El Lago Victoria -o Victoria Nyanza en Suahili- es la segunda reserva de agua dulce del mundo, después del Lago Superior en Estados Unidos. Allí nace el río Nilo Blanco, que terminara uniéndose al Nilo Azul hasta desembocar en el Mediterráneo. Ubicado en el cuerno de África, sus casi 70 mil kilómetros cuadrados se encuentran […]
El Lago Victoria -o Victoria Nyanza en Suahili- es la segunda reserva de agua dulce del mundo, después del Lago Superior en Estados Unidos. Allí nace el río Nilo Blanco, que terminara uniéndose al Nilo Azul hasta desembocar en el Mediterráneo. Ubicado en el cuerno de África, sus casi 70 mil kilómetros cuadrados se encuentran bajo soberanía de Tanzania, Uganda y Kenia. Además de sus recursos hídricos el lago albergaba una gran biodiversidad y vastos recursos ictiológicos.
Por miles de años tales riquezas proveyeron a las poblaciones y asentamientos de pescadores ubicados en todo su contorno de los recursos necesarios para vivir. A inicios de los años sesenta esta fuente de vida comenzó a cambiar con la introducción de la perca del Nilo, Lates Niloticus, que produjo la desaparición de casi 200 especies endémicas de peces por su carácter altamente predador, con el empobrecimiento de la población y los subsecuentes problemas sociales.
Además el lago se fue desoxigenando por el vertido de residuos ricos en fosforo y nitrógeno más la presencia del Jacinto, un alga altamente absorbente de oxígeno. Todos estos factores causaron el empobrecimiento de los pescadores y habitantes residentes en el contorno del rio, en especial en la zona de Mwanza en Tanzania.
El empobrecimiento acarreó otros problemas sociales como el desempleo, el hambre, la drogadicción y hasta la prostitución de mujeres y niños. Décadas atrás, los habitantes pescaban las distintas especies generando ingresos para sus hogares y alimento para sus mesas, una situación que ha cambiado actualmente.
Diferentes empresas de pesca -con sellos y registros de protección a la naturaleza y de pesca sustentable- se llevan las pocas riquezas que quedan en el lago. Vicfish de Sudáfrica, Tan Perch de Tanzania, Tanzanian Fishing Processors de la corporación keniana Alpha Groups, Nile Perch Fisheries y Mwanza Fishing de Tanzania concentran el procesamiento, venta y distribución de la perca del Nilo.
Después de comprar a los pescadores de la costa del lago a precios reducidos, generan cadenas de valor con el procesamiento y distribución en los países del norte. Los precios pagados a los pescadores son marginales, convirtiéndolos prácticamente en esclavos de las empresas con sede en África pero pertenecientes a corporaciones de Europa y Asia, especialmente de Holanda, Alemania y Japón, principales destinos de los filetes de perca.
La keniana TFP de Alpha Groups envía sus cargas de perca por vía aérea desde Mwanza y Nairobi hasta Frankfurt y por vía marítima desde Dar es Salaam y Mombasa por la ruta Mar Rojo-Mediterráneo-Cantábrico al puerto de Róterdam para su distribución en los mercados europeos.
Mientras en los mercados europeos y asiáticos el pescado es altamente cotizado, en las zonas pesqueras circundantes del lago la población se ve afectada por problemas sociales que derivan exclusivamente de la mala utilización del lago y sus recursos, a favor de los intereses de corporaciones extranjeras que lo utilizan como una piscina de producción piscícola.
El hambre es el principal problema de la población. En las puertas de las factorías procesadoras de pesca, cientos de personas se acumulan esperando recibir los desperdicios -espinas y cabezas- de los pescados, que se acumulan sin condiciones sanitarias adecuadas en un foco de infecciones que también es una montaña de comida potencial para los habitantes de la zona.
Mientras las espinas se secan para poder convertirlas en harina, las cabezas se fríen y se venden como alimento. Los hombres durante el día se dedican a pescar y las mujeres se prostituyen por necesidad. Algunas tienen ya clientes fijos en los pilotos europeos y asiáticos que vienen semanalmente a cargar los alimentos procesados y que pagan altas sumas de dinero por las mujeres. Algunas mujeres tanzanas solo trabajan con pilotos extranjeros, especialmente rusos. También los niños son constantemente utilizados en esta actividad.
Ya que además no existe una fuerte presencia estatal en las zonas de pesca la educación es prácticamente inexistente, frenando el desarrollo de la población actual y la de las próximas generaciones. Al no estar en la escuela, los niños se dedican al consumo de drogas o estupefacientes químicos y tóxicos que consiguen entre los desperdicios de la fabricas procesadoras.
Se introdujo un pez altamente consumido en Eurasia pero altamente depredador y dañino para el ecosistema del lago Victoria. Junto con la perca se introdujo desde Europa y Asia un nuevo colonialismo en las zonas de Tanzania dedicadas a la pesca. Un colonialismo basado en el empobrecimiento de la población, en la subordinación de los habitantes, en la destrucción de su sociedad, en el aniquilamiento de sus formas de vida, en la reducción de sus capacidades generadoras de desarrollo y sobre todo en el despojo de sus recursos.
El lago Victoria es un lugar de apropiación y degeneración de una reserva de la biosfera para convertirla en una piscina de alimentos para Eurasia y de desechos para Tanzania y el Cuerno de África.
Los organismos internacionales, regionales o estatales de la zona no han podido frenar los intereses de las grandes corporaciones que están acabando con la vida en el lago Victoria.
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