El gobierno interino de Libia, encabezado por el primer ministro Abdulá al Thani, presentó su dimisión ante el Parlamento del país. En un comunicado, el gabinete saliente dijo que la decisión tiene como objetivo permitir al Parlamento la formación de un gobierno que represente a todos los sectores de la sociedad libia. El Parlamento se […]
El gobierno interino de Libia, encabezado por el primer ministro Abdulá al Thani, presentó su dimisión ante el Parlamento del país. En un comunicado, el gabinete saliente dijo que la decisión tiene como objetivo permitir al Parlamento la formación de un gobierno que represente a todos los sectores de la sociedad libia.
El Parlamento se ha trasladado a la ciudad oriental de Tobruk por razones de seguridad dado que las facciones armadas están combatiendo por el control de la capital, Trípoli, que está sumida en el caos. La nota califica de importante al nuevo Parlamento -Congreso de los Diputados- y destaca la necesidad de formar un nuevo gabinete que «represente a todas las categorías del pueblo libio, y sea capaz de restablecer la seguridad y construir un Estado de derecho».
El Ejecutivo dimitente solicitó al Parlamento saliente respetar el reconocimiento del Congreso de los Diputados y la elección de sus integrantes por la población. También en su mensaje de renuncia, el gobierno interino denuncia la intención de los islamistas de querer formar un gabinete alternativo en Trípoli, para lo cual convocó a la asamblea legislativa saliente, cuyo mandato expiró con las elecciones parlamentarias del pasado 25 de junio.
A mediados de mes fue el propio Parlamento libio el que pidió, por amplia mayoría, a la comunidad internacional que interviniese en Libia para «proteger a los civiles» de las milicias algunas de las cuales rayan el terrorismo. Ninguna de las potencias occidentales que ayudaron a acabar con Gadafi respondió a este llamamiento. Entonces, por primera vez, dos países árabes aliados de Estados Unidos, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU), intervinieron por su cuenta para tratar de frenar, a principios de esta semana, el avance de una coalición de milicias islamistas, Fajr Libia (El Alba de Libia) en Trípoli, la capital.
A grandes rasgos el país que posee las mayores reservas de petróleo en África está ahora en manos de varias milicias. En su capital y en Misrata, tercera ciudad libia, predominan los islamistas moderados de Fajr Libia. Bengazi, la segunda ciudad más poblada, está en un 80% bajo el yugo de Ansar Sharia (Partidarios de la Ley Islámica), un grupo tachado de terrorista por Estados Unidos porque participó en el asesinato de su embajador en Libia en septiembre de 2012.
El resto de Bengazi y Tobruk lo controlan los hombres del general jubilado Khalifa Haftar al que obedecen los despojos del Ejército libio y que mantiene estrechas relaciones con la milicia de Zintan. El general cuenta con el respaldo de Abdelfatah Al Sisi, el presidente de Egipto.
En la vasta región meridional del Fezán, con apenas medio millón de habitantes, confluyen grupos terroristas, incluida la rama magrebí de Al Qaeda y la escisión que protagonizó Mojtar Belmojtar, el que ha perpetrado en el Magreb más secuestros de occidentales.
El llamamiento desde la lejana Tobruk -en Trípoli se consideraba amenazado- del recién elegido Parlamento a favor de una intervención internacional ha incitado a los islamistas moderados a no reconocerle. Ahora solo consideran legítimo al Congreso General Nacional, elegido en 2012, y en el que obtuvieron mejores resultados que en las últimas legislativas. Reunida en Trípoli esta asamblea destituyó el lunes al primer ministro, Abdalá el Theni, huido a Tobruk, y encargó a un islamista, Omar al Hassi, la formación de un «gobierno de salvación nacional». Además de dos parlamentos, Libia tendrá la semana próxima dos gobiernos. Es decir, que los occidentales -que en su gran mayoría cerraron sus embajadas- carecerán de interlocutores.
Fuente original: http://www.noticiaspia.org/dimite-gobierno-provisional-de-libia/