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Un invento de grupos izquierdistas según la Cónsul General de Estambul

Diplomática estadounidense justifica su ignorancia calificando como leyenda el caso de los antiterroristas cubanos encarcelados en su país

Fuentes: Rebelión

La Cónsul General de Estados Unidos en Estambul, Sharon Wiener, calificó como «leyenda» el caso de los cinco antiterroristas cubanos encarcelados en su país durante un encuentro con estudiantes, según confirmaron hoy participantes en la reunión. La conferencia tuvo lugar en la Universidad de Halic, y durante la misma Emre Yetim, estudiante de arte dramático, […]


La Cónsul General de Estados Unidos en Estambul, Sharon Wiener, calificó como «leyenda» el caso de los cinco antiterroristas cubanos encarcelados en su país durante un encuentro con estudiantes, según confirmaron hoy participantes en la reunión.

La conferencia tuvo lugar en la Universidad de Halic, y durante la misma Emre Yetim, estudiante de arte dramático, pidió a la diplomática explicaciones sobre el mantenimiento del bloqueo de EEUU contra Cuba y su opinión a propósito del caso de los 5 cubanos presos.

Según relató el joven a Rebelión, aunque en un principio las preguntas parecieron sorprender a la cónsul su respuesta fue tranquila y meditada.

Justificó el bloqueo por razones políticas, como forma de presión contra el gobierno cubano, y consideró que debía continuar aunque ello haya supuesto, y continúe siendo, un enorme castigo contra la totalidad de la población de la isla.

Sobre la injusta situación procesal de los antiterroristas cubanos, héroes en su país por desbaratar atentados y sabotajes, Wiener confesó desconocer el caso por lo que afirmó que debía tratarse de una «leyenda» orquestada por grupos izquierdistas.

Zanjó la cuestión con una férrea defensa del sistema judicial norteamericano, visiblemente molesta por los aplausos del público ante cada una de las preguntas que formuló el joven estudiante.

Yetim aseguró haber realizado sus demandas con tranquilidad y respeto pero se mostró intimidado por la actitud de quienes debían ser miembros del equipo de seguridad de la diplomática y por los profesores que habían organizado el encuentro.

Igualmente lamentó el silencio informativo sobre los hechos, al tiempo que expresó su solidaridad con la Revolución cubana y el sentimiento antiimperialista de los universitarios turcos.

Aclaró que los diplomáticos y funcionarios estadounidenses no suelen realizar actos públicos en las universidades turcas pues saben que no son bien recibidos por los alumnos y siempre encuentran oposición.

Entrevista con Emre Yetim, estudiante universitario.

El pasado 3 de diciembre la Universidad de Halic (Estambul, Turquía) invitó a la Cónsul General de Estados Unidos en Estambul, Sharon Wiener, para la conferencia «Turquía y Estados Unidos: Grandes aliados, grandes desafíos». A pesar del secretismo previo de la convocatoria Emre Yetim, un joven estudiante de la citada universidad solidario con Cuba, asistió al acto y puso en aprietos a la diplomática con sus preguntas.

Emre Yetim, alumno de la facultad de Teatro e Interpretación, nos explicó lo sucedido durante la visita que la representante estadounidense realizó a la prestigiosa universidad privada.

¿Quién organizó la conferencia?

Fue un acto preparado por la universidad pero no hubo publicidad previa ni carteles anunciadores. Como había pocos asistentes los organizadores trataron de que los estudiantes que deambulaban por el edificio se acercaran a la conferencia.

Yo estaba asombrado pues habitualmente los diplomáticos y funcionarios estadounidenses no realizan actos públicos en las universidades turcas ya que saben que no son bien recibidos por los estudiantes y siempre encuentran oposición. Quizá por ello no se había dado información previa sobre la conferencia.

¿Por qué decidiste asistir?

Pretendía dejar claro a la diplomática que su visita no era bien recibida en la universidad y transmitir mi solidaridad con la Revolución cubana. Sin embargo, debido a lo apresurado de la convocatoria no me dio tiempo a avisar a más gente. Intenté localizar a algunos amigos pero ya había comenzado la conferencia. Entré en la sala cuando la Cónsul mediada su intervención sobre las relaciones entre Estados Unidos y Turquía. Habría unas 80 ó 100 personas, pero no sé decir cuantos eran estudiantes y cuantos de la comitiva o de la organización. En seguida comenzó un turno de preguntas, plagado de cuestiones absurdas e insustanciales, fue entonces cuando decidí intervenir para saber qué pensaba del bloqueo contra Cuba y sobre la situación de los cinco antiterroristas cubanos encarcelados en EEUU.

¿Cuáles fueron exactamente tus preguntas?

Le pregunté sobre las razones del embargo de su país contra Cuba, si era un arma política contra la Revolución y si justificaba el enorme sufrimiento que ello provoca en todo el pueblo cubano. Me respondió confirmando el carácter político del embargo, como forma de presión contra el gobierno cubano, despreciando el sufrimiento que ello genera entre los cubanos y consideró que debía continuar aunque ello haya supuesto, y continúe siendo, un enorme castigo contra la totalidad de la población de la isla.

A continuación le pedí que se pronunciara sobre el irregular y arbitrario proceso judicial seguido contra los cinco héroes cubanos, la continua hostigación a sus abogados y familiares, y porqué después de 10 años continúan en prisión.

¿Qué ocurrió entonces?

Bueno, yo había realizado mis intervenciones con tranquilidad y respeto, pero en ese momento me sentí intimidado por las miradas y la actitud de 4 ó 5 personas sentadas en la primera fila que debían ser miembros del séquito de seguridad, así como por los profesores y organizadores que me miraron entre sorprendidos y furiosos.

La Cónsul, aunque en un principio pareció desconcertada, respondió de manera tranquila y meditada aunque debía de estar molesta por los numerosos aplausos del público ante mis preguntas.

¿Cuál fue su opinión sobre los cinco cubanos presos?

Bastante sorprendente. En un primer momento reconoció no saber nada sobre el caso, por lo que dedujo que debía ser una «leyenda», una especie de mito difundido por organizaciones de izquierdas. Y para justificarse hizo una férrea defensa del sistema judicial de su país.

Personalmente creo que fue sincera, pienso en ella como una auténtica ignorante, pero lo asombroso es que además se vanagloriara de ello.

¿Había algún medio de prensa? ¿Se publicó algo posteriormente?

No me pareció que hubiera periodistas, sólo algún fotógrafo de la universidad. Lo que hice fue enviar mi testimonio al diario digital [de izquierda] Sol, a través del cual he podido llegar hasta vosotros.

Antonio Cuesta es corresponsal en Turquía de Prensa Latina. (Blog de Turquía)