Traducido por Nubia Chericián, del Equipo de Traductores de Cubadebate y Rebelión
El New York Times reveló que agentes encubiertos de la policía de Nueva York viajaron por todo el país, Canadá y Europa para espiar a los manifestantes que pensaban asistir a la Convención Nacional Republicana del 2004. Organizamos un debate con Paul Browne, portavoz del Departamento de Policía de Nueva York, y con el abogado de derechos civiles, Jethro Eisenstein. También conversamos con uno de los cientos de los objetivos de la operación de vigilancia de la policía de Nueva York. Joshua Kinberg fue arrestado en las manifestaciones realizadas durante la Convención Nacional Republicana, el expediente de la vigilancia de que fue objeto consta de cuatro páginas. [se incluye transcripción preliminar]
- Paul J. Browne, Subcomisionado de Información Pública del Departamento de Policía de Nueva York.
- Jethro Eisenstein, abogado de derechos civiles. Desde 1971, fue uno de los abogados del caso Handschu que resultó en la limitación de los métodos que la policía emplea para llevar a cabo sus investigaciones políticas.
- Joshua Kinberg, arrestado durante las protestas realizadas con motivo de la Convención Nacional Republicanas del 2004 a causa de su proyecto «Bicicletas contra Bush» («Bikes Against Bush»). La policía lo vigiló en las semanas previas a las manifestaciones.
AMY GOODMAN: Proseguimos con este debate sobre la vigilancia. El New York Times reveló que la policía de Nueva York infiltró grupos que organizaron las protestas durante la Convención del Partido Republicano del 2004. Hoy tenemos tres invitados, Paul Browne, Subcomisionado de Información Pública del Departamento de Policía de Nueva York, está con nosotros a través del teléfono, aquí en nuestro estudio se encuentra Jethro Eisenstein, abogado de derechos civiles. Desde 1971 ha sido uno de los abogados del caso Handschu, que ha dado lugar a la imposición de límites a los métodos empleados por la policía en sus investigaciones políticas. Y desde San Francisco, nos acompaña Joshua Kinberg, uno de los investigados. En breve conversaremos con él. Pero conversemos con Paul Browne. ¿Qué puede usted decir sobre el artículo del New York Times sobre la vigilancia previa a la Convención Republicana del 2004?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, hay un par de cosas que deseo aclarar. En primer lugar, nosotros no estábamos intercambiando información con otras agencias de policía -ni de inteligencia del país. Creo que eso fue lo que usted dijo. Y la lista de estados, países, etc., no es tan larga como indica el artículo del Times. Sin embargo, eso ahora no viene al caso. Nosotros no estábamos enfrascados en operaciones de espionaje de actividades legales, como asegura la Unión de Libertades Civiles de Nueva York.
A nosotros nos preocupaba que grupos relativamente pequeños, algunos de los cuales pertenecen a otros más grandes, pero del país, viniesen a Nueva York a tratar de impedir que los delegados asistiesen a la Convención, a inutilizar sus autobuses, «lanzar ladrillos y bombas» para emplear sus propios términos, a ciertos establecimientos como Starbucks y McDonald’s. Y nosotros tomamos las medidas adecuadas para obtener información sobre ellos.
Esas listas de otros grupos, esas referencias a otros grupos, algunas de las cosas que no se han mencionado son el torneo abierto de tenis de los Estados Unidos, el juego de los Yankees en el Yankee Stadium. Nosotros entregábamos informes diarios sobre cualquier cosa que estuviese relacionada con la convención que pudiese tener alguna repercusión en los recursos policiales a medida que se acercaba la convención. Eso no era una operación de inteligencia, era cuestión de mantener al Departamento informado de todo, usted sabe, si el Ayuntamiento solicitaba un cambio de sede, que de hecho lo hicieron, por ejemplo, cambiarlo, si algunas cosas no estaban listas, no se debía permitir que los republicanos celebraran la convención en Nueva York. Se tomó nota de todo eso. No obstante, no se trataba de espionaje. Sencillamente había que mantener al departamento informado. Mucha de la información se obtuvo de sitios Web y artículos de prensa, etc. No pusimos a nadie a espiar actividades legales.
