Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
WASHINGTON, 3 de diciembre – Una nueva evaluación de las agencias de inteligencia estadounidenses concluye que Irán detuvo su programa de armas nucleares en 2003 y que ese programa sigue en suspenso, contradiciendo una evaluación de hace dos años de que Teherán estaba trabajando inexorablemente hacia la construcción de una bomba.
Las conclusiones de la nueva evaluación serán probablemente un factor importante en las tensas negociaciones internacionales orientadas a lograr que Irán detenga su programa de energía nuclear. Las preocupaciones respecto a Irán aumentaron fuertemente después que el presidente Bush sugirió en octubre que un Irán con armas nucleares llevaría a la «Tercera Guerra Mundial» y que el vicepresidente Dick Cheney prometiera «serias consecuencias» si el gobierno en Teherán no abandona su programa nuclear.
Esta conclusión también llega en medio de una campaña presidencial durante la cual se ha discutido un posible ataque militar contra el programa nuclear de Irán. La evaluación, un «Cálculo de Inteligencia Nacional» [sic] [NIE] que representa el consenso de todas las 16 agencias de espionaje estadounidenses, señala que las intenciones en última instancia de Teherán de conseguir un arma nuclear siguen siendo inciertas, pero que «las decisiones (de Irán) son guiadas por un enfoque de un análisis de coste-beneficio más bien que por una carrera hacia un arma sin considerar los costes políticos, económicos y militares.»
El documento declara que: «Una cierta combinación de amenazas de un escrutinio y presiones internacionales intensificadas, junto con oportunidades para que Irán logre su seguridad, prestigio, y objetivos de influencia regional por otros medios podría – si es percibida como verosímil por los dirigentes de Irán – llevar a que Teherán prolongue su actual suspensión de su programa de armas nucleares,» señala el análisis.
El nuevo informe aparece justo después de más de cinco años luego de que un NIE profundamente defectuoso concluyera que Iraq poseía programas de armas químicas y biológicas y estaba determinado a reiniciar su programa nuclear. El informe llevó a la autorización del Congreso para una invasión militar de Iraq, aunque la mayor parte de las conclusiones del NIE resultaron ser erróneas. El ‘cálculo’ dice que el objetivo final de Irán sigue siendo desarrollar la capacidad de producir un arma nuclear.
El consejero de seguridad nacional, Stephen J. Hadley, publicó rápidamente una declaración describiendo el NIE como portador de noticias positivas en lugar de reflejar errores de inteligencia. «Confirma que teníamos razón para estar preocupados por la búsqueda de Irán del desarrollo de armas nucleares,» dijo Mr. Hadley. «Nos dice que hemos hecho progresos en el intento de asegurar que esto no ocurra. Pero la inteligencia también nos habla de que el riesgo de que Irán adquiera un arma nuclear sigue siendo un problema muy serio.»
«El ‘cálculo’ da motivo para tener esperanzas de que el problema pueda ser solucionado por la diplomacia – sin el uso de fuerza – como lo ha estado tratando de hacer el gobierno,» dijo Mr. Hadley.
El mes pasado, Mohamed ElBaradei, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, había informado que Irán está operando 3.000 centrífugas de enriquecimiento de uranio, capaces de producir material fisible para armas nucleares.
Pero su informe dijo que inspectores de la AIEA en Irán no habían podido determinar si el programa iraní trataba sólo de generar electricidad o también de construir armas.
El NIE concluyó que si Irán terminara la suspensión de su programa de armas, todavía tardaría por lo menos dos años antes de que Teherán tenga suficiente uranio altamente enriquecido para producir una bomba nuclear. Pero dice que sigue siendo «muy poco probable» que Irán pueda producir suficiente material para entonces.
En cambio, el informe de hoy concluye que es más probable que Irán podría tener una bomba entre la primera parte y la mitad del próximo decenio. El informe señala que el Buró de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado juzga que es poco probable que Irán logre este objetivo antes de 2013, «por problemas técnicos y programáticos previsibles.»
La nueva evaluación pone boca abajo una valoración hecha en 2005 sobre las capacidades nucleares de Irán. En aquel entonces, las agencias de inteligencia evaluaron con «gran confianza» que Irán está determinado a tener armas nucleares y concluyeron que Irán tiene un programa secreto de armas nucleares.
Desde entonces, responsables dijeron que han obtenido nueva información que los conduce a concluir que la presión internacional, incluyendo duras sanciones económicas, han tenido éxito en producir una suspensión del programa secreto de Irán.
«Pensamos que teníamos que anular todas las evaluaciones y fuentes para asegurarnos de que no nos estábamos engañando,» dijo un alto responsable de la inteligencia durante una entrevista telefónica, hablando en condiciones de anonimato.
En una declaración separada que acompañaba el NIE, el Director Adjunto de Inteligencia Nacional, Donald M. Kerr, dijo que en vista de las nuevas conclusiones, es importante sacar al aire públicamente el informe «para estar seguros de que se disponga de una presentación exacta.»
Copyright 2007 The New York Times Company
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