El régimen marroquí responsabiliza a los activistas de lo sucedido
Dos personas rsultaron heridas el viernes en Oum Leghta (a 500 Kms al este de El Aaiún) por las minas antipersona ante el muro militar marroquí que separa el Sáhara Occidental y su pueblo desde hace décadas durante una manifestación de protesta de «reparación del honor», según informó el enviado especial de SPS en el lugar.
En la explosión resultaron heridos dos jóvenes saharauis, Brahim Husein Labeid, de 16 años, residente en el campamento de refugiados de Dajla, quien ha perdido una pierna desde la altura de la rodilla; y Salem Mohamed Larusi, de 21 años y residente en el campamento de refugiados de El Aaiún, quien padece heridas de metralla en el pecho y en la cara, aunque su estado no reviste gravedad. Larusi se encuentra internado en el Hospital Nacional Saharaui, en Rabuni, pero Larusi tuvo que ser trasladado hasta un hospital de Tinduf.
Los heridos participaban junto a cientos de manifestantes más venidos de España, Italia, Francia y Argelia en una manifestación pacífica denominada ‘la columna de los 1000’, desarrollada frente a una parte del muro protegido por un campo de minas antipersona diseminadas a lo largo de esta valla, de más de 2000 kilómetros de longitud.
Los heridos fueron evacuados de urgencia al hospital de Chahid el Hafed, situado en los campamentos de refugiados saharauis, según indicó a SPS el responsable del equipo médico que acompañaba a la manifestación, quien destacó que no existía ninguna indicación visible ante el campo de minas antipersona, un tipo de arma prohibido por el Derecho Internacional.
Cientos de saharauis protestan por la explosión
Ayer unas 300 personas se manifestaron por las calles del campamento de refugiados saharauis Escuela 27 de Febrero, situado a las afueras de Tinduf, en Argelia, para condenar la exposión de la mina antipersona marroquí ante el muro militarizado levantado por Rabat.
En la marcha del 27 de Febrero, los saharauis -que estaban en clara mayoría a pesar de los cientos de españoles que se alojan en familias de este campamento durante estos días- desplegaron pancartas con lemas como «No al muro de la vergüenza» o «No más minas». Ademas, corearon consignas como «Mártir, descansa, que vamos a seguir la lucha» o «No hay cambios, queremos libertad».
«La sangre y nuestra vida vamos a dar por Brahim», el adolescente que pisó la mina, afirmó uno de los manifestantes durante la marcha, que recorrió la principal avenida de arena y piedras del campamento de refugiados. La marcha concluyó ante la Escuela 27 de Febrero, núcleo neurálgico de la localidad, donde se leyó un comunicado de condena.
Los saharauis denuncian la colocación de minas antipersona -un arma prohibida por el Derecho Internacional- en la zona desmilitarizada de 5 kilómetros de ancho situada ante el muro marroquí. Además, destacan que la zona minada no estaba señalizada adecuadamente. Los manifestantes desmontaron parte de una alambrada situada a unos metros del muro y penetraron en el campo minado a pesar de las advertencias de los guardias del Frente Polisario, que iban desarmados.
El propio Frente Polisario condenó el incidente y atribuyó a Marruecos toda la responsabilidad del mismo e incluso algunas voces marroquíes denunciaron la pasividad de la Misión de Naciones Unidas en el Sáhara Occidental (MINURSO), responsable de velar por el alto el fuego y de que no haya armamento, minas incluidas, en la zona desmilitarizada.
También la Coordinadora de Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) condenó oficialmente el incidente y aprovechó para denunciar el muro marroquí de 2.800 kilómetros y la situación de los refugiados saharauis.
Sin embargo, las autoridades marroquíes condenaron a través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores el incidente, aunque por tratarse de lo que consideran una «violación flagrante» del alto el fuego acordado en 1991. El ministro Taib Fassi Fihri indicó en declaraciones a la agencia de noticias marroquí MAP que más de 1.400 personas participaron en la acción y que estaban escoltados por «miembros armados» del Frente Polisario.
«Unas 1.400 personas, entre ellas extranjeros, encuadradas por elementos militares del Polisario, provistas de armas individuales y detectores de minas, han entrado hoy viernes en la zona prohibida, al este de la línea de defensa (…) a bordo de 90 jeeps, 10 camiones y otros vehículos y bicicletas», denunció el Ministerio del Interior marroquí en un comunicado.
«Varios tiros han sido disparados al aire y alambres de espino han sido extraídos, violando a propósito y de manera flagrante los acuerdos militares concluidos bajo los auspicios de las Naciones Unidas y cuyo respeto está supervisado por la MINURSO», indicó una fuente oficial marroquí en declaraciones a la MAP.