AMY GOODMAN: ¿Qué pasó en el caso de organizaciones como, Billonarios por Bush, War Resisters League?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Es exactamente lo mismo. Personas que – hay listas – lo que menciona el artículo del Times son sólo listas diarias de actividades. Y como dije, algunos de ellas podían ser el juego inaugural del abierto de tenis de los Estados Unidos, además del hecho de que iba a realizarse una manifestación o algún otro acontecimiento relacionado con -no todos son grupos siniestros -eso no es lo que estamos diciendo y nosotros no los estábamos espiando.
AMY GOODMAN: ¿Y el cuño que dice Secreto, Departamento de Policía de Nueva York (NYPD Secret)?
COMISIONADO PAUL BROWNE: ¿Diga?
AMY GOODMAN: ¿El cuño que dice Secreto, Departamento de Policía de Nueva York en esos documentos?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, no he visto los documentos que tienen ese cuño. No sé a lo que él se refiere, pero puede que haya habido algunos. Había alguna – información realmente sensible, pero que a la larga es pública porque provenía de antecedentes penales.
Una de las cosas que Jim Dwyer mencionó fue que, nosotros revisamos –a nosotros nos preocupaban ciertos individuos y mencionó a uno de ellos, Richard Picarello. Él -sus opiniones políticas son que los Estados Unidos son imperialistas y opresivos y que en el pasado, a finales de los setenta, en 1978, fue sentenciado por su participación en la voladura de un avión en el aeropuerto Logan a causa de esas-sus ideas políticas. Él también hizo explotar dos camions de la Guardia Nacional en el arsenal Dorchester en Massachusetts y colocó una bomba en el Tribunal Superior de Essex en Newburyport en Massachusetts. Y luego huyó a Canadá y cuando regresó, colocó una bomba en una termoeléctrica en Maine.
Él era uno de los que nos preocupaba. Y aunque puede que se reuna en Massachusetts con otras personas que no han estado involucrados ni tengan la intención de involucrarse en actividades violentas, es obvio que por su pasado nos preocupaba y sus planes de venir a Nueva York con toda razón preocuparon al departamento de policía.
AMY GOODMAN: Jethro Eisenstein, de la Unión de Libertades Civiles, su respuesta.
JETHRO EISENSTEIN: Bien, en primer lugar debo revelar que no soy de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, soy uno de los abogados que trabajó en el caso Handschu que generó las regulaciones que rigen la vigilancia policial de las actividades políticas. La información sobre la que puedo dar cuentas es la que nos facilitó Jim Dwyer. Y lo que Jim Dwyer declaró es que en reiteradas ocasiones el departamento de policía fue a organizaciones que no dieron señal alguna de estar interesadas en actividades ilegales, todo lo contrario, indicaron que –pensaban participar en las actividades de protesta colaterales a la convención y siguieron vigilando a esas organizaciones, las infiltraron con agentes secretos que enviaban informes sobre las mismas.
Y esa es la –el Comisionado Browne puede, estoy seguro que con toda legitimidad, hacer referencia a una o más, incluso varias situaciones, en que las investigaciones se concentraron de forma justificada en personas sobre las que el departamento de policía tenía sobradas razones para sospechar que pudiesen involucrarse en actividades ilegales. Pero eso en realidad no responde al hecho de que el artículo del New York Times sugiere que hubo una vigilancia generalizada y se escribieron informes y se elaboraron expedientes sobre personas no estuvieron involucradas en actividades ilegales.
