El exjefe de la seguridad del presidente Zine El Abidine Ben Alí, el general Ali Sériati, ha sido detenido por la justicia tunecina acusado de instigar los recientes saqueos cometidos por la población tras la huida a Arabia Saudí del dictador. El antiguo hombre clave de la seguridad del presidente ha sido interceptado en Ben […]
El exjefe de la seguridad del presidente Zine El Abidine Ben Alí, el general Ali Sériati, ha sido detenido por la justicia tunecina acusado de instigar los recientes saqueos cometidos por la población tras la huida a Arabia Saudí del dictador.
El antiguo hombre clave de la seguridad del presidente ha sido interceptado en Ben Guerdane, al sur el Túnez, mientras trataba de huir a Libia.
Ali Sériati ha sido interrogado por la policía y el Ejército. «El general Ali Sériati ha sido puesto a disposición de las autoridades tras las acusaciones que pesan sobre él», ha precisado una fuente policial.
«Atrocidades contra la población»
Antes, una fuente oficial citada por la televisión pública y la agencia oficial TAP ha precisado que Ali Sériati ha sido el causante de «atrocidades contra la población».
El cuerpo de la seguridad presidencial tenía mucha influencia en otras fuerzas de seguridad y era particularmente temido por la población.
«Se ha abierto una investigación judicial contra el antiguo jefe de la seguridad presidencial [el general Ali Sériati] y contra un grupo de sus colaboradores por complot contra la seguridad interior del Estado, por incitar a cometer crímenes y por provocar desórdenes», según ha señalado esta fuente a la televisión pública tunecina.
Grupo de colaboradores
«El juez de instrucción del tribunal de Túnez ha mandado órdenes de detención contra él y sus colaboradores», había añadido la misma fuente.
Según esta fuente, se ha establecido relación entre este hombre clave del antiguo régimen y las milicias responsables de los desórdenes recientes en la capital y otras ciudades del país.
Varios testimonios les atribuyeron los pillajes y los disturbios de estos últimos para sembrar el caos caos para favorecer el regreso de Ben Alí.
Un Gobierno sin islamistas y sin partidos de izquierdas
Los políticos tunecinos sostienen conversaciones para tratar de formar un Gobierno de unidad que sostenga la frágil paz tras la revolución vivida por el país tras la huida del expresidente Ben Alí.
Fuentes de la oposición tunecina han confirmado a EL PERIÓDICO que en ese futuro Gobierno de unidad no se integrarán ni partidos de izquierdas ni islamistas, con el objetivo de asegurar una transición a un régimen democrático pero de tintes moderados.
La tensa calma que se vive en las calles de la capital está vigilada con lupa por el Ejército, cuya presencia, con tanques, se ha reforzado en las últimas horas, tras un primer día en el que proliferaron los disturbios, saqueos y los actos de pillaje, así como varios motines en cárceles.
Huida hacia al sur
Muchos habitantes de la capital han decidido huir hacia el sur, en busca de un clima más seguro.
Los tanques rodean la capital y los soldados custodian los edificios públicos. También han surgido espontaneas patrullas ciudadanas. «Anoche nosotros mismos protegimos nuestro barrio con barricadas y tenemos equipos que comprueban los coches. Ahora tenemos que recuperar nuestra vida normal», explica un vecino de la capital.
Camionetas de reparto
El domingo no es día laborable en Túnez y las calles han amanecido tranquilas. Pero hay vecinos que se marchan. Por primera vez en varios días se ha podido ver a varios vehículos, furgonetas, camionetas, que hacían repartos y entregas.
El presidente del Parlamento, que desde ayer preside el país, Fuad Mebaza, ha pedido al primer ministro, Mohamed Ganuchi, formar un gobierno de integración nacional, y las autoridades constitucionales han acordado que en un plazo máximo de 60 días deberán celebrarse elecciones.
Los analistas políticos advierten de que puede haber más protestas si la oposición no está suficientemente representada en el nuevo gobierno de unidad y si no se llega a un acuerdo sobre qué hacer con la vieja guardia de Ben Alí.