Kuyasa, durante un período de 21 años.
Se trata de uno de los 16 proyectos emprendidos en virtud del mecanismo para un desarrollo limpio que incluirán gas de relleno sanitario, energía hidroeléctrica, combustibles alternativos y eficiencia de la energía industrial. Cuatro de ellos ya están en condiciones de recabar la aprobación internacional.
Si se ponen en práctica, los proyectos ganarán unidades de reducción de emisiones de carbono equivalentes a nueve millones de toneladas de carbono por año, por un valor de 253 millones de dólares, para la economía de Sudáfrica. Los proyectos tienen períodos de acreditación que se extienden por lo menos hasta 2015 y algunos hasta 2026.