COMISIONADO PAUL BROWNE: Yo sí respondí a eso. Yo dije que muchos de los incidentes que se describen como infiltración o vigilancia no eran más que listas de actividades que como dije iban a tener repercusión en Nueva York. Ya fuese que el abierto de tenis de los Estados Unidos fuese a celebrar sus juegos en Nueva York o cualquier circunstancia extraordinaria, por ejemplo los Yankees y los Mets realizaron sus partidos locales en la misma semana — eso no sucede habitualmente. Tuvimos la mala suerte de que coincidieran con la semana de la Convención Nacional Republicana. Por eso se tomó nota de todo tipo de cosas. No fue que -nosotros no nos infiltramos en el abierto de tenis y reportamos sobre las actividades relacionadas con ese evento en la ciudad. Nosotros mencionamos muchas actividades vinculadas a la Convención, pero no estábamos investigando actividades ilegales.
JETHRO EISENSTEIN: Estoy seguro de que lo que el Comisionado Browne afirma es cierto, pero sigue sin responder a lo que yo dije.
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, yo estoy respondiendo, dije que había preocupación sobre la ocurrencia de actividades ilegales, por ejemplo, había grupos, fuera del estado, que estaban realizando cursos para inutilizar autobuses con el fin de inutilizar las guaguas de los delegados que se dirigían a la convención. Había grupos que estaban planificando ir para evitar que los delegados abandonasen sus hoteles, impedírselos por medios físicos. Había otros hablando de lanzar ladrillos para destruir los ventanales de Starbucks y McDonald’s. Había otros empleando tácticas, bolas de acero y hondas, entre otros para usarlos contra la policía montada, por si nosotros utilizábamos a la policía montada. Todo ello constituye una fuente legítima de preocupación para el departamento de policía y por tanto lo investigamos.
AMY GOODMAN: ¿Y cómo trabajaron con otros departamentos de policía en las investigaciones, pues, com ousted dijo, se encontraban fuera de la ciudad?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, nosotros -por lo general nos comunicábamos por teléfono con ellos.
AMY GOODMAN: ¿Con otros departamentos de policía?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Exacto, pero no estábamos-
AMY GOODMAN: Entonces ustedes intercambiaron información, tienen que–
COMISIONADO PAUL BROWNE: No, no lo hicimos, como usted dijo, creo que lo que usted dijo al principio fue que nosotros tomamos toda esa información y se la entregamos a otros departamentos de policía. Eso no es cierto.
AMY GOODMAN: Respecto del artículo de Jim Dwyer: De Albuquerque a Montreal, San Francisco a Miami: agentes secretos de la policía de Nueva York asisten a reuniones de grupos políticos haciéndose pasar por simpatizantes y activistas, demuestran documentos (From Albuquerque to Montreal, San Francisco to Miami: Undercover New York Police Officers attended meetings of political groups, posing as sympathizers or fellow activists, the records show). Él estaba revisando documentos policiales.
COMISIONADO PAUL BROWNE: Sí. ¿Cuál es la pregunta?
AMY GOODMAN: Entonces, él estaba diciendo que —
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, algunos de esos lugares son incorrectos, pero muchos no lo son.
JETHRO EISENSTEIN: El-creo que – el New York Times no habría publicado un artículo de primera plana sobre un conjunto de documentos que muestran que la policía en reiteradas ocasiones investigó organizaciones que estaban involucradas en actividades ilegales o estaban planificándolo. La esencia del artículo, la razón del interés que ha despertado, es que hace referencia a informes específicos según los que, en varias ocasiones, los informes de actividades secretas de la policía tratan sobre organizaciones que no estaban involucradas en el entrenamiento para inutilizar autobuses ni lanzar —
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, puedo decirle–
JETHRO EISENSTEIN: ¿Me permite terminar, por favor?
COMISIONADO PAUL BROWNE: — había grupos que no estaban involucrados en actividades ilegales como grupo, pero algunos de sus miembros, de forma individual, estaban planeando actividades ilegales.
JETHRO EISENSTEIN: Bueno y también había grupos, según el artículo de Dwyer, en los que no había nadie involucrado, ni planificando eso. Y lo que los agentes secretos reportaron fue que estaban alquilando guaguas, consultando los itinerarios de autobuses, dando cursos de primeros auxilios, tratando de encontrar mecanismos para manejar la logística que entrañaba trasladar grandes cantidades de personas a la ciudad de Nueva York para las manifestaciones pacíficas. Y permítame añadir que entre las regulaciones que el departamento de policía insistió en derogar en el 2002, había un procedimiento muy abierto en caso de que la policía estuviese interesada en asuntos logísticos. Se llamaba «investigación sobre la planificación de un evento» y permitía que la policía–
COMISIONADO PAUL BROWNE: Pero nosotros tuvimos–
JETHRO EISENSTEIN: ¿Puedo terminar por favor?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, lo único que digo es, fines logísticos, muchos de los informes — [conversación cruzada]
JETHRO EISENSTEIN: Permitía al departamento de policía–obtener información de forma abierta y limpia, sin recurrir a agentes secretos.
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, nosotros conseguimos información logística abiertamente sin emplear agentes secretos. Eso mismo quería decir.
AMY GOODMAN: Permítanme incorporar a Joshua Kinberg en la conversación. Fue arrestado durante las protestas colaterales a la Convención Nacional Republicana del 2004 por su proyecto Bicicletas contra Bush, y blanco de la vigilancia policial en las semanas previas a la protesta. Joshua, comente su experiencia desde el studio de San Francisco.
JOSHUA KINBERG: Claro, en primer lugar, en realidad no fui detenido durante las protestas. De hecho me arrestaron dos días antes de la Convención Nacional Republicana mientras Ron Reagan de MSNBC me entrevistaba en la calle para el programa Hardball. Así que en realidad me detuvieron frente a las cámaras de la televisión mientras concedía una entrevista y no durante manifestación alguna. Y mi proyecto consistía -en una tecnología, una bicicleta que podía imprimir en la calle mensajes escritos con tiza, que la gente enviaba a través de Internet o de sus teléfonos celulares.
AMY GOODMAN: Primero fue lo de la entrevista para el programa Hardball de la MSNBC, las fotos de su arresto mientras Ron Reagan lo entrevistaba aparecieron en el New York Times. Pero explique qué le sucedió a su bicicleta y a usted.
JOSHUA KINBERG: Bien, el proyecto Bicicletas contra Bush también formaba parte de mi tesis de graduación. Era además un proyecto artístico y había recibido una beca artística para financiar parcialmente su creación. Fue una tecnología que yo desarrollé. Todo estaba bien documentado en Internet. Era completamente público. Había muchísima información al respecto. Lo que me irrita es el hecho de que fuese considerado una amenaza y en reiteradas ocasiones me impidieron su ejecución así que de forma sistemática se negó la oportunidad de llevar a cabo mi actividad en extremo legal y artística de libre expresión tanto a mi como a los que deseaban participar en mi proyecto y ejercer así su libertad de expresión.
AMY GOODMAN: ¿Comisionado Browne, puede usted responder a las palabras de Joshua?
COMISIONADO PAUL BROWNE: En realidad no puedo, no conozco al joven ni las causas por las que fue detenido. Al igual que usted sólo leí al respecto en el periódico.
AMY GOODMAN: Joshua, explíquenos qué le sucedió a su bicicleta.
JOSHUA KINBERG: Confiscaron todos mis equipos, las computadoras, el teléfono celular, los equipos electrónicos y la bicicleta y los retuvieron durante un año. Todos los cargos en mi contra fueron retirados seis meses más tarde, pero mies equipos fueron retenidos por un período más largo, por razones desconocidas. Y yo no pude recuperar mi equipamiento. Nunca pude recuperar algunos de mis equipos, como la bicicleta por ejemplo. Algunos de los equipos quedaron dañados de forma parcial. Recibí la mayoría un año después de que todo había ocurrido.
AMY GOODMAN: Joshua – Perdón, Jethro Eisenstein, no quise confundirlo con Joshua, quisera que nos hablara sobre el caso Handschu y su vinculación con esta historia, sobre todo para los televidentes y radioyentes que nos sintonizan en estos momentos. ¿Qué significa Handschu y qué representa el fallo más reciente para la actividad policial?
JETHRO EISENSTEIN: ¿Qué debo responder? ¿Cómo comenzó? ¿O el más reciente —
AMY GOODMAN: Háganos una sinopsis.
JETHRO EISENSTEIN: Está bien. A finales de los sesenta y principios de los setenta, había preocupación sobre la ampliación de la vigilancia policial sobre las actividades políticas, la Unión de Libertades Civiles y yo junto a otros abogados entablamos una demanda que se conoce como Handschu vs. The Police Department en la que denunciábamos un montón de actividades contra activistas políticos. Para avanzar, en 1980, la ciudad llegó a un arreglo con nosotros que se concretó en un conjunto de regulaciones que estableció un balance entre las necesidades de las fuerzas del orden y los derechos de los ciudadanos a participar en actividades políticas sin convertirse en blanco de la vigilancia policial.
Esas normas entraron en vigor de 1985 hasta el 2002 cuando el departamento de policía acudió a los tribunales y con el argumento de la amenaza del terrorismo después de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, alegaron que no podían trabajar con esas reglas que eran muy restrictivas. Consiguieron una flexibilización significativa de las mismas pero es importante destacar que su objetivo original era eliminarlas. Y el juez, a causa de una doctrina constitucional relacionada con las sentencias convenidas de ese tipo, dio claras señales de que no estaba de acuerdo con la total abolición de las reglas.
Sin embargo, a última hora, se aparecieron con un conjunto de normas basadas en las Directrices del FBI y adujeron que si el juez autorizaba la eliminación o flexibilización de las regulaciones, ellos pondrían en vigor esas Directrices del FBI y la batalla entonces – el juez estuvo de acuerdo y lo autorizó a causa de la amenaza del terrorismo y nosotros asumimos la posición de que lo que sucedió después fue que lo que entró en vigor, la flexibilización dispuesta por la amenaza del terrorismo no se empleó contra los terroristas o al menos nosotros no sabemos que se haya hecho, pero se utilizó además contra la disensión política, las actividades políticas.
Ello se evidenció a principios del 2003 cuando la policía comenzó a pedir información, esos fueron los términos que utilizaron, a todos los que había sido detenidos por alteración del orden público. Interrogaron a un montón, les hicieron muchísimas preguntas sobre sus ideas, asociaciones y opiniones políticas, qué pensaban de Israel y Palestina, si habían votado por o en contra de Bush, a qué organizaciones pertenecían, etc.
Acudimos de nuevo ante el juez que había flexibilizado las normas y accedió a restringirlas un poco. Y desde entonces estamos luchando para determinar exactamente cuan estrictas son. Y el fallo emitido por el juez en febrero de este año dispone que las normas del FBI vigentes son vinculantes y que el departamento de policía debe obedecerlas y que las personas enfrascadas en la demanda pueden acudir a los tribunales a quejarse en caso de violaciones de las mismas. Porque el departamento de policía asumía la posición de que si bien las reglas existían, no eran vinculantes y por ende nadie podía exigir su cumplimiento. Ahora son ellos los que velan por su cumplimiento.
AMY GOODMAN: ¿Comisionado Browne, la policía hará públicos esos documentos?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Bueno, de hecho los que deben comentar sobre eso son los abogados de la ciudad. Y eso todavía está en litigio. Permítanme mencionar algo que a veces se olvida, o me parece apenas se menciona cuando se habla del departamento de policía, la Convención Nacional Republicana. Nosotros trabajamos muchísimo para recibir lo que el propio Times describió como la mayor protesta política en la historia de las convenciones políticas estadounidenses.
Tuvimos que recibir a 800 000 manifestantes pacíficos y en reiteradas ocasiones declaramos que anticipábamos que la paz reinaría durante la Convención Nacional Republicana y estamos muy orgullosos del papel que desempeñamos en ello. También tuvimos que detener a un pequeño grupo y al final los arrestos durante la Convención representaron menos del 50 por ciento de los que participaron en las manifestaciones. Nos esforzamos por evitar que ocurriesen actos de violencia, vandalismo o que impidiesen que los delegados asistieran a la convención. Considero que lo logramos dentro de la ley.
AMY GOODMAN: ¿Y las detenciones de las que estamos hablando, creo que fueron alrededor de 1 800 en las semanas anteriores y durante la semana de la convención?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Puede que esa cifra sea correcta. Y quizás durante esa semana hubo un millón de manifestantes. Puedo asegurar que el 29 de agosto había 800 000 y también había algunos descontentos, pues sentían que United for Peace and Justice se había vendido porque se mantuvieron pacíficos y no trataron de paralizar la convención, comenzaron sus actividades el 31, entre las que se incluían algunas de las que ya mencioné: tratar de impedir que los delegados asistieran a la convención, retenerlos en los vestíbulos de sus hoteles o en sus autobuses, etc.
Y la única lesión seria, por cierto, durante toda la convención, la sufrió un agente de policía que un manifestante empujó de su motocicleta y dejó inconsciente a patadas. La policía mostró una contención notable en todo momento y la ciudad funcionó, la convención prosiguió y la manifestación más grande de la historia de las convenciones políticas marchó muy bien.
AMY GOODMAN: ¿Y el fallo – o el hecho de que los 1 800 arrestados, fueron retenidos más tiempo del que normalmente tienen que permanecer detenidos personas que enfrentan cargos similares? ¿Fue con la idea de que si los retenían hasta que el Presidente Bush hablara aquí en Nueva York se acabaría la manifestación?
COMISIONADO PAUL BROWNE: Esa es una grandísima-esa es la mentira que se repite una y otra vez, que detuvimos a personas por razones políticas. Lo que pasó fue que hubo muchas detenciones en un período concentrado de tiempo, más de 100 – 1 000, eso está bien cuando por norma pudiera haber 100 o más en la ciudad, arrestados en ese tiempo. También hubo individuos que se negaron a presentar su identificación lo que retrasaba el proceso para intentar mantener al sistema estancado. Y hasta cierto punto lo lograron. Pero decir que eso se hizo por rezones políticas es la gran mentira que se sigue repitiendo, pero por más que se repita no se convierte en realidad.
AMY GOODMAN: ¿Jethro Eisenstein, qué tiene que decir a esto? ¿Y cuál es su reacción ante los arrestos y lo que está sucediendo ahora?
JETHRO EISENSTEIN: Bueno mi respuesta a lo de los arrestos solo puede ser anecdótica porque de hecho tengo -sólo tengo un caso de una persona que fue detenida y aunque no fue responsable directamente, déjenme decirles que se vio envuelta en una redada masiva que tuvo lugar la noche del viernes anterior a la apertura de la convención y sin previo aviso, por cierto, ya la ciudad ha solucionado todos los casos. Pero sin previo aviso, todos en esa calle fueron encerrados, todos fueron arrestados. Estamos hablando de personas que entregaron su identificación, no obstante fueron retenidos 24 horas. En vez de liberarlos de la estación de policía o del lugar donde estaban retenidos tuvieron que someterse a todo el sistema y por ende fueron retenidos por más tiempo.
En todos los casos que vi pasó siempre lo mismo, pero esta es solo mi opinión personal, una suerte de simulacro de arrestos a gran escala de personas sin atención individual. Sencillamente iban a una cuadra, arrestaban a todo el mundo y los retenían por períodos de tiempo más prolongados que lo necesario. En realidad cuando estaba en los tribunales en esos momentos, los tribunales estaban listos, los abogados estaban listos, cada componente del sistema estaba allí menos el departamento de policía. El departamento de policía no presentó individuo alguno para la instrucción de cargos y su posterior liberación.
AMY GOODMAN: Jethro Eisenstein, tenemos que terminar. Muchas gracias Comisionado Paul Browne del Departamento de Policía de Nueva York y gracias también a Joshua Kinberg, el ciclista.